El cine siempre estuvo presente en la vida de Pedro Pascal. Desde antes que aprendiera a leer, sus padres lo llevaban a él y a sus hermanos a ver películas de superhéroes; un ritual familiar que a veces se repetía más de una vez a la semana y que se convirtió en una de las fuentes de inspiración para lo que haría más adelante.

Al igual que en los filmes donde los antagonistas se apoderan del control de las sociedades en que se desenvuelven, sus padres fueron reprimidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Pascal tenía 4 meses de edad cuando su tía lo recibió junto a su hermana, mientras que los progenitores debían esconderse para evitar ser capturados por su ideología opositora. Pasaron 6 meses hasta que consiguieron asilo en la embajada de Venezuela, para después pasar por Dinamarca y finalmente trasladarse todos juntos a San Antonio, Texas.

Pedro Pascal. Foto: Variety

Ya en Estados Unidos, Pascal frecuentaba las salas de cine y los partidos de los Spurs junto a su padre, quien premiaba a sus hijos cuando cumplían con los quehaceres de la semana. Se divertía con clásicos como E.T. The Extra-Terrestrial (1982) y Empire of the Sun (1987) de Steven Spielberg, los cuales veía a través de la televisión por cable.

A pesar de que recuerda con aprecio esos momentos de su niñez; todo cambió cuando se trasladaron al condado de Orange en California, etapa en la que Pascal recién había terminado su quinto grado.

Según confiesa en Variety, fue víctima de acoso escolar por dos años, al tiempo que su atracción por las artes escénicas se tornaba cada vez más intensa, entusiasmo que lo llevó a estudiar actuación en la Tisch School of the Arts de Nueva York.

Pedro Pascal. Foto: Variety

Si bien después de su egreso consiguió papeles en series como Undressed y Buffy the Vampire Slayer de la cadena MTV, la repentina muerte de su madre lo destrozó por completo y, simultáneamente, estancó su actividad como actor.

Fue ahí cuando José Pedro Balmaceda Pascal quiso homenajearla y definir su nombre profesional desde la unión de su apellido materno y su segundo nombre: había nacido Pedro Pascal.

Juego de tronos

En su primera etapa como actor, solo le ofrecían personajes estereotipados por su apariencia latina y apenas tenía para pagar el alquiler, hasta que la acción de una amistad encarriló su carrera por completo.

La actriz Sarah Paulson lo recomendó para el papel de Oberyn Martell a su mejor amiga Amanda Peet, quien es esposa de David Bennioff, cocreador de la última gran serie de todos los tiempos, la masiva Game of Thrones.

Después de sortear una audición, fue seleccionado para interpretar al personaje. “Estaba en medio de Charles Dance y Lena Headey, con una vista entera del maldito set”, comenta en la entrevista con Variety.

Pedro Pascal. Foto: Variety

Así, los sueños que mantuvo desde su niñez comenzaron a tomar forma, a volverse cada vez más cercanos.

El ascenso

Tras su exitoso paso por Game of Thrones, The Mentalist y Narcos, la serie de Netflix que lo vistió como un recordado agente de la DEA, Pascal asumió como el personaje principal de The Mandalorian, título situado en el universo de Star Wars y estrenado por Disney+ en noviembre de 2019.

Aquella producción obtuvo un total de 11 nominaciones a los premios Emmy, número del que finalmente fue galardonada en 5 de las categorías.

The Mandalorian

La segunda temporada de The Mandalorian con Pascal se estrenará el 30 de octubre a través de la misma plataforma, mientras que el 25 de diciembre se publicará la película Wonder Woman 1984 (2020), filme en el que interpreta a su primer antagonista de este tipo: el empresario Maxwell Lord.

Esta última cinta fue dirigida por Patty Jenkins, con quien el actor ya había trabajado para un piloto televisivo. Y a pesar de que este nunca salió al aire, la directora manifestó a Variety que desde un inicio consideró a Pascal.

—No necesitaba que me demostrara nada. Me encantaba la idea de tenerlo y pensé que sería algo inesperado.

Pedro Pascal. Foto: Variety

Para Jenkins, Lord tiene un carácter despiadado y manipulador, por lo que le entregó a Pascal un guión con recortes y fotos de los cómics, para que así el actor ideara cómo hacer su propia adaptación del personaje. Asimismo, asegura que la nitidez de su actuación como villano podría cambiar la forma en que lo observa la industria.

Pero Pascal tiene discrepancias con la proyección de la directora y cree que no volverá a suceder.

—No lo sé, ¡me estoy protegiendo psicológicamente! ¡Es demasiado bueno para ser verdad!