La duda que dejó Prince
Todo el mundo conoce "Nothing compares 2 U" de Prince, pero nadie sabe a ciencia cierta por qué ni para quién fue escrita.
Himno mundial de los corazones rotos, "Nothing compares 2 U" ingresó a la memoria popular en la sobrecogedora versión de Sinéad O'Connor, publicada en 1990 como parte de su segundo disco, I do not want what I haven't got. Si bien la irlandesa gozó de reconocimiento tres años antes con su debut, The lion and the cobra, fue el éxito planetario del tema el que la posicionó entre las vocalistas emblemáticas de la década de los noventa. El closeup de su rostro en el video es una imagen que permanece en la retina colectiva.
https://www.youtube.com/watch?v=0-EF60neguk
Hacia el final del clip, dirigido por John Maybury (Morrissey, Erasure), por las mejillas de O'Connor ruedan un par de lágrimas. Perfectamente acorde a su desgarradora interpretación del tema, el momento corona lo que parece una performance actoral digna de un Oscar, aunque fue cien por ciento espontáneo. El desborde emotivo se debió a su formación como vocalista, en la tradicional escuela del Bel Canto, le exige aproximarse a la música de la misma forma en que Daniel Day Lewis encara la actuación. Entonces, para evocar los sentimientos requeridos por "Nothing compares 2 U", O'Connor pensaba en la muerte de su madre. Concentrarse mucho en el fallecimiento, ocurrido un lustro antes en un accidente automovilístico, hizo que llorara y le regaló a MTV una postal inolvidable.
Pese a haber sido escrita por Prince, como ya es vox populi, "Nothing compares 2 U" se convirtió en la canción definitiva sobre pérdida y soledad gracias al impactante cover de O'Connor. El éxito del tema unió sus destinos, aunque entre ambos nunca hubo mucha química: ella no soportaba las excentricidades ni el divismo de su colega, quien a su vez tenía dificultades para lidiar con gente igual de llevada a sus ideas que él. Si bien jamás pudieron entenderse como personas, la forma en que trabajaron "Nothing compares 2 U" fue similar. Contrario a lo que podría pensarse de una canción de ruptura amorosa, casi todo indica que al momento de abordarla ninguno de los dos tenía en mente a una ex pareja.
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Según cuenta la ingeniera de sonido de Prince, Susan Rogers, el tema fue escrito de un tirón durante uno de sus períodos creativos más fértiles. La decisión de cedérselo en 1985 a The Family, un grupo de su invención, radicó en su quisquilloso criterio para seleccionar con qué material presentarse ante el público. Por más hermosa que fuese, "Nothing compares 2 U" simplemente no se amoldaba a lo que deseaba comunicar de sí mismo. Pero hasta ahí llegan las certezas respecto al tema. Sobre su origen, todo es más difuso.
Existen tres versiones de cuál fue la inspiración para "Nothing Compares 2 U" y solamente una tiene que ver con la vida amorosa de Prince. La más plausible es la de Rogers, quien sugiere que el tema está dedicado a Sandy Scipioni, la asistente del cantante, quien dejó de trabajar para él de forma repentina debido a problemas familiares. Para Prince, que no se caracterizaba por tener una relación muy cercana con sus empleados, fue un golpe bajo perder a la persona que conocía al dedillo cómo hacerlo sentir cómodo. Scipioni era la encargada de tareas como tenerle flores frescas encima del piano o asegurarse de que siempre hubiese Five Alive, su marca de jugos favorita, en el refrigerador. Cuando se fue, cuenta Rogers, Prince preguntaba todos los días por ella, deprimido. "Nothing compares 2 U", pese a haber sido escrita en clave romántica, sería un reflejo de su sensación de vacío al saber que no volvería.
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Un amigo de Prince llamado Jerome Benton tiene una historia distinta. Dice que el tema se basa en una conversación entre ambos, en la que el cantante escuchó sus problemas amorosos y luego los hizo música. La tercera versión en disputa es la de Susannah Melvoin, la voz femenina de The Family que grabó "Nothing compares 2 U", quien mantenía una relación intermitente con Prince. Aunque admite que él nunca le dijo de dónde salió la inspiración, Melvoin relata que al grabar el tema sintió que era un mensaje dirigido a su persona. El misterio, ese rasgo cada vez más esquivo en estos tiempos, se cierne sobre el origen del hit de Sinead O'Connor, que con el tiempo fue recuperado en conciertos por su propio autor y cubierto por varios artistas, con descollantes versiones del fallecido Chris Cornell y el proyecto nacional Jiminelson, entre otras. Aquel fatídico 21 de abril del 2016, la verdad sobre la canción se fue a la tumba junto a Prince.
https://www.youtube.com/watch?v=cpGA0azFdCs
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