Cambios de horarios y seguridad reforzada: el plan 2020 de Lollapalooza
El evento modifica su cronograma y suma tecnología y personal en los accesos, en una edición de aniversario que hace frente al estallido social y la amenaza del coronavirus.
Lollapalooza entra en tierra derecha para el inicio de su décima edición en Chile. Una versión cargada de expectativas, nuevos desafíos y uno que otro ajuste por parte de los realizadores del mayor festival de música del país, quienes en paralelo al festejo de su aniversario y a una serie de actividades anexas, trabajan en medidas especiales para el espectáculo del 27, 28 y 29 de marzo en el Parque O'Higgins, en línea con lo que han realizado otros eventos masivos en los últimos meses.
Tal como ocurrió con el Festival de Viña, Lollapalooza también comenzará y terminará más temprano que lo usual: el recinto abrirá sus puertas a las 11.00 los tres días -media hora antes de lo habitual- y el primer concierto de cada jornada comenzará a las 11.45. En tanto, el viernes 27 y sábado 28 el festival terminará a las 22:30, mientras que la jornada de cierre del domingo 29 culminará a las 21:45.
Con todo, sus organizadores enfatizan que los shows no se acortarán. "Hoy día no hay que ser experto para ver que la ciudad se está moviendo de una manera distinta, a partir de los acontecimientos sociales", comenta Andrés Varnava, Director de Producción de Lollapalooza Chile. "Existe una baja en el transporte público y también medidas de seguridad que están orientadas a no tener ciertos servicios hasta tan tarde.
Tomando en consideración toda esta temperatura social, política y cultural, nos estamos moviendo un poco más, estamos conversando con nuestros artistas y sus agentes y todos ellos han tomado muy a bien esta práctica de abrir las puertas a las 11.00 y cerrar el festival con anticipación", agrega.
Según el productor, los nuevos horarios del festival son fruto de un trabajo de meses, en coordinación con las autoridades, el transporte público y los artistas. Un nuevo cronograma que se implementará con especial énfasis en la jornada de cierre del 29 de marzo. "Ese domingo se conmemora además el Día del Joven combatiente, por lo tanto la locomoción colectiva de la ciudad en general baja. Entonces queremos terminar ese día a las 21.45 a más tardar, para que las personas puedan organizar de mejor manera su regreso a la casa", explica.
Estos ajustes implican a su vez una coordinación especial con Lollapalooza Argentina,
que al igual que en años anteriores se realizará durante los mismos tres días que la versión santiaguina, aunque esta vez con horarios distintos. "La mayor complejidad está en que con Argentina hacemos un 'back to back', entonces hay un estrés en los vuelos, por ejemplo, que solo se puede lograr con la experiencia de 10 años que llevamos trabajando en esto", señala el productor.
Monitoreo diario
Los cambios de horario son parte de un plan mayor de logística con el que Lollapalooza enfrenta un año más complejo. En ese sentido, desde la organización reconocen que las medidas de seguridad del evento se verán aún más reforzadas desde lo cualitativo y cuantitativo.
Sobre las coordenadas concretas que se tomarán en el Parque O'Higgins, el Director de Producción detalla que habrá "un incremento en nuestra inteligencia de cámaras, más cámaras con mejores tecnologías que nos permiten observar mucho mejor lo que sucede dentro del festival y en los perímetros. Hay un plan robustecido con respecto a años anteriores que cumple con estándares internacionales, con más recurso humano capacitado, mejores herramientas en tecnología y procesos específicos en accesos y perímetros".
Sobre este último punto y siguiendo lo implementado por otros festivales -como Viña 2020-, en los accesos al parque habrá mayor restricción en el tamaño de las mochilas de los asistentes, "para que haya una revisión efectiva pero rápida y así evitar atochamientos", explican. Y aunque en años anteriores ya se usaron detectores de metales, esta vez todos los accesos contarán con esta tecnología y más de un guardia de seguridad en la revisión, al tiempo que se restringirá "casi al mínimo" el ingreso de vehículos.
A este nuevo clima social se suma la amenaza mundial del coronavirus, que ya motivó ajustes en la cartelera local e internacional. Ayer Costa Rica se unió a la lista de países que suspende todos los eventos masivos -incluido un show de Guns N' Roses- y Lollapalooza Argentina salió a desmentir versiones de cancelación, ante el anuncio del gobierno de Buenos Aires de suspender eventos que "involucren público extranjero".
Ante esto, Varnava señala: "Frente a dudas de cancelaciones, estamos trabajando profesionalmente, tomando todas las medidas que haya que considerar y escuchando a todos los actores para tomar en conjunto la mejor decisión posible. Y ciertamente estamos día a día monitoreando, trabajando, pero nuestro plan es seguir haciendo el festival".
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