Deborah Feldman: “Escribí Unorthodox sabiendo que era mi única puerta a la libertad”
La autora del libro que inspiró la exitosa serie de Netflix cuenta cómo pudo salir y desligarse de la comunidad judía ultraortodoxa de Nueva York en que creció. La obra sale en español este jueves por el sello Lumen.
Desde adolescente Deborah Feldman (33) soñaba con convertirse en escritora. Por supuesto, era impensado para una chica criada en una familia de la comunidad Satmar adherente al jasidismo, rama del judaísmo ortodoxo con un estricto control de las normas religiosas. Feldman tuvo prohibida la educación estadounidense tradicional y visitar la Biblioteca Pública de Nueva York. Sin embargo, eso no impidió que desarrollara su curiosidad por el mundo y la literatura.
“Tenía esta idea de convertirme en escritora. Es algo con lo que soñaba siempre antes de ir a dormirme. Luego entre los 14 y los 20 años me olvidé, fui a la universidad y comencé a hacerlo en secreto. Allí aprendí a escribir del mismo modo que cuando era pequeña leía: como una forma de escape, para vivir en mundos exteriores”, cuenta Deborah Feldman, quien mantenía en secreto lecturas como Orgullo y prejuicio de Jane Austen.
El libro como escape
Desde su casa en Berlín, la autora comenta detalles de su vida en la conferencia de prensa de su libro Unorthodox, que este jueves será publicado en español por la editorial Lumen.
Publicado en su idioma original en 2012, Unorthodox narra en primera persona la vida de Deborah Feldman: las estrictas normas que debía acatar -el tipo de ropa que podía vestir, lo que podía leer y el uso del yiddish como idioma principal- y cómo planeó su salida de la comunidad ortodoxa. El libro además inspiró la serie estrenada por Netflix en marzo de este año.
Tras haberse casado a los 17 años en un matrimonio arreglado, Deborah se convirtió en madre. Fue en ese punto donde comenzó a pensar en salirse de la comunidad. “Yo iba a la universidad en secreto y tenía un plan para salir de la comunidad en la que vivía, era un plan que yo había ideado en el hospital justo después de que mi hijo naciera”, recuerda.
Así fue como a través de la escritura del libro, Feldman buscó la forma de salir de la comunidad. “El libro lo escribí con mucha presión, sabiendo que era mi única puerta a la libertad, lo único que iba a conseguir que me ayudara a sobrevivir a mí y a mi hijo”, cuenta. Fue un proceso intenso donde tuvo mayor espacio para la reflexión. Esa historia finalmente terminó cautivando al público.
En la conferencia, Deborah Feldman también se refirió a cómo el rol de la mujer es fundamental dentro de la comunidad judía ortodoxa y lo difícil que era para ella, por sobre todo, poder mantener la custodia de su hijo. “Ellos querían a mi hijo y me perseguían por ello y al final yo conseguí mi libertad y la custodia del niño. Pero esto lo conseguí con el libro, sin el libro no lo hubiera logrado: hubiera sido una mujer más que perdió a su hijo”, señala.
Tras tener a su hijo, Deborah Feldman convenció a su esposo de dejar atrás a la comunidad Satmar. Acerca de las diferencias de género vividas en matrimonio, la escritora dice: “Evidentemente él nunca necesitó escribir un libro. Él podía irse en cualquier momento y vivir su vida. Nadie se lo hubiera impedido, no tenía que vender la historia de su vida para atraer la atención para sobrevivir”.
Incluso con el éxito que ha significado su historia, contada a través del libro y también a través de la serie (aunque con algunos matices), Deborah Feldman no cree que su vida haya inspirado particularmente a otras mujeres a huir de la comunidad ortodoxa.
“Yo creo que contribuí como otras, pero no soy la única. Hay mucha gente valiente que ha hecho este camino sin ninguna ayuda pública, sin ayuda de nadie. Si unimos todo esto tenemos un movimiento inspirador: la cuestión es ver si son felices, si siguen vinculados a esa comunidad o si quieren irse. Hay algo que se está moviendo, eso es cierto”, concluye.
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