Fuego, topless y Flea desnudo: Red Hot Chili Peppers en Woodstock
Antes de que Woodstock —en su versión de fin de siglo— terminara en llamas y con destrozos masivos, la imagen de Flea desnudo, Anthony Kiedis decolorado, Chad Smith de jockey azul y John Frusciante con camiseta de manga corta encima de una de manga larga pasó a la historia gracias a un imponente setlist cargado a Blood Sugar Sex Magik y el recién estrenado álbum Californication.
De un Woodstock a otro, las presentaciones de Red Hot Chili Peppers en la reencarnación noventera del legendario festival coincidieron con momentos clave de su carrera. En la edición 94′ eran aún los dueños del mundo. El éxito desmedido de Blood Sugar Sex Magik los tenía en la atención de todos. Y ellos entregaron la cuota de sudor y espectáculo que, cual circo romano de la generación X, exigía la audiencia. Vestidos de ampolletas, en esa jornada el cuarteto presentó a su nuevo guitarrista, Dave Navarro, quien reemplazó a John Frusciante, el que pagó con sus adicciones los costos del estrellato.
Cinco años después la situación era diferente. El grupo era básicamente un puñado de sobrevivientes. A las drogas. A las dudas. A la salida de Dave Navarro. Como solución desesperada, Flea logró convencer a un Frusciante repuesto y limpio de regresar al cuarteto. Posiblemente el hecho de compartir desgracias los unió. Ese ánimo por superar la adversidad lo plasmaron en Californication. Un disco que los regresó a los sitiales de privilegio en la atención mediática, gracias a sencillos como "Scar Tissue" y "Otherside". Por ello no sorprendió que fuesen considerados para la edición 99' del evento que se realizó entre el entre el viernes 23 y el domingo 25 de julio en la antigua base Griffiss de la Fuerza Aérea en Roma, Nueva York. Los Chili Peppers fueron programados el último día a las 21.00 horas, como número de cierre.
Por ello, se organizaron. La idea era ir, tocar y retirarse rápido para evitar el atasco de encontrarse con la gente que se marchaba. "Teníamos previsto salir en avión, coger un autobús, llegar al sitio una hora antes del concierto, centrarnos, tocar y salir pitando del infierno para adelantarnos al éxodo de las masas" cuenta el vocalista Anthony Kiedis en su autobiografía Scar Tissue (2016, Capitán Swing).
Peppers al desnudo
Pero si algo le faltó a Woodstock 99, fue precisamente tranquilidad, y el conjunto no tardó en notarlo. "Antes de llegar nos habían contado algo de que la organización del festival era poca y la multitud estaba perdiendo el control. Al acercarnos a esa vieja base militar del norte del estado de Nueva York nos quedó claro que aquello no tenía ya nada que ver con Woodstock", detalla Kiedis. "No era un símbolo de paz y amor, sino de codicia y caja registradora. La palomita con la flor en el pico decía: '¿Cuánto podemos cobrarle de más a los chavales por esta camiseta y quedarnos tan tranquilos?'".
Mientras se preparaban para salir a escena, los músicos recibieron una inesperada visita en el camarín. "Nuestra hora sagrada de preparativos se vio interrumpida cuando la hermana de Jimi Hendrix apareció en el backstage para suplicarnos que tocásemos una canción de su hermano. Según parecía, se había ido al traste un tributo de grandes estrellas a Hendrix y a la hermana le apenaba que Woodstock se olvidase de él. Llevábamos mucho tiempo sin tocar una canción de Hendrix, así que primero nos inclinamos por decir que no, pero no dejó de insistirnos en cuánto significaba para ella, y diez minutos antes de salir al escenario decidimos tocar 'Fire'".
Los californianos registraron su versión para el tema del zurdo en el álbum Mother's Milk (1989), el primero con Frusciante y el baterista Chad Smith a bordo. Aunque llevaban un tiempo sin incluirla en sus sets de directo -según setlistfm, no lo hacían desde 1991-, aceptaron el desafío.
Con los minutos consumiéndose hacia la hora señalada, el bajista tomó una decisión. "Justo antes de que nos tocase subir al escenario, Flea se me acercó y me dijo:
-Estoy pensando en dar el concierto desnudo. ¿Qué te parece?
-Si es lo que has pensado, ni te lo plantees. aca a ondear tu bandera de fenómeno, hermano.
En aquel entorno, a él le parecía natural estar desnudo y nadie le perturbó", cuenta el cantante en su biografía. De todas formas no era algo extraño en el conjunto. Ya desde fines de los 80' se presentaban sin ropa en algunos shows, solo con calcetines como única protección en la zona genital. Una imagen que con el tiempo se hizo inseparable de la banda.
