De Flor Motuda a Los Tres: la huella de Ennio Morricone en la historia del rock chileno
Durante medio siglo, diversos grupos nacionales encontraron inspiración en la obra del italiano, con versiones criollas para El clan de los sicilianos o El bueno, el malo y el feo.
El nuevo single que lanzarán Los Sour Times, agrupación que -entre otros- integran el tecladista Camilo Salinas y el ex Chancho en Piedra Pablo Ilabaca, es un cover de “El clan de los sicilianos”, la popular canción que Ennio Morricone compuso hace medio siglo para la película francesa con Alain Delon. Para Salinas no es una melodía ajena: hace dos décadas la interpretó junto a Los Tres en una serie de conciertos luego editados bajo el título Vermouth y noche.
“Con Álvaro (Henríquez) éramos bien fanáticos de esa pieza”, cuenta el pianista sobre un tema que el mismo grupo penquista tributó años antes con un breve guiño en su Unplugged para MTV. “Lo magnífico es cómo Morricone construye las melodías y cómo ocupa la orquesta al servicio de lo popular, a una música que te abre un campo de emociones diferente”, añade el integrante de Inti-Illimani Histórico.
Además de su imborrable huella en el cine y en la música docta, la muerte del maestro italiano ha puesto de relieve el impacto de su monumental obra en rincones menos conocidos. Entre ellos, el lejano rock que desde los años 60 comenzó a cocinarse en Chile y que en diversas etapas de su historia ha abrazado su particular instrumentación o su imaginario de forajidos y gángsters.
Un vínculo que ha transitado entre la anécdota y el homenaje y que encontró su primer hito en Los Sonny’s, conjunto santiaguino que entre 1967 y 1971 tuvo a Flor Motuda en guitarra y voz. Tras un par de álbumes cargados al rock and roll y la psicodelia, en 1968 la banda registró por encargo de RCA el primer cruce entre Morricone y la música criolla: un LP con covers de su banda sonora para la “trilogía del dólar”, de Sergio Leone, con versiones propias para icónicas composiciones como Por unos dólares más y El bueno, el malo y el feo.
Al año siguiente Pat Henry y Los Diablos Azules hicieron lo propio para el sello Odeón con un álbum homónimo que, entre covers de Neil Diamond y los Rolling Stones, también tributó a El bueno, el malo y el feo, la gran épica del spaghetti western que años después tendría incluso una parodia en el Jappening con Ja.
“Morricone fue un gran constructor de timbres y logró generar un tópico sonoro de esa época al incluir instrumentos como el trompe, la ocarina o la guitarra eléctrica”, comenta el musicólogo Juan Pablo González, quien plantea que el impacto del compositor en el primer rock nacional responde tanto a la influencia local de la música de su país (“todo el twist que bailamos en Chile era italiano”, dice) como también a “una épica que es más difícil de lograr en la música popular que en la banda sonora o lo docto”.
No parece casualidad que Metallica hace años aleone a su público antes de cada concierto con “El éxtasis del oro”. O que diversos intérpretes chilenos hayan encontrado en Morricone una referencia instrumental que no está presente en otros compositores para cine.
“Es de los compositores del siglo XX que incluyó más elementos pop o posmodernos”, dice Ángel Parra, quien sitúa al maestro romano entre sus principales influencias, tanto en su época con Los Tres como en su actual trabajo solista. “La guitarra eléctrica es súper importante en su música y hay una conexión con Chile muy potente. Flor Motuda, Carlos Corales y Oscar Arriagada estaban influenciados por esa combinación de guitarras y teclados italianos de la época”, explica.
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