Por un momento sus planes se vieron en riesgo. La Feria del Libro de Ñuñoa se preparó para ser la primera en contacto directo con el público. Y luego de diseñar una versión acorde a tiempos de pandemia, con medidas de higiene, distancia y aforo limitado, ayer el retroceso a Fase 2 amenazó con dejarla en suspenso. Pero finalmente el Ministerio del Interior la autorizó para funcionar de lunes a viernes.

De este modo, la feria se inaugura hoy con 47 expositores en la Plaza Ñuñoa y un programa cultural en modo virtual. “Estamos muy contentos con esta noticia, sobre todo por los expositores, que son editoriales y libreros que han vivido un año complejo. Nos sentimos muy responsables y honrados con esta autorización. No habrá cambios en las medidas y protocolos sanitarios ya que los que teníamos preparados antes de entrar en fase dos, ya eran muy exigentes. Se permitirá una entrada restringida, se tomará la temperatura, habrá alcohol gel en cada stand y también habrá islas sanitarias. El uso de mascarillas es obligatorio en todo momento”, dice Verónica Farfán, directora de la Corporación Cultural de Ñuñoa.

La feria se extenderá hasta el próximo lunes 14, con prohibición de funcionar el fin de semana. “La presencialidad es muy importante por varios motivos, primero porque los expositores pueden exhibir sus libros a un público que puede preguntar sobre los contenidos, la comunicación entre el público y las editoriales es esencial”, dice Verónica Farfán. “A nosotros nos interesa fomentar la lectura y el contacto con los libros es muy importante, sobre todo para los más pequeños. Como no sabemos qué va a suceder respecto a posibles nuevas medidas y cambios de fase, creemos que es muy importante que hoy pueda haber interacción aunque sea restringida”.

A través de sus redes sociales, la Corporación Cultural ofrecerá talleres, conferencias, música y presentaciones de libros. Entre ellas destacan, el viernes, Mujeres del alma mía de Isabel Allende, con la participación digital de la autora, a las 19.00; Zona Cero de Gilberto Villarroel y Tragar el sol de Patricio Jara, a las 17.00 y 18.00 horas, respectivamente, y la conversación con el poeta y Premio Nacional de Literatura Elicura Chihuailaf, el domingo a las 19.00. Programa completo en http://ccn.cl/22o-feria-del-libro-de-nunoa/

Feria del Libro de Ñuñoa en imagen de archivo. Ahora regresa en versión pandemia, con mascarilla y aforo limitado.

“Es un desafío haber sido autorizados, y esto nos permitirá mostrar lo bien preparados que estamos en esta contingencia tan compleja”, subraya Verónica Farfán. “Queremos que los expositores vendan, que la gente se acerque con confianza a vivir esta fiesta del libro. Por supuesto una fiesta más pequeña y con todas las medidas de protección”.

Las mismas expectativas de encuentro con los lectores comparten los organizadores de la Primavera del Libro, que igualmente comienza hoy, y la Furia del Libro, que se inicia el próximo 17, ambas en formato digital.

La Primavera “piensa a Chile”

Por primera vez en sus nueve años de vida, la Primavera del Libro tendrá modalidad digital. Organizada por Editores de Chile en conjunto con la Municipalidad y la Fundación Cultural de Providencia, la muestra se desarrollará desde hoy hasta el domingo en el sitio primaveradellibro.cl. En ella participan 74 sellos que dispondrán de sus novedades y títulos de catálogo, los que se pueden adquirir en la misma plataforma.

En agosto, Editores de Chile ya había probado este formato con la Lluvia de libros. “La Lluvia de Libros fue muy buena porque pudimos realizar actividades culturales y fue muy positivo”, destaca Francisca Jiménez, presidenta de la asociación de editores. “En esta versión la intención fue acortar los días, de 10 a 6, y la idea fue hacer actividades conjuntas entre editoriales, como una manera de colaborar y hacer una propuesta de contenidos más interesante. La idea fue agruparnos bajo distintas temáticas”.

Con el lema “El Libro piensa a Chile”, la Primavera diseñó una programación cultural que dialoga con los temas que están en el debate público de cara al proceso constituyente. “Nos apoyamos en esos temas que están siendo tratados en el debate constitucional, como el feminismo o los pueblos originarios, y quisimos tomarlos para discutir en grupos. Es todo en modo virtual, pero nos da la posibilidad de contar con autores internacionales y tener un público más allá de nuestros territorios”, dice Francisca Jiménez.

Desde hoy hasta el domingo, la Primavera del Libro se desarrollará de manera online.

De este modo, las actividades de hoy estarán dedicadas al feminismo. Entre ellas, se cuenta una conversación con tres autoras chilenas, Catalina Infante, Patricia González y Casandra Luan Bustamante, a las 16.00; el encuentro en torno a Mujeres y teatro, a las 19.00, con Eva Débia Oyarzún, Nona Fernández, Lorena Saavedra, Patricia Artés y Maritza Farías. Cierra esta jornada una lectura de Gabriela Mistral por Francisca Imboden, a las 20.00, grabada en el Centro Cultural Montecarmelo.

La oferta cultural de la feria reserva además diálogos en torno al medio ambiente, los pueblos originarios, la ciencia y la literatura infantil y juvenil.

“Siempre sería mejor poder hacerlo de modo presencial, y esperamos que el próximo año se pueda hacer de esa forma, cuando se van a cumplir 10 años de la Primavera y 20 años de Editores de Chile”, dice Francisca Jiménez. “Pero por ahora nuestra expectativa es brindarle al público nuestro quehacer, los temas que elegimos para la discusión y que la gente se conecte, especialmente en esta nueva fase. Para nosotros es una buena oportunidad de vender nuestras novedades y libros clásicos”.

