A principios de 2006, Kate Nash, una joven londinense de 18 años, vivió uno de los días más desafortunados de su vida, o al menos, eso creía. Tras salir apuradamente de su hogar, dio un paso errado, cayó por las escaleras y se rompió un pie. Más tarde, le llegó una carta en la que la Escuela de Teatro Old Vic de Bristol —una prestigiosa academia a la que había postulado— le informó que no fue seleccionada para ser alumna de su casa de estudios.
Al verla deprimida, sus padres le compraron una guitarra eléctrica y un amplificador para que se animara, por lo que empezó a escribir algunas canciones y a grabarlas en su computador, a través del programa Garage Band de Apple.
Con el paso de las semanas, fue subiendo su material a una cuenta de MySpace, hasta que la cantante pop, Lilly Allen —quien en ese año encantaba a la audiencia con su debut Alright, Still y por sencillos como “Smile”— incluyó algunas de sus composiciones en su Top 8 personal de la aplicación.
La respuesta fue inmediata: Nash consiguió un contrato con Fiction Records —una subsidiaria de Polydor, filial de Universal— y se encaminó en la aventura de ser una estrella del pop adolescente, con todos las virtudes y defectos que tiene ese título.
Su primer álbum, Made of Bricks (2007), alcanzó el primer lugar en las listas de Reino Unido, mientras que un año después de su publicación, la autora de “Foundations” recibió el premio Brit a “Mejor artista británica femenina”. Pero junto con ello, se encontró con una industria musical dominada por hombres, quienes querían dictarle cómo componer, qué ropa usar y qué actitud adoptar frente al público, para así convertirla —desde su perspectiva— en una cara rentable para el negocio.
El documental Underestimate The Girl (2018) —en español, “Subestima a la chica”— de Amy Goldstein presenta una mirada feminista sobre la lucha de Kate Nash para ser fiel a su identidad artística en medio de ese escenario.
“No estoy en contra de los sellos discográficos, estoy en contra de la mierda que la gente hace con ellos”, declara en una entrevista a Rolling Stone al ser consultada sobre el filme, para después agregar que “siempre hay potencial para el cambio”.
La cinta estará disponible en Chile hasta el martes 8 de diciembre, a través de la página web del festival inedit.cl