Habla el cerebro de Borgen: “Es difícil escribir ficción política en un mundo que parece ficción”
El guionista Adam Price conversa con Culto sobre el éxito de la serie danesa que revivirá con un cuarto ciclo en Netflix. “Necesitamos más que nunca a una política consciente como Birgitte Nyborg”, afirma sobre su protagonista, en la previa a un conversatorio que tendrá este martes con el público chileno.
Al cierre de otra dura semana laboral, el guionista y productor Adam Price (53) llama desde su celular. “Trabajo en Borgen de la mañana a la noche”, dice a Culto desde Dinamarca. “Ahora solo estoy tomando un descanso y luego sigo más tarde”.
Cuenta que los plazos se acortan para que a inicios de 2021 empiece el rodaje de la cuarta temporada de su producción estrella, revivida siete años después por DR –el canal público de Dinamarca– junto a Netflix, que lanzó sus tres primeras partes en todo el mundo en septiembre, en la previa al estreno del nuevo ciclo, planificado para 2022.
Una posibilidad que muchos han tomado para sumergirse en los 30 capítulos sobre Birgitte Nyborg (Sidse Babett Knudsen), la mujer convertida al inicio de la trama en primera ministra, algo inédito en la historia del país (en la realidad ocurrió un año después del debut de la serie, con la elección de la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt).
A través de ella –de sus transformaciones personales y retos como jefa de gobierno y coalición–, Price explora los rincones del poder y los medios adoptando una mirada que, lejos de las aproximaciones descreídas que han dominado la ficción televisiva, conserva la fe en la política.
“El jefe de Drama de DR nos dijo que Borgen sería un programa muy local, que probablemente nunca se vendería a ningún lado, porque era una serie danesa sobre la política de colisiones. ¿Y cómo podría eso interesar a alguien, excepto a los daneses? Así que quedamos muy sorprendidos y muy agradecidos cuando vimos que se convirtió en un éxito mundial”, señala el realizador danés, también creador del aplaudido drama sobre la crisis religiosa, Algo en que creer.
Ganador del Bafta por la serie política hace ocho años y ungido como uno de los guionistas más buscados de 2020, Price participará este martes al mediodía en un conversatorio organizado por la Facultad de Comunicaciones UC y la Embajada Real de Dinamarca (abierto a todo público y con inscripción online), que leyó el interés por Borgen a partir del último proceso electoral chileno.
-¿Cómo encaja Birgitte Nyborg en el mundo actual, en que se difunden fake news y la política luce más desacreditada que antes?
Hemos intentado considerar el desarrollo del mundo político y periodístico de los últimos diez años al escribir la nueva temporada. Y eso significa, por supuesto, que hoy el mundo es mucho más cínico, está lleno de información que naturalmente angustiaría, por el nivel de fake news, y también por los políticos que mienten abiertamente hasta un punto donde es casi increíble. Sólo mira el lío postelectoral estadounidense que estamos viviendo en estos días, en estas mismas horas. Mira la última rueda de prensa que Trump realizó en la Casa Blanca, donde tienes una situación en la que varios canales en realidad no quieren transmitirla, porque es demasiado loco lo que se ha dicho. Esto es bastante serio. Ese es el mundo en el que ahora estamos tratando de hacer una especie de nuevo drama político, y hemos tenido en cuenta ese nivel de locura al crear los nuevos episodios.
“El mundo ha cambiado mucho”, subraya Price, “pero se podría decir que a una política consciente como Birgitte Nyborg, la necesitamos más que nunca”. Sobre su personaje principal, que Netflix adelantó que en la cuarta temporada cumplirá funciones de ministra de Relacionas Exteriores, también indica que “ya no es la guapa y todavía joven primera ministra, ahora es una veterana de la guerra política”.
-¿Cree que, en algún sentido, hoy resulta más irreal tener a una protagonista como ella?
Definitivamente creo que ella es muy necesaria, pero los políticos tienen que cambiar con el mundo a su alrededor. Y se podría argumentar, tal vez, que el mundo es aún menos idealista hoy que hace diez años, que estamos acostumbrados a que los políticos mientan todo el tiempo y que ya no creemos en las noticias. Así que definitivamente es muy parecido a la ficción. Tengo que admitir que es difícil escribir ficción política en un mundo que parece ficción incluso en la vida real.
-¿Qué era lo más desafiante de escribir una serie política como esta hace diez años?
