Los retoques de última hora para "salvar" a Cats

El 18 de julio pasado, Universal Pictures presentó el primer avance de su última gran apuesta de 2019: Cats, la película que llevaría al cine el célebre musical de Andrew Lloyd Webber. Y aunque a los pocos minutos de su debut el video contabilizó más de 8 millones de visitas en Youtube, las opiniones se dividieron entre quienes no salieron de su asombro ante las imágenes y los que derechamente detestaron el tráiler.

"¡Taylor Swift con pelos digitales! ¡Humanos del tamaño de gatos del tamaño de ratas!", fueron algunos de los comentarios que repletaron las redes sociales. Sin embargo, su director, Tom Hooper, y el resto del equipo de realización, siguieron adelante convencidos de que las primeras impresiones no necesariamente auguraban un desastre en salas. Mal que mal, le ocurrió a filmes como Paddington, en 2014, que tras el "troleo" en redes logró imponerse en la taquilla británica.

No fue el caso de Cats. Tras su estreno en EE.UU. y Reino Unido, el pasado 20 de diciembre, la cinta alcanzó sólo un 18% de aprobación en el sitio Rotten Tomatoes, con críticas despiadadas que apuntan a sus fallidos efectos visuales y "falta de argumento". Su desempeño en taquilla no fue mejor y suma US$ 12,4 millones de recaudación frente a un presupuesto de US$ 100 millones.

Ante esto, Hooper y su estudio concretaron una medida de urgencia: una versión "mejorada visualmente" de la cinta, que, como reveló The Hollywood Reporter, se distribuyó a cines estadounidenses. Una decisión calificada por el medio como "inaudita para una película supuestamente terminada, que ya se estrenó", que se replicará en Gran Bretaña a partir de hoy (en Chile no será así, como informan desde su distribuidora local).

Entre los errores visuales que el público y la crítica notaron están personajes que en instantes carecen de pies o de la mitad de su pelaje. Por ejemplo, en una escena donde se puede ver el anillo de matrimonio en la mano de Judi Dench, en lugar de la pata de gato de su personaje. Algo que podría atribuirse a la premura con que se trabajó la cinta, como el mismo Hooper pareció reconocer en la premiere de Nueva York. "La terminé a las 8 am de ayer, después de 36 horas seguidas de trabajo, dando los últimos toques", reconoció el realizador.