Mujeres del mundo mágico: la importancia de los personajes femeninos en Harry Potter
Con roles primordiales, muchos fuera de los estereotipos, y principalmente tomando decisiones por ellas mismas, las mujeres del mundo mágico juegan un papel fundamental en la tarea de retratar el ambiente en el que se desarrolla la historia del joven mago: visibilizar el sexismo y combatirlo.
Después que acabara la saga de Harry Potter, específicamente las películas en 2011, el actor Daniel Radcliffe, quien interpretó al mago durante una década, se sentó a conversar con J. K. Rowling sobre la importancia de los libros y los filmes. Ahí, no alcanzan a pasar dos minutos y la conversación fija como su primer tema a Hermione Granger.
El personaje femenino principal de la saga explica, con el solo hecho de existir, que la presencia de mujeres en Harry Potter es primordial y cumple un rol importante en el mundo del joven mago. J. K. Rowling lo sabe y se lo comenta a Radcliffe de diferentes maneras.
"Cuando eligieron a Emma para el papel, yo sabía que era la indicada por su personalidad, pero cuando la miré, recordé que después de todo esta era una película". La escritora se refería a que Emma Watson, la actriz que interpreta a Hermione Granger, era mucho más hermosa físicamente que lo que ella había imaginado para su personaje.
Pero luego, comenta algo que encapsula todo el tratamiento que los libros de Harry Potter le dan a las mujeres y esa su capacidad de decisión: "Escribí un personaje femenino muy fuerte que era primordialmente inteligente. Ella no es esencialmente bonita, sin embargo ella elige ser bonita, porque también puede serlo si quiere". Esta, aunque parezca simple, es la base de cómo son retratadas las mujeres en el mundo mágico.
Sin estereotipos
A lo largo de la saga, algunos de los personajes femeninos más importantes no han encajado en estereotipos de género, como por ejemplo Luna Lovegood y Nymphadora Tonks. Otras, han evolucionado a no cumplir con esos estereotipos. Por ejemplo: Hermione Granger es salvada por Harry y Ron de un troll en el primer libro. Lo mismo pasa con Ginny Weasley, quien tiene que ser salvada por Harry en la segunda entrega. No contentas con ese orden de las cosas, Hermione y Ginny, a medida que transcurre la historia, se transforman rápidamente en uno de los personajes más fuertes. Así es como no perpetúan las diferencias del pasado.
En general, son mujeres fuertes, inteligentes y que también participan en las batallas. Los deberes nunca están divididos entre hombres y mujeres de una manera estereotipada. Ambos géneros luchan contra el mal, son buenos en el deporte estrella, Quidditch (Ginny Weasley es una de las mejores buscadoras de su generación y la profesora de ese deporte en el colegio es una mujer) y su valentía no está determinada por sus características físicas.
De hecho, en este último departamento, las cosas se pueden dar al revés. Personajes masculinos clave para la destrucción del antagonista -Voldemort-, son hombres que tampoco responden a sus estereotipos. Neville Longbottom parece débil, inseguro y lejos de ser un héroe musculoso que rescata a todos de la tragedia, sin embargo, y al igual que el mismo Harry Potter, es la valentía y el amor, algo que trasciende su género, los causantes de que puedan vencer el poder de El Innombrable.
Protagonismo y poder horizontal
De altos rangos en el Ministerio de Magia, directores, fundadores de casas en Hogwarts (exactamente dos mujeres y dos hombres) y personajes principales, a enemigos y personajes irrelevantes, los que habitan en el mundo de Harry Potter son de ambos géneros en igual distribución.
Las mujeres cumplen su cuota en cada categoría que se pudiese encontrar. Por ejemplo, Minerva McGonagall. Profesora del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, fue premiada por la Orden de Merlín en primera categoría (entregado a brujos que han hecho grandes hazañas), y no solo se encargó de proteger el castillo cuando estaba bajo ataque, también luchó en la Segunda Guerra Mágica y finalmente terminó siendo la directora del colegio.
Dentro de los profesores conocidos, la mitad son hombres y la otra mujeres. Y los cargos de poder están bien distribuidos entre ambos sexos.
