Excuse Me, I Love You: Ariana Grande y “una muestra de sensualidad y erotismo” en Netflix
El documental estrenado en Netflix esta semana, acompaña a la artista en el Sweetener World Tour que hizo a lo largo de 2019. En la producción se muestra desde la interpretación en vivo de sus canciones hasta cómo es su vida detrás de escena, a través de una serie de anécdotas que protagoniza junto a su equipo.
—¿Crees que por ser una estrella de cine no tengo sentimientos? Pues te equivocas, soy actriz, los tengo todos —decía uno de los diálogos audiovisuales que Ariana Grande exponía durante las fechas del Sweetener World Tour.
Aquellas declaraciones cobran una especial relevancia para la artista. No solo porque en 2008 inició su trayectoria como parte del elenco del musical 13 de Jason Robert Brown —para más tarde interpretar a Cat Valentine en Victorious de Nickelodeon y despegar como cantante solista en 2013 con Yours Truly— sino porque también ha debido enfrentar múltiples escenas trágicas a lo largo de una exitosa carrera en la que ha sido galardonada en certámenes como los Grammy, los Billboard, los Brit Awards y los American Music Awards.
Una de ellas fue en mayo de 2017, cuando ISIS se autoproclamó responsable de los 22 muertos y más de 500 heridos que dejó un atentado terrorista durante un concierto de la cantante en el Manchester Arena, mientras que otra más reciente fue cuando el músico Mac Miller —con quien tuvo una relación amorosa— murió de una sobredosis en septiembre de 2018, con tan solo 26 años.
En una de las escenas de Excuse me, I Love You (2020), Grande se reúne con el equipo que trabajó con ella en el Sweetener World Tour en 2019 y les da las gracias por haberla acompañado. “De verdad los quiero mucho y estoy muy agradecida. Sé que ha sido difícil física y mentalmente, pero esta gira definitivamente me salvó la vida”, dice entre lágrimas alrededor de un círculo con sus compañeros, quienes están tomados de las manos.
El documental dirigido por Paul Dugdale y estrenado en Netflix esta semana, sigue a la cantante de “Problem” en el marco de ese circuito de espectáculos y la muestra no solo desde la perspectiva de una popstar con millones de seguidores alrededor del mundo, sino que también rescata su lado más íntimo a través de anécdotas y conversaciones que tiene detrás de los escenarios.
Grande en su faceta más cercana
Entre los aspectos que más llaman la atención del filme, se encuentra que gran parte de los entrevistados que trabajan con ella son presentados como “sus mejores amigos”, mientras que mantienen un trato muy cercano con la cantante.
Esto se materializa en escenas en las que descansan juntos en una cama y comentan las fotos que han sacado en los últimos días, además de otras en las que Grande conduce un vehículo y les propone la idea de ir a comprar productos en el mercado ilegal, pero después solicitarles que por favor le presten dinero en efectivo.
De la misma manera, se les ve reír a carcajadas cuando le muestran películas de terror a uno de los coreógrafos que —evidentemente— se ve impactado por ellas, una costumbre que adoptaron tanto en los viajes como en los recintos que visitaron a lo largo de la gira.
Pero esos momentos de diversión son intercalados con la interpretación en vivo de títulos como “God Is a Woman” y “Love Me Harder”, en donde se convierten en personajes del universo de Grande que realizan coreografías en medio de disparatadas secuencia de luces y gráficos audiovisuales.
Como es de esperar, aquello es el resultado de intensas sesiones de práctica y preparaciones estéticas que requieren tiempo y dedicación. Incluso, la misma Grande se queja de que el pegamento con el que decoran su cara es tan fuerte y difícil de remover que, “deberías verme llorando y sangrando con mi aceite de coco”.
Junto con ello, también se le ve correr encorvada desde un extremo a otro en los interludios de las canciones, con el objetivo de cambiarse de ropa lo más rápido posible y cantar los temas siguientes en el listado.
Una de las escenas que generan más interés de escucha en sus compañeros, es cuando relata una historia en la que sus perros y su cerdo —Grande es conocida por tener una gran cantidad de mascotas— empiezan a vomitar y defecar diarrea en su habitación, mientras ella intenta limpiar el desastre en medio de una videollamada por FaceTime con la actriz Kristin Chenoweth, con quien grabó la canción “You Don’t Own Me” del álbum For the Girls (2019)
A pesar de que Ariana Grande se ha consolidado como uno de los nombres más populares en la última década, su fanatismo por cantantes como Mariah Carey —con quien colaboró en el sencillo navideño “Oh Santa!” en 2010— también se hace presente en la cinta de Paul Dugdale, cuando su representante le solicita que grabe un video para la autora de “Fantasy”, el cual irá destinado a un recopilatorio de “All I Want for Christmas is You” con interpretaciones de sus artistas favoritos.
Es ahí cuando la joven le pregunta si cree que le agrada y, al recibir una respuesta positiva, se dirige inmediatamente a registrar su parte en un camarín con su teléfono celular.
Pero esa no es la única noticia que despierta su emoción en el documental. Mientras estaban durante un ensayo, un miembro de la producción se acerca para comentarle sobre el proceso de destitución que se inició contra Donald Trump en 2019, a lo que ella responde con gritos de celebración que vocifera frente al micrófono y que se apoderan de todos los rincones del recinto
Y si bien, tal moción nunca llegó a concretarse, el mismo filme presenta una leyenda que declara la satisfacción del equipo frente a la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de este año.
En la reseña que The New York Times publicó sobre Excuse Me, I Love You, definen la obra como “una muestra de sensualidad y erotismo”, en la que se presentan escenas de la vida de Grande que “son un refrescante contraste con su personalidad glamorosa”. Asimismo, agregan que “te da la impresión de que la ganadora del Grammy podría ser tu mejor amiga”.
Por su parte, NME le dio una calificación de cuatro estrellas y destaca que en la mayor parte del filme se le ve arriba del escenario: “Es una artista eléctrica, su gimnasia vocal es espectacular. Su éxtasis de tonos agudos y sus hábiles rutinas de baile son fascinantes. Puede que no sea la película musical más reveladora que hayamos visto, pero no tiene por qué serlo. Son 90 minutos de puro pop eufórico y a finales de 2020, es el tipo de visión sana que nos vendría bien a todos”.
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