Los retratos de Linda McCartney: la escena musical de los 60 al desnudo

Cuando Linda Eastman se casó con Paul McCartney, sus fotografías ya daban la vuelta al mundo. Como prueba la imagen promocional de The Linda McCartney Retrospective, aquel retrato de Eric Clapton había sido portada de la revista Rolling Stone, donde colaboraba desde el primer número.

Cuando todavía no llevaba el apellido McCartney, ni era parte de Wings junto a Paul, Linda comenzó a vivir de su trabajo como fotógrafa. “Fue al principio un interés, luego una pasión”, explicó años más tarde sobre su acercamiento a la fotografía, “por casualidad pude ganar algo de dinero fotografiando a músicos, pero siempre fotografiaba para mí”.

Y, como se puede constatar en la reciente retrospectiva de su trabajo, exhibida en la Walker Art Gallery de Liverpool, prefería el blanco y negro al color, que también utilizaba de cuando en vez.

Ante su cámara posaron nombres capitales de su generación, como Jimi Hendrix, Janis Joplin o Jim Morrison acompañado o no de los Doors, entre insignes como Aretha Franklin, Bob Dylan, Frank Zappa y, claro, The Beatles. De hecho, su relación con Paul comenzó cuando fue llamada para fotografiar al grupo por el lanzamiento del disco Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, en 1967.

El flechazo llevó a que se casaran en 1969.

Recientemente, McCartney contó que Linda aprovechaba cada momento en el estudio, generalmente en Abbey Road, para disparar su cámara. “Estaba muy pendiente de no molestar”, dijo el músico, “se sentaba en una esquina y simplemente sacaba su cámara, tomaba un par de instantáneas y la guardaba”.

Fue cuando los Beatles se separaron que la fallecida Linda comenzó a retratar la vida íntima de los McCartney, fotografiando a Paul y los hijos de ambos en reveladoras postales. Si en Liverpool debía tomar fotos desde el interior de un vehículo para evitar ser reconocida, fue en Escocia, donde el matrimonio compartió su primera casa, y en Wirral, donde sus imágenes alcanzan un vuelo inusitado.

La Walker Art Gallery de Liverpool exhibe hasta noviembre de este año 250 imágenes de Linda McCartney, donde retrata de manera íntima la escena musical de los años 60 y su vida familiar con Paul.