A Mauricio Jürgensen siempre le gustó la música. Desde joven participó como miembro de distintas bandas y aprovechaba cada oportunidad que tenía para interpretarla con sus amigos y familiares. A pesar de que su carrera profesional estuvo enfocada principalmente en el ámbito periodístico —es autor de los libros de entrevistas Dulce patria y Yo soy Américo—, ese impulso por transmitir emociones a través de armonías y melodías se materializó con Jean Phillipe Cretton durante el verano, estación en la que realizaron una gira por Chile donde tocaron canciones clásicas de la década del 90.
Himnos como “Black” de Pearl Jam estaban dentro de su repertorio, pero a medida que subía a los escenarios, la urgencia de mostrar sus propios temas se volvía más latente.
Según relata, algunas personas se le acercaban después de las tocatas para preguntarle si tenía material propio y la verdad es que sí lo había, aunque guardado entre experiencias personales que aun no quería presentar.
“Era una deuda conmigo mismo”, comenta consultado por Culto. Tocar en diversos espacios le advirtió las primeras luces de lo que haría más adelante, un motor de creatividad que se impulsó con los efectos de la pandemia: estar en casa con una guitarra, mientras en el televisor un puma baja a la ciudad para reclamar un espacio arrebatado.
Fue cuando comenzó a escribir canciones, pero esta vez con el propósito de publicarlas.
Ayer
Ocurrió durante la pandemia. En mayo le tocó entrevistar al músico Alain Johannes y se le ocurrió mostrarle sus composiciones para obtener una opinión. La respuesta fue positiva. Al chileno-estadounidense le gustó el trabajo que estaba realizando, tanto que le ofreció producirlas. “Ahí dije, chuta, este es el momento”, asegura Jürgensen.
Las primeras citas se concretaron en junio, cuando se reunieron en el departamento que Johannes arrendó en Providencia, periodo en que hicieron las primeras maquetas que —por sugerencia del multiinstrumentista— fueron compartidas con el baterista Jack Irons (Red Hot Chilli Peppers, Pearl Jam, Eleven) para que se incorporara al proyecto y grabara cuatro de los cinco títulos producidos por Johannes.
“Recuerdo cuando iba en micro a la universidad y escuchaba el No Code (1996) de Pearl Jam, las baterías de Irons me parecían alucinantes, tienen esa cosa tribal”, comenta el periodista.
A pesar de que las letras y la música del EP fueron compuestas por el mismo Jürgensen, manifiesta que el hombre de Spark (2010) “se mete en la entrada de las canciones y les saca algo increíble sin hacer cambios en su estructura”.
“Ayer” es el primer tema del proyecto de Jürgensen, quien publicará más temas antes de que acabe el año. También anticipa que en 2021 grabará cinco más, para así conformar lo que sería su primer disco; un sueño que mantuvo desde la infancia y que hoy empieza a materializarse.
