El camino de los dioses del heavy metal
Desde su formación en 1969, los integrantes de Judas Priest enfrentaron hambre, fracasos comerciales y acusaciones de incitar al suicidio, mientras que su vocalista recién reveló un factor importante de su identidad en 1998. Hoy son considerados una de las bandas más influyentes en la historia de la música y su legado se sigue expandiendo con entregas recientes como Firepower (2018).
Robert Halford era hijo de una familia de clase trabajadora, en la que su padre se desempeñaba como obrero en una fundidora de metal de Walsall, una ciudad situada en el noreste de Birmingham. La situación financiera era precaria en la mayoría de los hogares, mientras que el destino de los jóvenes estaba prescrito para terminar en una de las industrias de la zona, las cuales se posicionaban como uno de los principales motores económicos de Gran Bretaña en aquel entonces. Las calles eran grises, mientras que el ruido de las maquinarias se mantenía como una banda sonora permanente, del cual era imposible escapar. Disfrutaba de la poesía y pensaba en cómo desligarse del futuro que esperaban sus compañeros, quienes escuchaban a sus maestros mientras los pupitres danzaban con la intensidad de los golpes que provenían de las compañías metalúrgicas. Su personalidad era retraída. En medio de un ambiente conservador en donde los hombres se jactaban de su masculinidad, él era consciente de algo que guardaría por más de treinta años. Era un extraño inmerso en su propia naturaleza, una bestia enjaulada que gritaría para detener el mundo y provocar que este nunca volviese a ser como antes. Influenciado por la música de bandas como Led Zeppelin y Deep Purple, Halford descubrió cuál sería el curso que seguiría por el resto de su vida.
Tras graduarse de la escuela secundaria en 1967, tuvo su primer acercamiento a los escenarios mientras trabajaba como tramoyista en un teatro, para más tarde conseguir un puesto como gerente de un cine pronográfico, espacio en donde obtuvo "un ligero acercamiento a ese mundo artístico", según relató en una entrevista a Loudwire en 2014. Con el propósito de avanzar en su propósito de convertirse en un músico reconocido, se unió a Hiroshima, una de las numerosas agrupaciones que competían por ganar un espacio en los locales de Birmingham. Entre ellas, también se encontraba Judas Priest, un grupo que obtuvo su nombre de la canción "The Ballad of Frankie Lee and Judas Priest" de Bob Dylan y que se había reformado con K.K. Downing en la guitarra, Ian Hill en el bajo, Alan Moore en la batería y Al Atkins como vocalista.
Después de tres años en los que aún se veían distantes del éxito, el último desertó. En aquel momento, Hill tenía una relación amorosa con la hermana de Halford, por lo que decidió invitarlo a la banda luego de escucharlo cantar y sorprenderse con su voz. Así y con John Hinch (ex miembro de Hiroshima) como reemplazo en la batería y Glenn Tipton como guitarrista adicional, escribieron sus primeras canciones en una sala de ensayo que alquilaban a un sacerdote, para más tarde embarcarse en una gira por Europa a inicios de 1974 y conseguir un contrato con Gull Records. A través de la firma, publicaron Rocka Rolla ese mismo año y a pesar de que habían alcanzado una reputación favorable por sus presentaciones en vivo, tuvieron una miserable recepción comercial y quedaron prácticamente en bancarrota.
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Posteriormente y con Alan Moore como nuevo percusionista, lanzaron Sad Wings of Destiny (1976), un álbum que se convirtió en uno de los precursores del heavy metal, pero la explosión de la primera ola del punk en 1977 desvió las miradas hacia bandas como Sex Pistols y The Clash, por lo que acabaron su relación con la compañía discográfica y se adhirieron a la estadounidense CBS Records, quienes estaban seguros de que los llevarían al éxito. De esta manera, grabaron Sin After Sin (1977) con Roger Glover de Deep Purple como productor y giraron por Norteamérica como invitados de REO Speedwagon, además de presentar agenda extensa de conciertos. Se convirtieron en una de las bandas más novedosas de la época y aportaron a las directrices de un género que influenció a numerosos jóvenes alrededor del mundo que ya había sido testigo de un prólogo en álbumes como Black Sabbath (1970).
