Si algo define al pop es su capacidad de reinventarse a partir de sus propios retazos. Una lección que la siempre inquieta Miley Cyrus aprovecha en sus últimos pasos para proponer ciertos guiños a la estética del rock setentero en su música. Ya lo hizo en el sencillo “Midnight Sky”, con su guiño a Fleetwood Mac y en sus covers de Blondie y Cranberries -sumado a sus revisiones de Metallica y Nine Inch Nails-.
La artista repite la fórmula en “Prisioner”, el segundo adelanto de su nuevo álbum Plastic Hearts, que la reúne con la estrella pop británica Dua Lipa. Una canción que en su letra toma un tópico clásico, la ruptura de una relación, y como ese antiguo amor aún merodea en las cabezas. Un hechizo que solo se rompe con música a todo volumen. “Prisionera, no puedo sacarte de mi cabeza, de mi cabeza, el señor sabe que lo intenté un millón de veces”, suena en el coro.
Como ya lo planteó con su relectura de “Edge of seveteen” de Stevie Nicks para el remix de “Midnight Sky”, en esta ocasión la ex estrella de Disney vuelve sobre melodías de antaño con sus guiños al clásico “Physical”, de Olivia Newton-John. Un pastiche pop que se completa con su videoclip -dirigido por Alana O’Herlihy y la propia Cyrus-, en que junto a la voz de Future Nostalgia comparten espacio en una suerte de autobús gótico repleto de referencias al punk de primera hora y a la teatralidad que inspiró a The Cramps.
Las salsas en el cuerpo, las cerezas en la boca, las miradas lujuriosas -en plena era de la distancia social- y un escenario en un infaltable -y rayado por completo- club punketa, completan un cuadro tan sugerente como sangriento, en que las chicas advierten que ellas arrasan, y sin tomar prisioneros. “¿Es acaso mi videoclip si no causa una reacción?”, escribió una certera Miley en su cuenta de Twitter.