Una tarde en Electric Lady Studios, el guitarrista Carlos Alomar comenzó a tocar un riff que tenía en mente. “Quiero eso”, le dijo David Bowie cuando lo escuchó. De inmediato se sumó John Lennon, quien estaba ese día en el estudio. Tras jugar un rato con la progresión de acordes, el de Liverpool comenzó a gritar: “¡Fame!”.
Corría enero de 1975. El creador de Ziggy Stardust había invitado al compositor de "Help!" a Electric Lady –el estudio creado por Jimi Hendrix- para que tocara la guitarra en una versión del tema "Across the universe" que pretendía incluir en su nuevo disco. Tras un descanso, Alomar improvisó la secuencia que al cabo de unas horas dio origen a "Fame", el único tema coescrito entre ambas figuras.
Testigo de los hechos fue el ingeniero de sonido Eddie Kramer, quien relató a Uncut algunos detalles del trabajo realizado ese día. "Bowie tenía una idea muy clara de lo que quería hacer, fue brillante sobre su elección de tomas vocales, cuáles usar. Esos tipos eran todos muy rápidos. Fue una sesión increíble".
Respecto a la participación de Lennon, Kramer detalló: “No había visto a John desde que había hecho ‘All you need is love’ y ‘Baby you’re a rich man’ (1967). Fue genial verlo de nuevo. Entró a tocar la guitarra rítmica. Dios, era bueno, era como un metrónomo, no necesitaba una pista de clic”.
Bowie y el creador de "Imagine" fueron presentados por la actriz Elizabeth Taylor durante una fiesta en 1974. Para romper el hielo, el "Camaleón" le dijo que tenía todo lo que él había hecho… excepto los Beatles. Pronto se hicieron amigos y de vez en cuando salían de parranda junto a un amigo en común: Mick Jagger.
Por esos días, Lennon vivía el final de su "lost weekend", un período de 18 meses en que se distanció de Yoko Ono para convivir junto a su asistente May Pang, diez años menor que él. En ese lapso aprovechó de grabar dos discos, lanzar su único número uno como solista en vida —"Whatever gets you thru the night"— y trabajar con artistas como Sir Elton John, Harry Nilsson, Ringo Starr y Jagger. El resto del tiempo lo consumió en legendarias juergas regadas de alcohol y drogas.
Plastic soul
Al momento de grabar “Fame”, Bowie tenía listo un disco que tituló Young Americans. En este desarrolló un sonido al que llamaba “Plastic soul”, en referencia al término que usaban los músicos negros para calificar a los blancos que tocaban R&B. Por ello, el artista decidió registrar su nuevo material con el apoyo de una banda de intérpretes fogueados en el estilo, como el emergente Luther Vandross en los coros, o el baterista Andy Newmark, conocido por su trabajo con Sly and the Family Stone.
El álbum se grabó en los estudios Sigma Sound de Filadelifa. Una elección que no fue al azar, pues allí se grabaron varios discos del “Philadelfia sound”, una elegante variante local del soul que tuvo entre sus exponentes a Patti LaBelle (la voz tras la clásica canción “Lady Mermelade”), The Trammps (conocidos por su “Disco Inferno”) o Harold Melvin & The Blue Notes. A sugerencia del productor Tony Visconti, el disco se grabó casi completamente en vivo.
Los temas registrados con Lennon fueron incluidos en Young Americans, en lugar de las canciones “It’s gonna be me” y “Who can I be now”, añadidas en la reedición de 1991. “Fame”, con “Right” de cara B, fue el segundo single del álbum. Salió a la venta el 25 de julio de 1975 y en poco tiempo logró trepar hasta el número uno del ranking Billboard; el primero que Bowie conseguía en Estados Unidos. No lo volvería a repetir sino hasta 1983 con “Let’s dance”.
El reconocimiento que le trajo la canción, abriría al músico un período de excesos que incluyó disputas con su manager, abuso de drogas y problemas económicos, los que al cabo de un año le llevarían a iniciar un período de residencia en Berlín, en el que produciría algunos de sus trabajos más celebrados como Low y Heroes (ambos de 1977).
Con el paso del tiempo, Bowie lamentó no componer más material junto al ex Beatle. “Realmente deseo, obviamente, en retrospectiva que hayamos trabajado más juntos. Fue una alegría estar en el estudio con él. Pero nos reíamos demasiado. La mayor parte del tiempo que pasamos juntos fue una estupidez. No había mucho trabajo, como puedes imaginar”, contó a Rocky Mountain News en 2004.