Si algo caracteriza a la producción de bienes culturales en una lógica industrial, es la repetición de ciertos patrones al momento de decidir lanzamientos de discos. La navidad, con su vorágine de compras, árboles plásticos decorados y pavos al horno, impone un mercado estacional que por cierto, también es buen momento para lanzar música. Es algo así como un subgénero en sí mismo.
Y basta con echar un vistazo a las listas, para dejar en claro el éxito de algunas canciones asociadas a la época, y que por supuesto, como ese viejo pascuero de plaza que cada año deja crecer su barba para soportar a niños en su regazo, vuelven una y otra vez. Allí están algunos temas como “White Christmas”, popularizado por Bing Crosby, hasta “Blue Christmas”, en la voz de Elvis Presley.
Algo similar pasó con “Feliz Navidad”, el tema festivo inseparable de la voz cálida de su autor, José Feliciano. Y si bien, en su momento no alcanzó los primeros puestos, si consiguió un lugar en la cultura pop.
El tema fue escrito en 1970, cuando el músico aún no llevaba una década como artista. Hasta ese momento, era un joven maravilla de la guitarra que se hacía un lugar en la industria.
No fue fácil. A pesar de la ceguera desde sus primeros años de vida, el joven puertorriqueño José Monserrate Feliciano García, se las apañó para aprender a tocar la guitarra por sí mismo, sin más profesor que el tocadiscos. Una vez que la cesantía se instaló en el hogar de su familia inmigrante, en Nueva York, Feliciano decidió ganar el sustento con la música; tocaba en bares, cafés y allí donde pudiera hacerlo. Poco a poco se hizo un nombre y los cazatalentos de RCA Victor llegaron hasta él.
Un primer impulso lo tuvo en Argentina, donde consiguió la marca de siete canciones Top Ten entre 1966 y 1968. Entre estas, figuraban títulos como “Usted” y “Extraños en la noche”. Pero todavía faltaba un salto mayor.
Su mejor golpe en las listas de EE.UU lo conectó en 1968, con su versión de “Light my fire” de los Doors -que suele cantar en sus shows hasta hoy- la que trepó hasta el número 3 del Billboard Hot 100. También grabó temas como “Hitchcock Railway” -de Don Dunn- y poco a poco se hizo de un lugar. Fue entonces que surgió el infaltable golpe de la canción navideña.
“La idea de ‘Feliz Navidad’ era tratar de unir a la gente”, le contó el músico a Los Ángeles Times. “Mi idea cuando escribí la canción era que no importaba en qué idioma cantaras, todos compartimos el sentimiento de la Navidad”.
El músico recuerda que el impulso para sentarse con la guitarra y el lápiz fue la nostalgia. “Cuando compuse la canción, estaba de gira sin parar y extrañaba a mi familia y las tradiciones navideñas de Puerto Rico”, detalla.
Pero como todo creador, necesitaba un punto de partida. Por ello, reconoce que tomó ciertos elementos de dos antiguos villancicos, “We Three Kings” -del siglo XIX- y “The First Noel” -una canción tradicional inglesa-. Con la idea de una canción muy simple en mente, desde ese rincón desarrolló su propia variante al lenguaje de la canción navideña.
Y como había que aprovechar el impulso, Feliciano se decidió a trabajar un álbum completo en torno a la navidad. Una idea a tono con la época, en que era el disco de largaduración el más usado por los artistas para desarrollar en extenso obras y propuestas que superaban la idea de un elepé solo como una colección de canciones.
“No quería hacer un álbum de Navidad que fuera meloso”, detalló en la entrevista mencionada. Su idea era que el disco fuese un relato más extenso. “Que realmente contara la historia del nacimiento del Salvador de una manera que fuera musical y que la gente pudiera respaldar”.
El disco, originalmente titulado José Feliciano, incluía versiones para otros temas clásicos de la temporada navideña. Pasan “Noche de paz”, “Jingle bell”, “Blanca navidad”, e incluso las dos canciones antiguas que inspiraron a su “Feliz navidad”. El éxito de la canción fue tal, que finalmente se decidió usarla para nombrar el disco.
Además, en la reedición de 2001, se incluyeron tres composiciones grabadas por el boricua en esa temporada, pero no incluidas en el vinilo; estas fueron “Las Posadas”, “Santa Claus Is Coming To Town” y “O Come All Ye Faithful”.
Con su letra mínima -repartida en dos versos que se repiten- la canción rápidamente se instaló en el cancionero navideño. En diciembre de este año, entró por primera vez en el Top 10 del Billboard Hot 100, a cincuenta años desde su lanzamiento. Además, es la segunda vez que entra en dicho ranking, tras el éxito de su versión de los Doors. Eso sí, le ha ido mejor en el Hot Latin Songs, donde ha conseguido ocho temas Top 10, entre estos, clásicos de su discografía -y de cualquier radio am- como “Porque te tengo que olvidar”, “Cuando el amor se acaba” y “Te amaré”.
Para celebrar el hit, Feliciano volvió a grabar una versión del tema -para Amazon Music Latin- acompañado de un tropel de 30 artistas, en que figuran Jon Secada, Jason Mraz, Gloria Gaynor, CNCO, Michael Bolton, Patricia Manterola, entre otros.
Tal como ocurre en otros casos como All I want for Christmas is you, de Mariah Carey, de alguna manera, las canciones navideñas señalan una característica fundamental de la cultura pop; el retorno a los lugares más reconocibles. Aquello se potencia en una era en que lo retro se ha vuelto un eje en el consumo cultural, como lo ha planteado Simon Reynolds. Y así vuelve una y otra vez, como ese saludo escuchado todos los años. Como un auténtico clásico.