Con algunos problemas en el sonido de la guitarra, el grupo salió a tocar con su habitual energía. Abrieron con "Around the world", uno de los sencillos de Californication, que destaca por la performance de Flea, quien, como no, entró a escena dando saltitos como para asegurarse que todos lo vieran tocando tal como llegó al mundo. De todas formas, esa fue una jornada calurosa, pues los termómetros en los días de festival llegaron a marcar hasta 37ºC. Para esa noche prepararon un set de 16 canciones: seis de Blood Sugar Sex Magik, seis del nuevo elepé, dos covers y otros dos temas sacados de su discografía ("Soul to squeeze" y "Me & My Friends"). En principio todo marchó bien. Hasta que una chispa lo encendió todo.
"Let me stand next to your fire"
Como una montaña rusa empinada casi sin fin, Woodstock no paraba de subir en cuanto a la locura de los shows y su audiencia. El viernes, Insane Clown Posse aportó lucha libre y bañó de bebida Faygo el escenario; el sábado, la destrucción llegó de la mano de "Break Stuff" en el show de Limp Bizkit, a lo que se sumó la quema de la bandera de EE.UU. en el show de Rage Against the Machine; por lo mismo, la jornada de cierre del domingo guardaba un número aparte, directo a la caída libre.
Paradójicamente, el origen de todo partió con un grupo anti-bélico llamado Pax -que se oponía principalmente al uso de armas de fuego y que actualmente lleva por nombre The Center to Prevent Youth Violence-, entregó velas a parte de los asistentes de esa jornada. ¿La finalidad? Encenderlas durante "Under the bridge", una de las canciones más populares de Red Hot Chili Peppers. La tocaron tras "Easily".
En un momento calmo, parte de la audiencia encendió las velas. Miles de luciérnagas adornaban Woodstock, en un clima extraño para cómo se había dado todo en los shows anteriores. Sin embargo, pasaron solo unos minutos para ver las primeras llamas gigantes en la multitud.
Solo bastó una canción más ("Me and my friends"), para que el espectáculo fuese suspendido momentáneamente. Ahí, John Scher, uno de los organizadores del festival, pidió a los asistentes alejarse del fuego y preocuparse porque nadie saliera herido. Sin embargo, poco les importó escuchar a los presentes, quienes pagaron US$ 150 por entrada (que, en aquella época, era un costo alto) y no tenían siquiera garantizado algo básico como el agua.
El fuego alcanzó una de las torres de control, y aunque la banda volvió al East Stage a tocar dos canciones más, todo se fue de las manos.
Tras "Sir Psycho Sexy" vino el cierre con "Fire". Lo que más sonaba en Woodstock en ese momento fue "Let me stand next to your fire" ("déjame estar cerca de tu fuego"). "Al caer la noche vimos una columna gigante de fuego al fondo, detrás del público. Habíamos pasado por toneladas de festivales en los que se encendían hogueras, así que no nos pareció nada fuera de lo normal. Cuando llegaron nuestros bises, empezamos con 'Fire' no porque hubiese ningún fuego arrasador, sino para darle algo de alivio a la pobre hermana de Jimi. Y encajó como un guante", recuerda Kiedis.
Ya con RHCP fuera de escena, el incendio del público aumentó: no solo las llamas eran parte del panorama, sino también comenzaron los saqueos y la destrucción de camiones que eran de la organización.
"Después nos bajamos del escenario, fuimos hasta el avión, aterrizamos en Manhattan y nos metimos en nuestra segunda casa de allí, el Mercer Hotel", detalla la voz de los Chili Peppers. "Aunque no era más que medianoche, empezamos ya a enterarnos de todo el follón de disturbios, violaciones y fuegos que estaban arrasando Woodstock. Fue de lo más extraño, porque a nosotros nos había parecido un espectáculo de rock and roll normal", añade.
"Lo que se suponía que serían tres días de paz, amor y música, terminaron en una noche de saqueo e incendio", aseguraba una periodista de NPR que entregó el balance al día siguiente, añadiendo que "nadie sabe el motivo de los disturbios, pero algunos asistentes al concierto lo atribuyeron al alto costo del agua y la comida".
En ese mismo despacho, la reportera aseguró que una edición de Woodstock que estaba pensada para realizarse en Europa, quedó suspendida tras el escándalo en Nueva York, lugar donde las llamas recién se extinguieron al lunes en la mañana, mismo momento en que el público abandonaba la base naval.
“En cualquier caso, nos despertamos con los periódicos y las emisoras de radio denigrándonos por incitar a la multitud tocando ‘Fire’. No hicimos ningún caso de esas acusaciones tan ridículas, pero sí resultó que los promotores eran unos capullos y que el ambiente no había sido nada de fácil para los asistentes”, cierra su recuerdo el vocalista de Red Hot Chili Peppers.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.