Zoom y la era del distanciamiento social: cómo se cocinan hoy los hits musicales del futuro
El confinamiento, como medida para prevenir la propagación del coronavirus, ha cambiado las dinámicas de trabajo en distintos rubros, entre ellos, la música. Mientras a algunos artistas parece acomodarles la dinámica de coordinar mediante videollamada, hay quienes no están cómodos con el cambio de formato. “Si tienes un segundo de desfase, te mata la vibra”, dice uno de ellos.
A veces la inspiración nace a partir de juegos, improvisaciones y conversaciones aleatorias, no siempre de ‘sesiones de trabajo’ concertadas para componer una obra. En otras ocasiones, una sesión de trabajo se puede convertir en juntas de dispersión.
En tiempos que el confinamiento es una de las medidas más efectivas para prevenir una mayor propagación del COVID-19, aquellas reuniones han cambiado su formato.
Mientras hay quienes han decidido continuar -o volver a- la composición en solitario,
para crear una o más canciones grupalmente, la opción ha sido volcarse a plataformas como Facetime, Zoom o Hangouts.
En enero de este año, el productor de hip-hop TM88 recibió una llamada urgente del rapero Lil Uzi Vert, quien buscaba un ritmo específico para su canción “XO Tour Llif3”. Los días siguientes trabajaron durante horas por videollamada para perfeccionar el tema. “Él decía ‘Saca eso, haz esto’. Lo hago y se lo envío de vuelta”, dijo TM88 a Rolling Stone. “Le digo lo que no me gusta de la letra. Todo el tiempo yo estaba cuidando a mi hija”, dijo el productor.
El resultado fue “P2”, la última canción del disco Eternal Atake de Lil Uzi. Si bien la composición a distancia no es algo nuevo, dejó de ser una opción que dependa de las preferencias de cada artista. La contingencia ha llamado crear en solitario o bien por videollamada, lo que no es muy efectivo para todos los compositores.
“No hay forma de replicar la conexión humana en una habitación”, dijo el compositor Dan Henig -quien trabaja con Monsta X y Chelsea Cutler-, “Pero incluso con desfase y un sonido de baja calidad, puedes encontrar la conexión y base en común. No es lo mismo, pero es lo que tenemos”, dijo a Rolling Stone.
Para Jazelle Rodriguez -quien trabaja con David Guetta y Cheat Codes-, el cambio de plataforma es un problema mayor. “Hay un desfase en Facetime -estás reproduciendo el beat, están moviendo sus cabezas, pero está completamente desfasado”, aspecto con lo que concuerda PJ Harding -compositor de Noah Cyrus y Chromeo- “Escribir canciones es más sobre escuchar y reaccionar en tiempo real. Si tienes un segundo de desfase, te mata la vibra, un factor decisivo”.
Neil Ormandy, compositor y co-propietario de SILO: Music -que creó la música para diversas series y tráilers de películas como CSI, Arrow, Gotham, Silicon Valley, Avengers y Star Wars- explica que Hangout es la más eficiente “pero aún así un poco defectuosa”.
Joe Kirkland -quien trabaja con Dua Lipa y Blackbear- dice que la más compleja es la popular Zoom. “Por los cambios de micrófono [que cambian según el interlocutor que hace ruido], es una sesión difícil. En una habitación puedes hablar por sobre otro o interrumpir fácilmente para intercambiar ideas [trabajando remoto] tienes que es esperar que cada uno hable su parte”, dijo sobre la necesidad de marcar los ‘turnos’ para expresarse.
“Hablas interrumpiendo a otro, o alguien intenta cantar una armonía, pero como no es en tiempo real no suena genial. Cuando nos conocemos por largo tiempo, no es incómodo”, dijo Mags Duvall -compositor de Big Family-.
Sin embargo, otra limitante es que restringe la cantidad de recursos para componer una canción. “Mucha gente está acostumbrada a tener un ingeniero o un productor -o ambas- que saben cómo grabar”, dice Antonio Dixon -colaborador de estrellas pop como Beyoncé y Ariana Grande. Por ejemplo, agregar armonías en el fondo o probar diversos efectos, no es tan fácil hacerlo con una cantidad acotada de participantes.
El rap lo ha hecho por años
Durante más de una década, referentes del hip-hop usan aplicaciones como Voice Memo App para grabar sus improvisaciones y primeras ideas -líricas o melódicas- para luego enviarlas vía web e ir adaptándolas.
Según explican los artistas entrevistados por Rolling Stone, esto podría no solo ser conveniente en términos prácticos -por la pandemia que estamos atravesando-, también es beneficioso para el medioambiente, según PJ Harding.
“Originalmente soy de Australia, y los últimos tres o cuatro años he viajado constantemente a Los Angeles, California, tal vez tres veces al año, y haciendo campamentos de composición en Corea e Indonesia”, dijo Harding. “Eso no es nada bueno para el ambiente. Así que lo he estado estudiando los últimos años -¿Cómo puedo seguir siendo productivo sin viajar tanto, lanzando tanto carbono a la atmósfera?-”.
Pero no todos lo ven con malos ojos. Mientras algunos trabajan por primera vez bajo estas condiciones, otros lo consideran un buen cambio de rutina. Por ejemplo, Poo Bear -productor y compositor de Justin Bieber desde 2013 -quien actualmente está en Bahamas- califica la experiencia de trabajar por FaceTime como “refrescante”. “Te hace prestar más atención. Estoy escuchando más detalladamente, asegurándome de no perderme de nada”, dijo Poo Bear.
Pero la crítica que impera es más bien negativa. “La semana pasada hice una sesión vía FaceTime, y es divertido para ponerse al día, pero el proceso de componer es difícil. Estando en casa a veces hay niños… en totalmente diferente a cuando trabajas en un estudio”, dijo Luke Laird, quien escribe para Kacey Musgraves y Eric Church.
El confinamiento ha cambiado las reglas del juego. Si antes con un lápiz, papel y guitarra se creaban hermosas melodías -lo que aún hacen algunos- la evolución misma de la música ha llevado a progresivamente agregar efectos, instrumentos, arreglos; y por ende, la participación de más personas.
“Estamos acostumbrados a ver entre siete y diez compositores en una canción”, afirmó Cyphert. “Tal vez esto cause una explosión de 100% en royalties [para los que compongan solos] o más 50/50 [dos compositores], que es la forma en que solía ser”. Si de elegir entre reunirse en persona o trabajar por videollamada se trata, Cyphert da con un punto medio.
“Saber que puedo hacerlo es genial. Pero no lo quiero hacer para siempre”, expresó.
Con meses por delante en la batalla con la pandemia de coronavirus, y con la incertidumbre respecto al panorama futuro en el entretenimiento; Dan Henig predice que la industria musical avanzará hacia esta modalidad. “La industria crecerá en la dirección que las sesiones remotas, se consideren normales”.
“No siempre tienes la situación ideal. Solo haces que la canción salga a la luz de la forma que puedas”, concluyó Luke Laird.
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