Mi película favorita de Disney
Disney Plus, el nuevo protagonista de la batalla del streaming, aterrizó en Latinoamérica con un nutrido catálogo que incluye obras clásicas de la firma. Culto invitó a un puñado de voces del mundo de la política, las comunicaciones y las artes a escarbar entre sus recuerdos y escoger sus favoritas.
Consultados por Culto, políticos, críticos de cine y periodistas rememoran las películas de la factoría del ratón Mickey, en particular aquellas que los marcaron. En la semana del arribo de Disney Plus a Chile —el servicio de streaming que ofrece los catálogos de Disney, Pixar, Marvel, Star Wars y National Geographic, todo en un mismo lugar—, esto fue lo que nos contaron.
Jaime Bellolio, ministro Secretario General de Gobierno
—Toy Story (1995) y especialmente Toy Story 2 (1999), porque representa la lealtad, amistad, vivencias de etapas de crecimiento y generosidad. Y bueno, porque todos mis hijos tienen su juguete favorito que los acompaña en su crecimiento. El Rey León (1994) porque la música es insuperable, y el musical aún más. Y luego, la enseñanza sobre la responsabilidad individual en hacer el bien para el bien común. E Intensa-Mente (2015), porque explica tan didáctica y claramente la importancia de los vínculos humanos, de las emociones, de la importancia de la familia y la educación socioemocional.
Izkia Siches, presidenta del Colegio Médico
—Pocahontas (1995), porque tiene una protagonista mujer, indígena, con convicciones fuertes. Una mirada muy educativa del colonialismo y lo que significó para los pueblos que habitaban América, además de la valoración a la naturaleza y a la experiencia de los ancianos (el árbol). Tenía el VHS, la vi mil veces, amaba sus canciones.
Daniel Jadue, alcalde de Recoleta
—Coco (2017) y El libro de la selva (1967). Coco por la relación con la cultura y las tradiciones y por el aporte a desmitificar el tema de la muerte. Y el otro porque me recuerda al primer libro que recibí de regalo cuando yo era muy, muy niño.
Isidora Jiménez, atleta
—Mulán (1998), porque me parece muy interesante el valor que se le da al honor, lealtad y sacrificio de, en ese caso, ser un soldado y defender el país ante una invasión. Además, el hecho de que Mulán, la protagonista, se haga pasar por hombre debido a que las mujeres no podían estar presentes y así, representar a su familia, me parece extraordinario. Queda demostrado que tanto hombres como mujeres somos capaces de hacer lo que nos propongamos.
Juan Andrés Salfate, presentador de TV y crítico de cine
—Sigue siendo, entre las modernas, Peter Pan (1953). Encuentro que todos los fantasmas, demonios y el espesor psicológico de los traumas de Walt Disney están depositados en esa película, sobre este niño que se niega a crecer, que odia a los adultos, que tiene una aversión contra la figura paterna y una obsesión con la materna completamente desarraigada en su vida. Y que la mejor idea de un niño es con su armadura, que es un pijama con forma de animal, la parte más instintiva y subconsciente de cuando se defiende de lo terrible que es la vida.
Stefan Kramer, comediante
—Más que Disney, Pixar. A pesar de toda la cantidad de películas maravillosas, yo creo que Toy Story (1995) fue la primera que creo haber visto algo para niños y adultos. Quizás estoy equivocado, porque antes está El Rey León (1994), pero me marcó mucho Toy Story. Y Coco (2017), que es maravillosa también. La historia ancestral, cómo relatan el tema del Día de los muertos en México. En esta familia, Disney/Pixar ha pegado muy fuerte y siempre que hay una película la vemos con muchas ganas.
Javiera Parada, actriz y activista
—Hace tiempo que no veo películas de Disney, pero Fantasía (1940) la vi muchas veces y la volvería a ver varias más. Cuando era chica, era muy fan de todas esas películas. Recuerdo la música y los traperos bailando.
Fernando Paulsen, periodista
—La noche de las narices frías (1961), porque me parece una metáfora eterna, llena de ternura, sobre la defensa de los más débiles, en este caso cachorros dálmatas.
Juanita Ringeling, actriz
—Me encanta Fantasía (1940). No me acuerdo exactamente de la trama de la película, pero recuerdo que era absolutamente sicodélica, como estar en un sueño, un viaje de ácido, meterse en el subconsciente de una persona. Y la música era increíble. Tengo imágenes muy grabadas, las transformaciones, las gotas bailarinas que se convierten en pétalos. Eso me alucinó mucho cuando chica, esa libertad de pasar de una cosa a otra, y de imaginar. Esa es una de mis películas favoritas, de hecho la debería volver a ver. Otra, más convencional, es La Sirenita (1989). Yo creo que porque nací y crecí al lado del mar, en Zapallar, me sentía una persona muy identificada con el mundo marino; y esa película fue como un espejo y, al mismo tiempo, un anhelo.
Aldo Schiappacasse, periodista
—Toy Story (1995), por lejos. Las he llorado todas. La mejor reflexión sobre la muerte, la amistad, la lealtad. Un clásico.
