The Vow: las revelaciones de un ex miembro de la secta NXIVM, acusada de tráfico de personas y delitos sexuales
El cineasta Mark Vicente perteneció al culto que prometía fomentar el crecimiento espiritual de sus participantes, pero que terminó convirtiéndose en un centro de humillaciones y tráfico sexual. A través de una entrevista a la que Culto tuvo acceso, relata cómo fueron sus días en la organización liderada por Keith Raniere y retratada por la docuserie The Vow de HBO.
En 2004, Mark Vicente publicó What The Bleep Do We Know!?, un filme que explora cómo la conciencia puede afectar en la realidad material. Durante la promoción de la película ese mismo año, recibió una carta de Barbara Bouchey, una emprendedora estadounidense que quería reunirse con él. El cineasta aceptó.
Bouchey era miembro activo de NXIVM (léase Nexium), una organización que prometía cursos y seminarios para fomentar el desarrollo personal de sus participantes, temática en la que el sudafricano se mostró interesado desde un principio. Pero la reunión no fue solo entre los dos; también llegó Nancy Salzman, cofundadora y expresidenta del grupo.
Según relata Vicente en una entrevista a la que Culto tuvo acceso, las mujeres le presentaron un acercamiento “científico” a sus dudas existenciales, propuesta que le fascinó y motivó sus ganas de participar en el espacio.
Por desgracia, las respuestas filosóficas nunca llegaron. O al menos, no las que esperaba.
El inicio del cambio
Acordaron que pasaría por una iniciación de cinco días, pero su deslumbramiento con el mensaje de NXIVM provocó que se extendiera a dieciséis. Pensó que ello le serviría en sus películas y que, a través de este, podría invitar a su audiencia a experimentar un proceso de cambios profundos y transformación espiritual.
“Lo habían orquestado con mucho cuidado. Más tarde descubrí que me ofrecieron todo lo que quería, porque sabían qué botones pulsar”, comenta el cineasta sudafricano, además de detallar que le aplicaron hipnosis y otras técnicas tomadas de la cienciología.
Recién en 2016 empezó a sospechar de la organización, por lo que se acercó al fundador, Keith Raniere, para enseñarle sus reparos. Estaba preocupado por el caso de Allison Mack quien, dos años más tarde, fue detenida por estar implicada en tráfico sexual e imponer trabajos forzados a otras participantes.
Según recuerda Vicente en su testimonio, el líder le pidió a la actriz de Smallville que, junto a otras mujeres, alteraran su alimentación para “denominarse a sí mismas”; pero sus críticas no tuvieron incidencia en cómo se llevaba el asunto. Después de todo, Raniere era el líder supremo de una pirámide que funcionaba a su voluntad.
El presentimiento del cineasta se agravó cuando su esposa, la actriz Bonnie Piesse, le presentó pruebas contundentes de los abusos de Raniere. Así, se contactó con mujeres que fueron parte de DOS, un subgrupo de NXIVM que —supuestamente— buscaba empoderar al género femenino. No fue una sorpresa que todas tuviesen el mismo relato: las participantes eran marcadas con las iniciales de Raniere y debían someterse a sus deseos sexuales.
Fue ahí cuando quiso declarar.
“Me di cuenta de que tenía que salir, aunque tenía claro que vendrían a buscarme. Cuando te das cuenta de que estás complicado das pasos muy grandes, porque estás jodido de todas formas”, comenta.
Ya decidido, Vicente alertó a la policía, pero la investigación fue lenta en primera instancia. Esto llevó a que se contactara con The New York Times para exponer los hechos a través de un reportaje. Así, el artículo se publicó el 17 de octubre de 2017 y, a pesar de que se sentía presionado, concluyó que su nombre debía aparecer para dar credibilidad a la nota.
La caída de una pirámide
En marzo de 2018, Keith Raniere fue arrestado en una mansión de Puerto Vallarta, México; mismo país en donde opera la ONG In Lak Ech, dirigida por Emiliano Salinas —hijo del expresidente Carlos Salinas—, quien fue acusado por la fiscalía estadounidense como presunto cómplice del líder de NXIVM.
Mark Vicente pasó casi dos semanas enfrentándose a él en el estrado, escenario que según comenta, alteró la visión que tenía de sí mismo: “Tuvimos que empezar una guerra que duró casi dos años, así que no podíamos curarnos, recién inicié ese proceso a finales de 2019”.
Incluso, recuerda que mientras escribía un libreto, Raniere le pidió que creara un personaje que confiara en la bondad de la organización, para luego darse cuenta de que todo era una mentira.
—Años más tarde, me di cuenta de que estaba jugando conmigo.
El voto
The Vow es la serie documental de HBO que profundiza en las operaciones de NXIVM, organización fundada por Keith Raniere y Nancy Salzman que reclutó empresarios y estrellas de Hollywood entre sus filas. La misma que a través de la extorsión y la manipulación, operó en el tráfico sexual, los trabajos forzados y la violación de sus miembros.
La pieza audiovisual dirigida por Jehane Noulham y Karim Amer —responsables de documentales como The Square (2013) y The Great Hack (2019)— consta de 9 episodios de una hora, disponibles en HBO GO, en los que se pueden escuchar vivencias en primera persona de ex participantes del grupo.
Mark Vicente es uno de ellos.
—Espero que la gente que fue traicionada encuentre dignidad. No fuimos malas personas, nos mintieron. Es difícil porque hay vergüenza. Lo que ves en The Vow ocurre en todo el mundo: en relaciones de dos personas, en familias, iglesias, corporaciones y en países enteros. No es que alguien se acerque a ti y te diga, “oye, ¿quieres estar en una secta?”.
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