La Furia y los torpedos

Agendada del jueves 17 al domingo 20, la Furia del Libro también apostó por el espacio virtual. Para su director, Simón Ergas, el acceso digital ya se integró a los hábitos culturales. “En el caso de mi editorial La Pollera, todo cambió un montón durante la pandemia porque los lectores comenzaron a saltarse las librerías que estaban cerradas. Y nos vimos obligados a entender esa relación con el cliente: hacer sobres bonitos, despachos rápidos, etc. Estos últimos meses del año las cosas volvieron a abrir, pero el lector que nos buscaba directo no se retrajo. Seguimos recibiendo pedidos de localidades bastante específicas en regiones, por ejemplo. Eso me dice que como sociedad cambiamos bastante este 2020”, dice.

El editor agrega: “Antes creíamos que el whatsapp nos tenía la vida arruinada por la digitalización extrema, pero la pandemia y el Zoom nos demostraron que estábamos recién en la puerta. Creo que no hay vuelta atrás”.

De este modo, apunta, “el próximo año quiero hacer la Furia en vivo y creo que nadie quiere lo contrario, pero quizás tengamos que transmitir de todas maneras los eventos, y mantener el sitio web de este año que redirige a los sistemas de venta de las editoriales inscritas, algo que será adicional a los stands. El alcance del formato digital no tiene comparación”.

En su 11 versión, la Furia reunirá a 130 editoriales nacionales e internacionales en el sitio lafuriadellibro.com, y contará con un programa con 50 actividades culturales, las que serán transmitidas también por su canal de Youtube. La oferta de actividades tendrá énfasis en el proceso constituyente, con conversaciones como “La constante represión”, con la fiscal Ximena Chong, la socióloga Lucía Dammert, la abogada Catalina Fernández y moderada por la escritora Nona Fernández, o “El arte de la protesta”, con el músico Nano Stern y los integrantes del estudio de diseño Delight Lab.

Nano Stern dará la apertura de la Furia el jueves 17 desde el GAM. La actividad que era abierta a público, ahora será transmitida con un aforo reducido.

Además, la Furia contempla diálogos literarios virtuales como “Nuevas escrituras hispanoamericanas”, con lFernanda Melchor (México), Gabriela Cabezón Cámara (Argentina), Elena Medel (España) y Rafaela Lahore (Uruguay).

A través de la página web, los lectores podrán hacer sus compras y recibirán en el mismo día gracias a un sistema de envío en bicicleta. El cambio de fase, dice Simón Ergas, no afectará estos despachos: “A la inversa, la dinámica se vuelve más necesaria que nunca. Las empresas de mensajería desde el comienzo de la pandemia, así lo hemos aprendido en las editoriales, tienen permisos para trabajar dentro de las zonas incluso en cuarentena. Nosotros tenemos un convenio con Torpedo Mensajeros, quienes conocen su trabajo y tienen la capacidad para recoger los libros de 120 editoriales e irlos entregando el mismo fin de semana. Conocen su trabajo y ya estuvieron funcionando con resguardo durante la primera cuarentena”.

Expectativas y aprendizajes

“Después de un año como este se ha vuelto un ejercicio doloroso tener expectativas”, reflexiona Simón Ergas. “Los tiempos nos están enseñando a vivir el presente, dejar la especulación, la ansiedad y la desilusión. Creo que lo estamos haciendo lo mejor que podemos, ofreciendo todo lo que podemos ofrecer a las editoriales y a los lectores. Si era necesario más aún, no estábamos a la altura. Habiendo dicho eso, me gustaría que esta Furia se vuelva una oportunidad de establecer una relación entre editoriales, autores y lectores sin la necesidad de estar cara a cara, aunque lo añoramos cada vez más; una instancia que estimule a las editoriales a no parar su plan de publicaciones y a los lectores a buscar entre los libros de las más pequeñas y novedosas que aún no construyen una audiencia o no establecen un sistema, por ejemplo, de venta y despacho digital”, agrega.

“Fue un año difícil”, concuerda Francisca Jiménez. “La pandemia caló hondo el sector cultural y en especial en el editorial. Afortunadamente hemos podido sacar aprendizajes, en este caso invertir este tiempo sobre todo en capacitarnos. Las capacitaciones financiadas por los Fondos de Cultura fueron muy importantes, capacitaciones en contabilidad, libros electrónicos, redes sociales, derechos de autor. esas capacitaciones podrían haber reunido unas 60 personas en modo presencial, como estaban pensadas, pero la pandemia nos obligó a hacerlas virtuales y en lugar de 60 tuvimos casi 500 personas, no solo desde Chile sino de otros países”.

La presidenta de Editores de Chile destaca también que en este tiempo el gremio aprendió la necesidad de integrarse al comercio electrónico, mejorar sus páginas web, utilizar redes sociales, “y eso ha sido muy positivo”. Del mismo modo, “haber tenido tiempo para la digitalización de nuestro catálogo: el ebook es un gran complemento del libro físico y es muy importante que nos subamos al carro del ebook, porque democratiza el conocimiento, llega a lugares donde no hay librerías o es más difícil acceso. Y el consumo de libros digitales aumentó enormemente, un 56% según los datos de Biblioteca Pública Digital. Sumarnos a esa vitrina es una muy buena manera de darnos a conocer y con nuestro contenido propio”, concluye.