Las 5 cosas que el Ejército de Dumbledore nos enseñó acerca del activismo y la resistencia política
Creado por Hermione, el ejército que seguía los principios del director de Hogwarts se cuestionaba la autoridad, enfrentaba las noticias falsas, defendía sus ideales y enseñaba a desarmar al enemigo sin tener que decir Avada Kedabra.
En 1995, Hermione Granger decidió que las clases de Defensa Contra Las Artes Oscuras no estaban cumpliendo su objetivo (tal como lo indica su nombre, enseñar de forma efectiva cómo defenderse de las artes oscuras), y decidió fundar un club secreto llamado El Ejército de Dumbledore en donde como alumnos podían aprender -con Harry Potter como profesor dada su vasta experiencia intentando no morir a manos de Voldemort- lo básico de defenderse de la magia poco amigable.
Aquellos años en los libros del ahora joven mago -1995, 1996 y 1998- eran Tiempos Oscuros, La libertad de prensa estaba decayendo poco a poco, Dumbledore -el director del colegio mágico- y su visión del mundo estaba siendo reprimido, y el ministerio de Magia estaba siendo rápidamente corrompido por los seguidores de Voldemort.
Aquí, dos visiones chocaban: Dumbledore creía firmemente en que todos los niños con habilidades mágicas debían ser educados en su escuela de magia y hechicería. La educación debía ser de libre acceso para aquél mago o bruja que lo quisiese, independiente de sus orígenes.
Voldemort por su parte, similar a la visión de Hitler con los judíos, priorizaba la eugenesia. Creía que las personas no-mágicas eran inferiores, y por ende, podían ser eliminadas y utilizadas a su antojo. De la misma forma, creía en la pureza de la sangre mágica, y lo consideraba como algo que debía protegerse a toda costa.
Para esto, y siguiendo una filosofía de -el fin justifica los medios-, los Mortífagos dieron rienda suelta a su supuesta superioridad, asesinando muggles y torturando y matando a los magos que se mostraban simpatizantes de ellos.
Fue en este contexto que El Ejército de Dumbledore renació, esta vez no como un club de estudio, sino más bien como una resistencia que se formó clandestinamente dentro del colegio y que fue clave para derrotar a Voldemort.
Comenzar una resistencia política contra un dictador que intenta acabar con los muggles quizás no es algo con lo que te enfrentes día a día, pero se puede aprender ciertas cosas.
1. Siempre cuestiona a la autoridad
Cuando Dolores Umbridge llegó a Hogwarts como una nueva profesora, continuamente aseguraba que todo en el mundo mágico estaba bajo control y que los ataques contra muggles eran solo una invención para desacreditar al ministro de Magia, Cornelius Fudge. De la misma forma, el propio Fudge desconocía los ataques que ocurrían, indicando que solo era propaganda en su contra.
Harry sabía que Voldemort estaba de vuelta, y continuamente criticó lo que decía Umbridge, muchas veces siendo castigado por esto. A pesar de todo, logró que algunos estudiantes simpatizantes también se sintieran inspirados por su osadía y más tarde, dieran inicio el Ejército de Dumbledore.
2. La organización es clave
A pesar de la alta represión y el ambiente escolar hostil que existía en Hogwarts, los estudiantes que quedaban mientras el caos era sembrado por los seguidores de Voldemort decidieron unir fuerzas y defender a los más débiles. Del mismo modo, y sabiendo que en el futuro Harry necesitaría de su ayuda, se mantuvieron ocultos esperando el momento para la batalla final, sirviendo de refugio para aquellos estudiantes que se revelaban contra los tratos inhumanos que recibían por parte de los seguidores de Voldemort.
3. Enfrenta las fake news/noticias falsas
El 1 de agosto de 1997, el programa de radio de magos dejó de reportar asesinatos cometidos por Mortífagos. Del mismo modo, la red fue usada para promover la ideología de Voldemort y difundir mentiras sobre Harry Potter y desacreditarlo.
Para luchar contra esto, los amigos de Harry crearon una radio clandestina en donde promovían el cuidado por el vecino - muggle o mágico - y noticias sobre los crímenes que estaban ocurriendo.
4. Defiende tus principios
En el período escolar 1997-1998 Hogwarts cayó bajo el control de Voldemort, quien nombró a sus seguidores como profesores del colegio. Alecto y Amycus Carrow eran dos hermanos que se encargaron de difundir propaganda en contra de los muggles y aquellos nacidos de muggles, enseñando Artes Oscuras y exigiendo a los estudiantes que practicaran maldiciones prohibidas en los estudiantes que se encontraban castigados.
Para combatir esto, Neville indica que se ha opuesto públicamente a las "enseñanzas" de los Carrows, y si bien eso le significaba sufrir castigos físicos, indica que "vale la pena", pues notó que cada vez que Harry Potter enfrentaba a la autoridad, le daba esperanza a los otros estudiantes de que todavía existía gente dispuesta a luchar por lo que era correcto.
5. Más Expelliarmus, menos Avada Kedabra
Quizás una de las lecciones más relevantes de todos los libros de Harry Potter es que éste, incluso cuando estaba luchando por su vida, utilizaba un hechizo desarmador conocido como "Expelliarmus". Al conjurarlo, lo que provoca es desarmar al enemigo (en este caso, hace que la varita del adversario vuele lejos, y así éste no pueda atacar). A diferencia de Voldemort y sus seguidores, que utilizan maldiciones destinados a herir y matar, Harry nunca buscó utilizarlas de manera activa, ni siquiera cuando peligraba su vida.
Similar a como Batman tiene la consigna de “No matar”, Harry hasta último momento decidió no luchar de la misma forma que sus adversarios, lo que lo llevó finalmente a derrotar a Voldemort.
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