Humor de kermesse
El cuarteto desaprovechó la oportunidad gigante que les dieron, y que ellos tanto pedían, para dar un salto en su carrera, si hubiesen elaborado un libreto más trabajado. A cambio, ofrecieron una rutina inofensiva, repetitiva, más básica de lo aconsejable y derechamente fome. Peor que eso, una rutina intrascendente.
Fusión Humor seguramente la rompería en alguna kermesse, en algún festival de colegio, porque resultan simpáticos la mayoría, amables, pero en un lugar como la Quinta Vergara desentonan. El escenario se les hace enorme, como también habían evidenciado en Olmué y Talca -en años pasados- cuando se presentaron.
https://culto.latercera.com/2020/02/26/fusion-humor-la-calle-al-festival/
El cuarteto no logra llenar el escenario y anoche, nuevamente, quedaron expuestos a esa debilidad. Partieron con un mix de canciones, el cuarteto se tapó un ojo con la mano -una de las imágenes características tras el estallido social- y se tomaron los primeros minutos en darle al público algunas frases cliché para ganárselos.
Tras ese lento arranque, vino una serie de pequeñas historias, algunos chistes básicos -no algunos, en realidad la gran mayoría lo fueron- y varias referencias a la contingencia social que sonaron como proclamas en búsqueda de aplausos fáciles, pero con cero profundidad ni conexión a la rutina que tenían preparada. Apenas menciones que se vieron como una jugada fácil y acomodada.
https://culto.latercera.com/2020/02/27/fusion-humor-noche-sonada-festival/
El mayor problema de Fusión Humor fue conformarse con sacarle risas a la galería. Pensar que bastaba con congraciarse con la gente que aún quedaba -porque la platea estaba semivacía y la parte musical fue parte de esa torpeza- es miope, cuando se trata de un evento televisado: mientras los tres comediantes de las noches pasadas aprovecharon la pantalla tras ellos para realizar un espectáculo más atractivo a los televidentes, ellos no prepararon nada llamativo, remarcando la pobreza de su presentación para un show masivo y con 44 puntos de rating.
El cuarteto desaprovechó la oportunidad gigante que les dieron, y que ellos tanto pedían, para dar un salto en su carrera, si hubiesen elaborado un libreto más trabajado. Pero también uno que fuera más sorpresivo y nuevo. A cambio, ofrecieron una rutina inofensiva, repetitiva, más básica de lo aconsejable y derechamente fome. Peor que eso, una rutina intrascendente.
https://culto.latercera.com/2019/12/26/programacion-vina-2020/
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