Daniel Matamala, periodista
—Fantasía (1940). La vi de niño y me impactó muy profundamente, nunca había visto algo así en mi vida y creo que nunca he vuelto a hacerlo, en términos de la ambición artística y la idea de este cruce entre la animación y los personajes infantiles como vehículos para hacer arte y vincularlos con la música clásica. El segmento que más me impactó fue el de El aprendiz de brujo, de hecho tuve unas sábanas que eran como un tesoro para mí. Más grande, cuando la vi de nuevo, noté que estaba La consagración de la primavera de Igor Stravinsky, que es mi pieza favorita, entonces se cruzaron dos cosas que para mí son relevantes. Es una obra única en su género, muy mágica y creo que demuestra hasta dónde se puede hacer arte, a través del cruce entre disciplinas como la animación y la música.
Carolina Goic, senadora DC
—Mi película favorita de Disney es Tierra de Osos (2003). Primero porque la vimos muchas veces cuando mis dos hijas estaban más chicas y siempre me acuerdo de esos años cuando haciendo zapping me la topaba. Pero, además, porque creo que el mensaje y los valores que transmite la historia son permanentes, ya que enseña la fuerza de la hermandad de las personas y que la relación con la naturaleza y la espiritualidad va más allá de la vida.
Amancay Nahuelpan, dibujante de DC Comics
—Yo creo que es la versión animada de Tarzán (1999), recuerdo que me compré el DVD. La animación que utilizaron para hacer la película me dejó loco cuando salió y la tecnología de los fondos mientras se mueve en los árboles de la jungla me encantó. Una de mis escenas favoritas es cuando recién se encuentra con Jane, juntan las manos y la cámara hace una rotación de la escena, esa parte la encuentro genial.
Joe Vasconcellos, músico
—Fantasía (1940) fue de alto impacto, me marcó mucho en mi infancia. La música clásica, que ya era un estímulo impagable para mi imaginación, hecha dibujos animados. Susto, alegría, ternura, misterio y versiones inesperadas, me voló la cabeza. Hay un momento en que el ratón habla con el director Leopold Stokowski. El aprendiz de brujo de Paul Dukas, inolvidable. Igor Stravinsky, Modesto Mussorgski, Bach, Beethoven, Tchaikovski y terminaba con el “Ave María” de Schubert. Hasta el día de hoy la guardo con especial cariño y nostalgia.
Jean Philippe Cretton, periodista y músico
—Tengo lindos recuerdos de El Rey León (1994), hay otras que me gustaron más grande por cuestiones estéticas y artísticas, pero el simbolismo de este fue bonito. Recuerdo que mi papá nos la pudo regalar, porque justo tuvo un viaje de pega, entonces llegó con un VHS de la película cuando era la primicia total. La vimos y la encontré una peliculaza, por la muerte de Mufasa y todo eso.
Ana Josefa Silva, crítica de cine
—Monsters, Inc. (2001) me remueve todo, no hay nada más revolucionario que la genuina inocencia y alegría de una niñita para dar vuelta una sociedad. Aun no me repongo de la escena final.
Sergio Lagos, periodista y músico
—El aprendiz de brujo de la serie Fantasía (1940). Cuando chico me impactó esta historia del aspirante que se quedaba solo en la casa del mago y que multiplicaba las escobas con un encantamiento que no sabía manejar, luego las rompía con un hacha y estas se volvían a reproducir, después traían agua y se inundaba el espacio. Nunca me olvidé de esa historia, para mí es fundamental.
Hermes el Sabio, crítico de cine y guionista
—El rey león (1994), creo que conjuga todas las virtudes que transformaron a Disney en el imperio que es hoy. Es una animación que llega a su punto más alto como propuesta, tanto en su nivel expresivo, como de movimientos de cámara y paleta de colores. También es uno de los musicales más satisfactorios en mi opinión, justamente por esta mezcla de pop con la épica de Hans Zimmer y arreglos africanos que tienen poco que ver con África, pero que sí son una traducción muy agradable de escuchar. Su historia no por ser simple deja de ser compleja y tener muchas capas, por algo se le compara con Hamlet y se dice que está basada en eso. Es un equilibrio muy bonito en humor, entre seriedad y estos personajes tontos que suelen ser más graciosos para los niños. Creo que luego todo fue cuesta abajo, sobre todo en lo que es animación 2D; opino que nunca llegaron al peak que llegó este filme, sin basurear las películas que hicieron después. Es destacable lo laborioso y lo artesanal que se sigue sintiendo la animación de dibujos hechos a mano, que en esta cinta no solo tienen una expresividad increíble, sino que también tiene un estudio de los animales y del comportamiento felino. Todo eso te lleva a un mundo exótico, que siempre es lo que buscó Walt Disney al innovar y explorar en sus trabajos. No deja de gustarme a medida que pasan los años.
¿Y tú? ¿Cuál es tu película favorita de Disney y por qué? Comenta más abajo.
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