La libertad de elegir
Cuando se analizan los diferentes personajes de Harry Potter, nos encontramos con una diversidad inmensa de posibilidades. Que J. K. Rowling haya escrito libros con ideales feministas no significa que todas son fuertes, valientes, heroínas y perfectas. Tiene que ver con la libertad que tienen los personajes femeninos para elegir, sea cual sea, su propio destino.
Bellatrix es antagonista. Malvada. Ha hecho sufrir a otras mujeres y hombres con sus actos. Sin embargo, la devoción que ella tiene hacia Voldemort no es producto de una relación forzosa. Ella elige serle fiel a quien-no-debe-ser-nombrado por sus propias convicciones. E independiente de que esté del lado del mal, es ella la más determinada, poderosa y peligrosa de todos los mortífagos.
Así también, la madre de los Weasley, que ciertamente es una heroína, tuvo la libertad de elegir ser dueña de casa. Y retrata la posibilidad absoluta de que una mujer que decide cuidar de sus hijos y hacer las tareas del hogar pueda ser al mismo tiempo una mujer empoderada que no duda en ser valiente y matar a nada más y nada menos que la misma Bellatrix Lestrange. La propia Rowling lo confirmó: "Siempre quise mostrar que solo porque una mujer tomó la libre decisión de criar a sus hijos no significa que es todo lo que pueden hacer".
Representación real del sexismo ¿Es Harry Potter una historia feminista?
Si bien la mayoría de la historia se desarrolla en un ambiente donde el ser mujer no te quita oportunidades, protagonismo o libertades, la saga de Harry Potter sí tiene sexismo desde el primer libro. Existen muchos momentos en que la historia de Harry Potter en sí no es feminista (volvemos al primer punto donde Hermione tiene por un momento el rol de chica indefensa y en apuros esperando ser rescatada). Pero la verdad es que, lo que hace tan importante a los personajes femeninos es la respuesta de ellos ante estos hechos. La visibilización explícita de ciertas situaciones lo comprueba de esa manera.
Por ejemplo, en un momento, Ron Weasley reprocha a su hermana Ginny Weasley por salir, supuestamente, con dos chicos. Él insinúa que es un comportamiento que debería darle vergüenza, y ella no se demora en comentarle que no es su problema y que no se entrometa
Lo mismo pasa con el resto de los personajes principales. En los capítulos que completan las siete entregas, se hace evidente que hay ciertas ideas que rondan en el ambiente del mundo mágico. Como la madurez emocional de una mujer y la incapacidad masculina de entender sentimientos (Ron le responde a Hermione: "Una persona no puede sentir todo eso. Explotaría" Y ella le responde: "Solo porque tú tienes la gama emocional de una cuchara de té no significa que todos la tengamos").
Lo cierto, es que ese y otras percepciones del género son tratados como problemas que deberían solucionarse, y esa es la verdadera importancia.
La metáfora de Hermione Granger y el poder de su protagonismo
Buscando siempre la igualdad de derechos, Hermione Granger creó la Sociedad Para la Protección del Bienestar de los Elfos, S.P.E.W. en inglés. Los elfos son seres marginados y esclavizados en mundo mágico, denominados elfos domésticos por las labores del hogar que deben cumplir cuando son comprados por sus dueños.
Intentando cambiar esa realidad, Hermione inventa la organización y comienza a ser consciente del problema de desigualdad legal. La coincidencia está en que, en Inglaterra, la primera organización de mujeres también se llamó S.P.E.W. (Sociedad para Promover el Empleo de las Mujeres en español).
Al final, y más allá del rol activo que tienen las mujeres del mundo mágico en visibilizar desigualdades, lo que se puede ver a simple vista es tanto o más potente que lo que se puede buscar entre líneas. Los personajes femeninos son importantes en la narrativa principal. Luchan contra el mal, salvan al protagonista y no se quedan atrás. Todo el mundo lo sabe, Harry Potter sobrevivió por el amor de su madre, Lily. Y aunque su fuerza y determinación no se ponen en duda, el dicho popular no está lejos de ser mentira: Probablemente, sin Hermione, Molly, Lily, Luna o Minerva, Harry hubiese muerto en el primer libro.
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