Ya en 1978 y con Stained Class bajo el brazo, Judas Priest adoptó la estética que los caracteriza hasta la actualidad. En aquella época, Rob Halford frecuentaba la tienda Mr. S Leather en Londres, una sex shop que ofrecía artículos de cuero y metal para las personas vinculadas al sadomasoquismo. Según relata en una entrevista al programa Behind the Music de la cadena VH1, estaba en busca de vestimentas que le permitieran sentirse más libre en el escenario, por lo que las cadenas, los látigos y los sombreros de uniformado se convirtieron en elementos recurrentes durante sus conciertos. Asimismo, adquirió la costumbre de entrar al escenario en una motocicleta Harley Davidson y el segundo semestre de ese año publicaron Killing Machine, para luego alcanzar su mayor éxito comercial con British Steel (1980), disco que incluyó himnos como "Breaking the Law", "Metal Gods", "Grinder" y "Living After Midnight".
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Después de lanzar Point of Entry (1980) y explotar los límites del éxito con Screaming for Vengeance (1982) y su hits "You've Got Another Thing Comin'" y "Electric Eye", los músicos eran devotos de la filosofía del sexo, las drogas y el rock & roll, hasta el punto en que Halford enfrentaba problemas con la cocaína y la bebida, mientras que sus compañeros recibían a una horda de chicas jóvenes que querían relacionarse con ellos en los backstages de cada concierto. La impotencia del cantante al esconder su identidad ante un mundo pendiente a cada uno de sus pasos, lo llevó a consumir una sobredosis de pastillas estuvieron a punto de quitarle la vida. En la época de Turbo (1986), un álbum de estética futurista que incluyó sonidos de sintetizadores, estuvo a punto de morir por una intoxicación que lo llevó a internarse en un hospital de Phoenix por un periodo de 33 días, para así volver a girar con su banda, quienes a pesar de conocer los detalles que lo aquejaban, creían innecesario que se liberara públicamente. Así, volvieron al circuito para registrar Priest… Live! (1987) y Ram It Down (1988).
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En 1989, el grupo fue acusado de incentivar al suicidio de dos adolescentes que eran admiradores de su música: Raymond Belknap y James Vance. El primero murió a causa de un disparo, mientras que el segundo replicó las acción de su amigo para terminar vivo y con su rostro desfigurado. A pesar de que la tragedia sucedió cuatro años antes y que el juez absolvió a los británicos al no encontrar mensajes subliminales incitantes en "Better By You Better Than Me" y, asimismo, comprobar que el entorno familiar de los afectados era vulnerable, Halford aseguró a Behind The Music que nunca pudo superar la acusación.
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Ese mismo año publicaron Painkiller con Scott Travis en las baquetas y volvieron a recobrar la esencia agresiva que los llevó a la fama, para después separarse y volver a los escenarios con un nuevo vocalista en 1997. Con Tim Owens en el micrófono adoptaron una sonido más crudo en Jugulator (1997) y Demolition (2001), mientras que Rob Halford publicó War of Words (1994) y A Small Deadly Space (1995) con Fight, incursionó en la música industrial en Voyeurs (1998) con Two y grabó sus dos primeros álbumes en solitario, a los cuales le siguieron otros en 2009 y 2010. Asimismo, reveló su homosexualidad durante una entrevista con MTV News en 1998.
https://www.youtube.com/watch?v=veHmGTfFi94
Halford volvió a integrarse a Judas Priest en 2003, mientras que Owens se retiró para tocar con Iced Earth. De esta manera, los dioses del heavy metal hicieron una gira de reunión y volvieron al estudio para registrar Angel of Retribution (2005), Nostradamus (2008) y enfrentar la salida de K.K. Downing por conflictos internos, para así reclutar a Richie Faulkner en Redeemer of Souls (2014) y Firepower (2018).
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