Cuando comenzó la pandemia, en la agencia Catalejo se preguntaron cómo enfrentarla. Los tres socios, el publicista Pablo Francois y los hermanos José y Alejandro de la Carrera, periodista e ingeniero respectivamente, llevan seis años diseñando estrategias de comunicación y generando contenidos culturales. Tras la crisis social de octubre del año pasado, el covid les planteó un reto de proporciones. “Nos dimos cuenta de que a través de las tecnologías que se fueron masificando, como Zoom, podíamos volcar, por un lado, toda nuestra pasión por la cultura y las artes, y por otro, todos nuestros conocimientos en estrategias de difusión, para juntar a los referentes de nuestra cultura con sus audiencias en todo el país y también en otros países”, dice José de la Carrera.
De ese modo concibieron Talleres de Bolsillo (talleresdebolsillo.cl), una plataforma que ofrece contenidos culturales en formato compacto y económico: en talleres de dos a cuatro sesiones, a través de Zoom y con valores desde los $ 30.000.
Con experiencia en generación y difusión de temas de cultura, Catalejo produce semanalmente el programa Desde el Jardín, espacio de conversación de Cristian Warnken en Radio Pauta. Warnken es uno de los talleristas de la plataforma, junto con María José Viera-Gallo, Patricio Fernández, Alberto Fuguet, Catalina Infante y Leonardo Padura; cineastas y artistas como Sebastián Lelio y Daniel Muñoz.
De acuerdo con sus creadores, el propósito es brindar una introducción o una reflexión en torno a los temas propuestas, desde cómo se escribe una novela, cómo hacer versos para canciones a lecturas de escritoras chilenas contemporáneas. “En estos talleres se entregan ciertas herramientas y recursos para entender, conocer y aprender sobre los temas abordados, pero luego, si las personas quieren profundizar, pueden ir en busca de esos otros talleres que duran semanas o meses y que se detienen mucho más en los contenidos”, dice José de la Carrera.
Uno de los aspectos en los que invierten más energía, según cuenta, es en la selección de los autores, una curatoría que persigue tres aspectos: “Que sean talleres del ámbito de la cultura y las artes lo cual permite incoporar autores de distinta disciplinas, que los temas que se aborden sean atractivos y novedosos y que quienes los hagan tengan la experiencia suficiente en los temas que abordarán para asegurar calidad del contenido y así, la buena experiencia de los participantes”.
La idea ha sido bienvenida por los autores invitados, subraya José de la Carrera: “Tenemos la sensación de que esto ha sido algo tremendamente atractivo para los talleristas y es parte del éxito que estamos viendo. Por otro lado, hemos visto que en muchos casos, los talleristas también destacan el valor de acercarse a nuevas audiencias, lo cual más allá de lo económico, se convierte en un capital cultural importante”.
¿Cómo ha sido la respuesta de la gente?
Estamos sorprendidos de la buena recepción de las personas. En menos de un mes tenemos más de 800 personas inscritas entre todos los talleres que ofrecemos. Hay gente inscrita desde distintas localidades del norte y sur de Chile, y también personas de California, Berlín, Buenos Aires, Quito y otras ciudades del mundo. Esto era algo que estábamos buscando y por lo tanto nos llena de satisfacción poder contarlo. Al final de cada taller hacemos una encuesta de satisfacción y la experiencia de las personas reflejada en sus respuestas es muy positiva. Casi el 99% recomienda los talleres en los que participan y tomaría otro taller de la plataforma.
¿Cómo ven el auge de seminarios, cursos y talleres online?
Vemos un tremendo auge, lo cual nos parece súper positivo. Creemos que este formato tiene algunas virtudes que en algunos casos superan las ventajas que puede tener un taller presencial. Los talleres online permiten democratizar la participación permitiendo el acceso a muchas más personas desde cualquier lugar del país, pero también, por ejemplo, que las personas puedan estar escuchando un taller del tema que les gusta, con el autor que les gusta, pero desde la comodidad de sus casas con una copa de vino y sin perder tiempo en traslados, que muchas veces implican tacos insoportables que van lesionando la experiencia.
¿La pandemia abrió otras oportunidades para la cultura?
Sin duda y este es un claro ejemplo de eso. Imagina todas las personas de regiones que no tenían acceso a estas instancias y que hoy, desde sus lugares, pueden tomar contacto con sus referentes. Lo mismo ocurre con el teatro y otras exposiciones que de aquí adelante, aunque se hagan presencialmente, seguramente van a tener su versión digital para alcanzar a más públicos.
¿Estos nuevos emprendimientos se quedarán luego de la pandemia?
Nosotros estamos convencidos de que esto va seguir más allá de la pandemia. Por ejemplo, antes era incompatible salir de vacaciones a la playa o a la montaña y participar de este tipo de talleres, pero ya no. Antes muchas personas no podían asistir a un taller como estos por no vivir en la misma ciudad del autor. Ya no. Antes por un tema de tiempo, las personas no alcanzaban a ir al lugar presencial de un taller. Ya no. Así hay varios elementos más que nos hacen pensar que esto permanecerá con más fuerza de aquí en adelante.