Francisca Valenzuela, la que no calla

En una era en que los símbolos se volvieron un vehículo poderoso, había que poner atención a los detalles. Un chaquetón de un negro lustroso era el repositorio de las frases que resumen el pensamiento de la artista, que en los días del estallido participó en cabildos ciudadanos, marchó y cantó con otros. Y especialmente, con otras. "Feminismo revolución", se leía con trazo grueso en la manga derecha.

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Su regreso a Viña encuentra a Francisca Valenzuela en un momento estelar. Consolidada como figura en el mercado latino, empoderada como artista y mujer, ofreció un show que maneja los momentos de clásicos, canciones de su nuevo material y las pausas necesarias. Pero es precisamente el relato que articula La Fortaleza, basado en el camino de la oscuridad hacia la luz de una mujer derrumbada por una relación abusiva, lo que marca ciertas pautas del show.

Por ello dedica "Ya no se trata de tí", uno de los temas más elocuentes de su último disco, a quienes viven alguna situación de abuso. Y a poco de cantar "Héroe", las mujeres presentes en la Quinta Vergara cantan con fuerza el coro de "Un violador en tu camino". Ella lo sigue. "Grande Lastesis", dice con la pañoleta verde del aborto libre en su muñeca izquierda. Y pronto las palabras refuerzan los símbolos. Pide paridad, nueva constitución, derechos sociales.

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Los últimos años de Fran Valenzuela fueron una búsqueda. Una en que le permitió volcar la subjetividad en su obra, con un nivel de pericia técnica y artística más pulida y certera. Creció. Y así su espectáculo alterna emociones e historias relacionadas.

La consistencia del show también se nota en otros detalles. Algunos de sus clásicos como "Buen Soldado" o "Peces", pasan en una versión 2020 para equipar su diseño sonoro respecto a las canciones de La Fortaleza. Porque el plan es que toda la propuesta se sostenga en una estética afín, pero que dé un respiro para aquellos elementos distintivos de cada pieza musical. Colores, relatos, protesta: todo se inserta en un relato bien articulado que ofrece tensión dramática.

Su último paso, antes de recibir los premios, Gaviotas de plata y oro, fue taparse un ojo replicando el gesto de solidaridad con las víctimas de daño ocular en las manifestaciones. Porque algo que marca esta etapa es que no se guarda nada. "Me decían que me quedara callada", dice al presentar "Muérdete la lengua". Y esta noche, demostró que es su palabra la que conduce su carrera.