Queríamos escribir una serie política con un personaje femenino, y lo que fue muy desafiante es que en ese momento en muchos programas los políticos siempre eran la persona deshonesta, el chico malo. Así que creo que fue casi original convertir al político en un héroe. Aquí hay una política que realmente cree en lo que está haciendo, y en realidad tiene ideales, no se ha corrompido. Cuando comienza la historia ella no lo es, (aunque) por supuesto se podría argumentar que ella se vuelve un poco más deshonesta a medida que evoluciona la serie. Pero también argumentaré que Birgitte Nyborg mantiene lo más idealista de su personaje a lo largo de la serie.
-¿En algún momento tuvo en cuenta que estaba creando una ficción que sería universal, sin importar qué tan familiar resultaría el sistema político danés para el público?
Nunca. Cuando creamos la tercera temporada sabíamos que Borgen se había convertido en un éxito en muchos países, así que conocíamos un poco sobre la situación en ese momento. Pero en lo personal creo firmemente que nunca debes intentar dirigirte a una audiencia mundial, porque ¿qué es una audiencia mundial? Deberías intentar hablar de tu historia, hablar con tus personajes y contar una historia que sea verdadera para ellos. Y hablar de tu visión original tanto como puedas, porque creo que si intentas contar una historia para millones y millones de personas, fácilmente podrías terminar contando una historia para nadie, porque trataste de dirigirte a todos.
-Estamos en una época en que se hacen cada vez más series sobre personajes femeninos fuertes. ¿Cree que Borgen marcó un hito en ese aspecto?
Eso espero, pero creo que también hubo muchas series antes de Borgen que tenían personajes femeninos fuertes. También se podría decir que un país como Dinamarca es muy progresista políticamente y en cuanto a la igualdad entre sexos. No tenemos una vida política muy dominada por los hombres, mucho menos que en otros lugares del mundo. Así que para nosotros fue una elección muy natural. Pero al llegar a países como Francia y el Reino Unido, donde Borgen fue un gran éxito, debo decir que la serie fue considerada bastante progresista, y luego varias mujeres políticas dijeron: oh, desearía que fuera así aquí, me gustaría que una mujer pudiera actuar de esa manera aquí. Eso fue hace varios años, naturalmente. Pero creo que tienes razón, hay una gran tendencia en torno a personajes femeninos fuertes. Y tal vez Borgen fue parte de la nueva ola de ese desarrollo.
-House of cards es una ficción mucho más cínica que Borgen, que es una serie que parece creer en la política. ¿Será la nueva temporada un poco más cínica, quizás algo más similar a House of cards? ¿O Borgen siempre será Borgen?
Espero que haya algunos elementos del ADN de Borgen que permanezcan. Pero claro que tienes razón. En un mundo más cínico tenemos que hacer una serie que refleje que el mundo también ha cambiado. No estamos tratando de convertirla en un programa como House of cards, ni mucho menos. Pero naturalmente tenemos que mostrar que el mundo del periodismo y el mundo de la política han cambiado dramáticamente en los últimos diez años. Queremos crear una serie moderna que también pinte una imagen real de cómo se crean las noticias y las políticas, y realmente estamos tratando de hacerlo, sin alterar demasiado el ADN de Borgen.
-La nueva temporada enfocará su historia más fuera que dentro de Dinamarca, ¿verdad?
Sí, la nueva temporada es más internacional. También nos estamos enfocando en una trama principal que crece y crece, por lo que no está ligada a un episodio y a que luego en el capítulo siguiente se abordará una nueva historia. Es una historia que crece en importancia, profundidad y seriedad durante la temporada. Se podría decir que es casi como un largometraje, un gran thriller político que se divide en ocho episodios.
-¿Una situación como la que vivió Estados Unidos esta semana tendría espacio en una serie como Borgen, o es demasiado?
Espero mucho que Borgen se vea en Estados Unidos, cuando comience la nueva temporada, y que nos adentremos en el mundo ficticio de la serie a través del poder del personaje de Birgitte Nyborg y con nuestra increíble actriz Sidse Babett Knudsen interpretándola. Espero mucho que el amor de ese personaje permanezca, a pesar de que el mundo parece completamente loco a nuestro alrededor. Y que podamos trasladarnos a un mundo donde las palabras, las promesas y los ideales todavía tienen un significado. Esa es mi esperanza.
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