Una película como una catarsis, experimento o manera de estrechar lazos familiares. En fin, un proyecto como Hecho en casa puede ser cada una de esas alternativas o todas ellas al mismo tiempo. Es multifuncional y fue realizado por 17 artistas audiovisuales, desde directores a actrices. El resultado de todo debutará este martes 30 por la señal de Netflix, la compañía que lo respaldó después de ser concebido por los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín de la productora Fábula junto al italiano Lorenzo Mieli, de The Apartment.
El trabajo, más o menos a contrarreloj, comenzó en marzo y se extendió por cerca de dos meses. Son historias de cinco a siete minutos de duración, para todo tipo de audiencias, en estilo libre, pero construidas bajo las reglas de la pandemia global: en casa (o, si se permite, en el vecindario), con la cámara que haya a mano, sea profesional o celular. Las locaciones son los lugares de residencia de cada cual, con ciudades en América del Norte, Sudamérica, Europa y Asia.
No es demasiado lo que se sabe de cada película, aunque el diario especializado Variety adelantó que la historia a cargo del cineasta chileno Pablo Larraín transcurre en una conversación por Zoom. En el trailer se suceden imágenes de ciudades como Los Angeles y Santiago, pero también de bosques en Vermont (EE.UU.) y una curiosa escenografía con un Papa y una Reina Isabel II en formato minifiguras.
“Es complejo filmar hoy en día, considerando que sólo se puede hacer en casa”, dice a Culto el productor y socio de Fábula Juan de Dios Larraín. “Estamos en una crisis bastante profunda y hay un medio que va a salir bastante resentido”, agrega sobre la obra en que hay cineastas como el italiano Paolo Sorrentino (La gran belleza), el escocés David Mackenzie (Hell or high water) o la japonesa Naomi Kawase (Still the water). También hay segmentos a cargo de las actrices Kristen Stewart (Personal shopper) y Maggie Gyllenhaal (La secretaria). Desde Chile, además de Larraín, también participa Sebastián Lelio.
En conversación con Culto, Pablo Larraín se refirió a Hecho en casa, el nombre de la obra colectiva.
“Fue durante una reunión de Fábula que comenzamos a lanzar ideas y a Julio Rojas, que es jefe de guiones de la productora, se le ocurrió que podríamos convocar a diferentes directores a hacer cortometrajes dentro de su casa”, dice el realizador de Neruda y Jackie.
-¿Qué le parece el resultado del proyecto?
-Es bastante fascinante. Hay historias muy diversas hechas por gente muy distinta, pero en todas se demuestra la inmensa similitud en que se vive la pandemia en todo el mundo. Son muy parecidas las dificultades y dolores, con zonas claras y zonas oscuras, que creo se exhiben aquí con mucha belleza.
-¿Cómo se diferencian entre sí los cortos?
-En estas películas cada quien filmó su realidad y cuando se hace aquello surgen relatos íntimos, muy valiosos desde el punto de vista audiovisual, pero también importantes en cuanto a testimonios. Tal vez cuando pasen los años y uno pueda mirar hacia atrás con perspectiva, se observará esto como una suerte de legado y reflejo de los días, meses o años en que la humanidad pasó por esta crisis tan triste y devastadora. En ese período hubo un grupo de personas que se animaron a filmar sus circunstancias desde su propio confinamiento, dejando un reflejo de lo que les pasó y de quienes somos.
-En un comunicado difundido por Netflix se dieron a conocer las diferentes apreciaciones de los involucrados en esta obra.
-La actriz Kristen Stewart, por ejemplo, sostiene con gratitud: “El arte que nace de la limitación se materializa de una forma sorprendente y hasta cósmica, y los cortometrajes por naturaleza no necesitan seguir ninguna regla, lo que deja abierta la idea de lo que se puede hacer en una película. Estoy inmensamente agradecida por esta idea liberadora”.
Otros, como el escocés David Mackenzie, lo ve en términos domésticos: “He estado largo tiempo interesado en usar el cine para crear retratos íntimos de personas, así que tomé esta oportunidad para hacerlo con mi hija, quien acaba de cumplir 16 años durante la cuarentena”.
Sebastián Lelio (Una mujer fantástica), finalmente, fue más explícito sobre su contribución: “Fue un gran desafío concebir una obra audiovisual que hable sobre el aislamiento, la ansiedad, la locura y el absurdo en tiempos del Covid-19. Al final, lo que despertó más mi entusiasmo fue la mezcla de géneros: Algoritmo es una combinación de musical de bajo presupuesto, crónica urgente y manifiesto personal”.