Han sido 12 años intensos para Future Islands. Desde la publicación de su primer álbum hace poco más de una década, titulado Wave Like Home (2008), se enfocaron en compartir su música alrededor del mundo. Si no están en los escenarios, están en el estudio y, si no están componiendo para la banda, lo hacen para proyectos paralelos.

Pero toda esa vorágine musical se detuvo con la pandemia. Si bien, pudieron afinar los últimos detalles de As Long As You Are (2020) a través de sesiones de Zoom, la experiencia de tocar en vivo se estancó por completo o, al menos, en su formato presencial.

El sábado 9 de octubre, la agrupación de Gerrit Welmers (teclado), William Cashion (bajo), Sam Herring (voz) y Michael Lowry (batería) presentó el concierto número 1.235 de su trayectoria, a través de una plataforma digital.

En la sala, no hubo gritos que celebraran los movimientos excéntricos de su voz principal, como tampoco un coro que siguiera las melodías sintetizadas. Solo estaban ellos y un equipo técnico, escondido detrás de las cámaras.

A pesar de que expusieron por primera vez los temas de su último álbum, los deseos de Herring son aun más grandes: necesita estar cerca de su público, expresarles lo que siente y recibir una interacción a cambio.

Future Islands. Foto: Justin Flythe

Hoy está en la casa de su pareja en Estocolmo (Suecia), desde donde ya trabaja en las canciones de su próximo disco. Según comenta en entrevista con Culto, siempre está pensando en música y en cómo sus composiciones pueden afectar a quienes las escuchan.

-Ahora que no se pueden hacer conciertos presenciales, ¿cómo lidias con tus ganas de salir al escenario?

-Es un poco deprimente. Giramos intensamente desde el inicio, porque queremos llevar nuestra música a la gente y así conectar con ella. Nos gusta estar frente a un público y movernos en el escenario, así nos sentimos cómodos. Es como si lo que mejor sabes hacer se alejara de ti mismo. Es difícil lidiar con eso, amamos tocar en distintas partes del mundo; pero a pesar de todo creo que somos afortunados, porque nosotros y nuestras familias estamos bien en estos tiempos aterradores.

-¿Cómo cambió tu rutina diaria?

-Ahora trabajo mucho desde mi casa. Lo más difícil para mí fue estar lejos de mi pareja por los primeros cinco meses de la pandemia, debido a que ella es de Suecia y no podía viajar a verla. También me costó la distancia con los chicos de Future Islands, tuvimos que mezclar el último álbum por sesiones de Zoom. Fue realmente extraño.

Future Islands. Foto: Justin Flythe

-La esencia de Future Islands es más efusiva durante sus conciertos, ¿cómo crees que se transforman las canciones cuando las llevan desde el estudio hacia el escenario?

-Cuando salgo a tocar, entrego mucha energía a la audiencia y después ellos me la devuelven de manera más intensa. El público te deja conocer que es lo quieren a través de sus reacciones. La mayoría de los movimientos en vivo son espontáneos y se convierten en caminos para contar una historia. Una canción no está terminada aunque la toques 100 o 200 veces, porque a medida que la interpretas va cambiando y se van definiendo las partes. La gente también es parte de esa extra emocionalidad, pasan a ser parte de la transformación en sí a medida que interactuamos.

-Su última presentación fue en formato digital, sin un público frente a ustedes. ¿Cómo enfrentaron esa situación?

-Tuvimos que imaginarlo. Todo el tiempo me recordé a mí mismo que había gente viendo a través de las cámaras, así que me enfoqué en mirar hacia el foco. Fue difícil, porque no teníamos la respuesta de la audiencia ni esa energía que se nos devuelve. Solo quedó confiar, pero fue genial ver cómo subían videos a redes sociales después del show; bailaban en sus casas con nuestra música de fondo.

-Esa fue la única oportunidad hasta la fecha en que tocaron las canciones de As Long As You Are. ¿En qué te inspiraste al componer?

-Diferentes momentos de mi vida. “Glada”, “Moonlight” y “Plastic Beach” son acerca de mi relación actual; que es buena y saludable. Otras como “I Knew You” y “City’s Face” tratan sobre romances anteriores y las diferencias que tienen con el de ahora. “Thrill” es sobre los problemas de adicción que tuve en la universidad. “Born in a War” y “The Painter” sobre las armas y el racismo en Estados Unidos. Tratamos de incluir las canciones más poderosas y que sonaran bien en conjunto.

-Los integrantes de la banda tienen diversos proyectos en paralelo, como Art Lord & The Self Portraits o tu carrera solista como Hemlock Ernst. ¿Cuál es la diferencia entre componer para esos nombres y hacerlo para Future Islands?

-Es loco, porque la banda existe desde hace 14 años. Gerrit Welmers, William Cashion y yo somos amigos desde hace mucho tiempo. Empezamos a tocar música a los 18 y aprendimos a escribir juntos: crecimos apoyándonos mutuamente. Como rapero digo lo que realmente pienso desde lo más profundo, pero con Future Islands es distinto. Con ellos hay una especie de reflexión sobre nuestra amistad. Pasamos mucho tiempo juntos y hay momentos en los que olvidamos hablar entre nosotros, así que a veces escribo una letra y cuando se las muestro me dicen que no sabían que yo me sentía así. Future Islands fue la forma que encontré de liberarme a mí mismo y de expresar sentimientos difíciles de compartir.

-Su música es popular entre la comunidad LGBTIQ+, ¿a qué crees que se debe?

-Me encanta eso. Nuestra música trata sobre ser abierto a tus emociones y a las de otras personas; no juzgar por cómo se ven o sienten. Tenemos que darnos la oportunidad de ser nosotros mismos. Es importante escuchar y tener empatía con el resto.

-Vemos que cada vez hay más artistas populares que desafían las etiquetas de género, como por ejemplo Arca, Tash Sultana y Lyra Pramuk. Tú también te has manifestado en contra de estos conceptos, ¿crees que la industria de la música es más inclusiva que cuando empezaste o más bien esto se relaciona a que tienen mayor visibilidad?

-Creo que el mundo está más conectado que nunca, en cierto sentido, gracias a la tecnología y la globalización; pero al mismo tiempo, las gente no tiene la oportunidad total de comunicar su verdad ni quiénes son realmente. En mi opinión personal, me interesa combatir las estructuras que definen qué es femenino o masculino, además de las ideas del patriarcado, la supremacía blanca y los estándares de belleza que vienen desde hace años. Todo eso es absurdo. La gente en el poder no quiere que tú tengas voz, más bien desean que sientas que debes ser o actuar de manera específica y que el mundo sea una rutina. Pero progresivamente hay más personas que alzan su voz, comparten sus identidades y ayudan a que otras también lo hagan. Así lo siento.

-¿Recuerdas el concierto que hicieron en el Fauna Otoño en 2018?

-Claro que sí. Tocamos en un escenario gigante e hicimos la prueba de sonido en la oscuridad. Las montañas eran hermosas y había un gran público. El fondo de pantalla de mi computador es una foto que saqué allá: una fuente de agua y gente del catering que movía cosas de un lado para otro. Había dos constructores y uno de ellos tenía un mostacho largo y un cigarrillo; y cuando me vio con la cámara, me preguntó si lo estaba fotografiando a él. Me causó gracia, porque yo quería capturar el cielo que estaba detrás.