Fue una tarde a comienzos de los noventas. Mientras la sociedad chilena se acomodaba a los primeros meses del retorno a la democracia, un joven y largirucho Sergio Lagos asistió por primera vez a un concierto de Los Jaivas, en el estadio Germán Becker, de Temuco. Eran días en que el grupo viajaba desde Francia para presentarse en el país, tras la muerte de su baterista y fundador, Gabriel Parra.

“Andaba con unos amigos, estábamos muy impresionados -recuerda el conductor televisivo-. Entonces se arma como una tole tole, y de pronto veo a dos personas, dos mayores, haciendo un baile así como un cóndor. Con eso como que la tole tole se extendió. En eso voy mirando…¡y era mi vieja!! estaba ella con su marido de la época”.

Esos recuerdos de infancia resumen en parte la admiración de Lagos por la música de los viñamarinos. Nada raro para alguien criado con una figura materna vinculada con algunos de los nombres importantes de la cultura nacional de fines de los ochentas. En la discoteca de su infancia y adolescencia, cuenta, había discos de artistas claves en la fusión de la música popular latinoamericana con sonidos foráneos, como Los Blops, Manduka, y hasta el esencial Congregación viene, de Congregación.

La portada del álbum Congregación Viene (1972)

“En Concepción, mi madre organizaba conciertos”, rememora Lagos. “Llevó a Congreso, a la Tita Parra, Motemei, y ellos dormían en nuestra casa, porque no había plata para alojamiento. Entonces ese universo de personas y de obras, eran las que admirábamos cuando sentíamos que la cosa se ponía difícil; eran sinónimo de esperanza”.

De allí que se decidiera a llevar adelante un documental que, a modo de homenaje, cuenta la historia de la banda. El proyecto llamado Los Jaivas, Todos Juntos, reúne testimonios de sus integrantes, además de otros músicos y personas relacionadas a su entorno, como Mónica Monsalve, la viuda de “Gato” Alquinta.

“Me parece muy curioso que una de las bandas más importantes de nuestra cultura no tuviese uno o más relatos con respecto a ellos -cuenta Lagos-. Desde la irrupción de la película Violeta se va a los cielos, se nos hizo bien manifiesta esta ausencia. Y no me pasa solo con Los Jaivas, me pasa con la historia que cuentan los músicos”.

Una historia que desborda

La película, que dura un poco más de dos horas, fue trabajada junto a la productora Invercine & Wood. “Partí hace largos años con mi equipo un poco a tientas, pero después sentí que era muy urgente que profesionales de la realización audiovisual fuesen parte de este proyecto y el aporte de Invercine & Wood, ha sido fundamental”, señala Lagos.

El vínculo con los realizadores se gestó a través de un tercero. “Fue a través de Javier Sanfeliú, amigo nuestro y de Sergio Lagos, con quien trabajamos en otro documental que hicimos sobre Roberto Bolaño -detalla la productora ejecutiva del filme, Macarena Cardone-. Sergio lo vio, le encantó, le preguntó a Javier quien lo había producido, nos juntamos y nos lanzamos”.

Pero comprimir en la pantalla una historia que está cerca de llegar a los sesenta años, no fue fácil para el equipo. Más, al acercarse al ingente archivo del grupo y revisar más de 1.000 horas de grabaciones. Mientras, en paralelo se desarrolló un trabajo de investigación liderado por Macarena Cano.

“Es una historia que nos desborda por todos lados, entonces una película de dos horas siempre se va a quedar corta”, explica Sergio Lagos. “Además, la historia viene desde mucho antes de la formación de la banda, por ejemplo hay registro cinematográfico hecho por el papá de los Parra, quien tenía grabadoras de 18mm; hay mucha historia, mucho material”.

Por ello, el equipo de producción trabajó sobre ejes narrativos para desarrollar el relato y reunir todo el registro. “Después de revisar todo junto a Fito Gárate y Juan Pablo Venegas, se fue agrupando el material en temas o conceptos específicos, para poder articular un relato coherente y atractivo”, explica Macarena Cardone.

“Después vino la etapa de postproducción de color y audio que trabajamos en Filmosonido. Fue un intenso trabajo de joyería salvar el audio y color de mucho material, impresionante como aparecieron las texturas, los colores, las fotos, la vida de ese archivo”, agrega la productora.

Vengo de la cordillera al mar

Trabajada bajo el esquema de una road movie, la película también desarrolla en profundidad una parte de la historia del grupo; sus años de residencia en el extranjero desde la década de los setentas. Por ello, la producción realizó viajes junto a los músicos a lugares significativos en Argentina y Europa.

“En Holanda fuimos a una comunidad hippie donde Los Jaivas se reencontraron con su grupo de amigos en lugares que jamás pensaron que iban a volver. Se dieron cuenta que siguen manteniendo en el tiempo el mismo estilo de vida que nunca perdieron”, recuerda Cardone. “Esos momentos son valiosos, y te das cuenta que su influencia no fue solo en Chile. Es como recuperar sus memorias”.

“¡La energía de ellos es enorme! seguirles el paso no era fácil y eso nos obligó a andar muy rápido”, añade.

De gira por europa. Los días de viajeros de Los Jaivas.

El viaje removió alguna fibra interna en los músicos. “Para Claudio [Parra] volver a los escenarios en París, que no había pisado hace 40 años, fue muy emocionante”, detalla Cardone. “En Zàrate, Argentina los recordaban con mucho cariño y siguen conectados con su historia que se transmitió de generación en generación; como era un pueblo chico Los Jaivas siguen siendo un icono. Además, Mario [Mutis] estaba muy emocionado porque tiene gente muy querida, parte de la familia, y para Juanita [Parra] fue muy importante volver a su antigua casa”.

Por ello, es que el documental abre una ventana hacia los espacios en que el grupo no sólo desarrolló su obra musical, sino que además la vida en comunidad, como la casona de Les Glycines, en Francia. “Siempre ha sido uno de los grandes imaginarios sobre el que conversamos, cómo habrá sido ese castillo en que Los Jaivas vivían haciendo música y viviendo en comunidad -afirma Sergio Lagos-. Yo creo que todos lo soñamos e idealizamos”.

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Por ahora, el filme se exhibirá en una función única, el sábado 7 de noviembre, a las 20.30 horas, en la plataforma de Puntoticket, donde están disponibles las entradas. Pero desde la productora ya mueven los hilos para su llegada al streaming en algún momento. “Nuestro plan es buscar plataformas Vod y Pay TV en Chile y en Latinoamérica”, detalla Macarena Cardone.

Consultados sobre el principal aporte de la cinta, desde la producción destacan la intimidad del registro, y por cierto, el rescate del material inédito. “En este viaje vuelven a revisitar su historia, conectándose con ella desde un lugar maduro, y sin discursos aprendidos y es super valioso desde el punto de vista visual”, explica la productora ejecutiva.

Para Sergio Lagos -cuyo tema favorito del grupo es “Frescura Antigua” y “todos los demás”-, se trata de una historia valiosa en sí misma. “Más allá del especial de Alturas de Macchu Picchu, no hay documentos audiovisuales que logren contar la historia; no es una historia definitiva, pero esperamos que sea el comienzo de una búsqueda mas amplia”.

Incluso propone un paso siguiente. “La película que habría que hacer, es como la que se hizo alrededor de Bruce Springsteen, esa que se llama Springsteen y yo, en la que él nunca habla; solo la gente habla sobre él. Yo creo que eso es lo siguiente que debieran ver; lo que los chilenos vemos sobre ellos”.

“Los Jaivas son la mejor historia de Chile, la mejor”, cierra.