El estado de emergencia de Ana Sofía y Mariana Montenegro

El sábado 19 de octubre de 2019, Ana Sofía marchaba con una multitud en el cruce de las calles Salvador y Providencia. El aire estaba impregnado con el olor de las bombas lacrimógenas, mientras que los proyectiles volaban con una frecuencia cada vez más intensa. Ella estaba en el frente, no podía respirar ni tampoco podía ver; los gritos a su alrededor se fundían con los restos del metal quemado.

Más tarde, se trasladó a una comisaría en la comuna de San Bernardo. Es abogada de diversas asociaciones que prefiere mantener en anonimato y, durante el estallido social, cumplió con la labor de revisar las listas de detenidos en las protestas. Según relata en entrevista con Culto, aquel documento se le restringió en esa instancia, mientras que por un momento, no la querían dejar salir del centro de detención.

—Ese día entré en una euforia, creo que nunca en mi vida sentí tanta rabia.

Así surgió la inspiración para los primeros acordes de “Estado de emergencia”, un sencillo con la colaboración de Mariana Montenegro que retrata sus vivencias durante la posteridad del 18 de octubre.

Si bien, Sofía empezó a componer el tema a finales de 2019, recién se lo mostró a la ex vocalista de Dënver en marzo de este año. Montenegro —a quien conoció a través de su hermana en 2014— se sintió atraída por su habilidad de composición y por las canciones de Petit Mal (2020), por lo que le propuso trabajar con ella en la producción y las segundas voces del título.

—En un principio solo iba a hacer la base, pero después me di cuenta de que se transformaba en algo más completo.

A raíz de las cuarentenas ocasionadas por el Covid-19, las sesiones se hicieron vía remota. Montenegro grabó los instrumentos de manera digital con su computador y guió a Sofía a través de sesiones de Zoom; mientras que esta última registró las voces en un estudio casero y con el apoyo de Sebastián Carrasco, con quien lanzará un segundo EP en 2021.

“Estado de emergencia” fue publicado por T3MPLUM, sello discográfico conformado por artistas chilenas que trabajan en colaboración colectiva y del que, tanto Montenegro como Sofía, son partícipes.