El nuevo libro de JK Rowling emociona a Fernanda Zapata. Alumna de la escuela San Marino College de Coquimbo y fan de la saga Harry Potter, para ella no se trata de un cuento más de su escritora favorita. El Ickabog, el relato que salió a la venta este martes, lleva a Fernanda en sus páginas: a los 12 años ella es una de las ilustradoras de la nueva obra de JK Rowling.

Hace 10 años, después de poner fin a su célebre saga, la autora británica escribió El Ickabog, un relato que solía leer a sus hijos antes de dormir. Con el tiempo publicó otros libros para adultos y El Ickabog quedó guardado en el ático. Pero entonces sobrevino la pandemia y el encierro. “Fue muy duro para los niños en particular así que bajé El Ickabog del ático, lo leí por primera vez en años, reescribí algunos fragmentos y luego se lo volví a leer a mis hijos. Me dijeron que les volviera a poner algunas cosas que les gustaban cuando eran pequeños y listo”, contó.

JK Rowling decidió compartir el cuento gratuitamente en su sitio web, por entregas. Al mismo tiempo invitó a los niños hasta 12 años a enviar dibujos inspirados en los personajes de la historia. De este modo los editores en cada idioma organizaron un concurso para escoger las ilustraciones del nuevo libro.

En su casa en Coquimbo, Fernanda Zapata leyó la invitación de JK Rowling y de inmediato quiso participar. “Le conté a mis papá y ellos me apoyaron”, cuenta. “Ella siempre ha sido muy lectora, desde chiquitita. Aprendió a leer a los cuatro años”, dice su mamá, María Gallardo, quien también comparte el amor por la lectura.

El Ickabog lleva el nombre de un monstruo, protagonista de una leyenda del reino de Cornupia. Gobernado por el rey Fred el intrépido y su corte, Cornupia enfrenta una peligrosa amenaza y solo unos niños serán capaces de salvar el reino. De paso, descubrirán la verdad sobre el legendario y temido Ickabock.

“El cuento es muy bueno, no se parece a Harry Potter, es otro tipo de mundo, pero es una historia inclusiva y tiene como los mismos valores de Harry Potter”, dice Fernanda Zapata, quien envió un colorido dibujo que ilustra a la corte.

Ilustración de Fernanda Zapata Gallardo para El Ickabog.

Distribuido por idiomas, la versión en español del concurso fue organizada por Editorial Salamandra y recibió más de 2.000 dibujos de 19 países. De ellos se escogieron 250 finalistas, donde había otra concursante chilena, Rosario Spencer, y luego los 34 ganadores que integran el libro.

“Nos ha sorprendido muy gratamente el nivel y el talento de todos los niños participantes. Queremos sobre todo agradecer y felicitar a los pequeños artistas y sus familias por el entusiasmo y la alegría con que han encarado este reto en unos tiempos difíciles para todos. Es reconfortante comprobar cómo la magia de un cuento apasionante puede contagiar y estimular la creatividad”, comunicó el jurado.

En Coquimbo, Fernanda Zapata estaba feliz. “Me emocionó mucho cuando supe que era finalista, saltaba de alegría, y cuando llegó el mail que decía que era una de las ganadoras, lloramos en mi casa”, cuenta.

Fernanda Zapata, la lectora de 12 años de Coquimbo, autora de uno de los dibujos que ilustran el nuevo libro de JK Rowling.

Con ella integran el libro ilustraciones de niños de toda América Latina, entre 7 y 12 años: Argentina, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Perú, Uruguay y Venezuela. Un proceso similar se realizó en cada uno de los 26 idiomas en que se publica el volumen.

Los ganadores recibirán una copia firmada de El Ickabog, un poster de su dibujo y una colección de libros de JK Rowling para donar a la institución que deseen. Fernanda Zapata escogió la biblioteca de su colegio, San Marino College, “para incentivar la lectura”, dice.

El libro estará disponible en Chile a fin de mes. “Esperemos que a los niños les haga ilusión ver lo que otros han dibujado y se animen. Además, lo bonito ahora es poder leerlo entero todo seguido”, dice la editora de Salamandra, Sigrid Kraus.

JK Rowling donará los derechos literarios de El Ickabog a la fundación The Volant Trust, que ayuda a las personas más afectadas por la pandemia.