Cuando J Balvin explicó a Botero
No solo nacieron en la misma ciudad colombiana, el pintor y el trapero también han narrado —a través de creaciones acaso universales— el rostro de un pueblo desgarrado por la violencia del narco.
El pintor Fernando Botero, creador de un estilo figurativo que hasta lleva por nombre oficial “boterismo”, nació en Medellín en 1932, la misma ciudad donde medio siglo después vendría J Balvin.
José Álvaro Osorio Balvín tenía unos veinte años cuando supo que su nombre necesitaba sonar distinto, entonces decidió concederle a la jota el sonido del inglés —yei— y a su segundo apellido le quitó el acento agudo que timbra en el español más clásico. Así nació el alias del reggaetonero que, hoy por hoy, es el sexto cantante más escuchado en Spotify y que, antes del paréntesis pandémico del planeta, encabezaba los principales festivales de música.
La fórmula del colombiano, según reza un perfil de Gatopardo, fue modificar el sonido del reggaetón puertorriqueño, caracterizado por tener un acento muy marcado en la percusión, “bajos profundos y caja reverberada con redobles continuos en contratiempo”, entre “baterías sintetizadas y letras sexuales”. La oleada de música urbana en Medellín —encabezada por J Balvin, Maluma y una larga lista de productores y letristas— invirtió el orden de los factores creando un sonido tan explosivo como contagioso: pusieron acento en las armonías, dotándolas de un lenguaje característico de la música pop, “y escribieron letras con menos carga sexual”. Con los años, y J Balvin es la mejor prueba de aquello, la fórmula conquistaría el mundo.
Botero, por su lado, fue un artista universal mucho antes. Sus pinturas se pueden encontrar en las principales capitales de la cultura occidental y son conocidas por sus colores vivos y principalmente por estar protagonizadas por personajes grandes y robustos.
Aparte de la pintura y la música, Balvin —al igual que Botero— también se dedica al dibujo. Por eso la serie Art Zoom de Google Arts & Culture lo invitó a interpretar una de las obras del famoso pintor colombiano, la pieza “20 de julio” (Museo Nacional de Colombia, 1984).
En perfecto “spanglish”, J Balvin va más allá de los colores alegres del cuadro y entrega algunas luces sobre los rostros sombríos de los personajes de Botero: los de un pueblo desgarrado por la violencia del narcotráfico.
“Why does no one seem to be happy? Porque esta pintura exhibe tristeza. Botero painted in 1984, and the city here is probably Medellín, donde operó el cartel de Pablo Escobar. The people were executed or kidnapped by narcos en Colombia”, dice el músico en un video subido a YouTube.
Cuenta Balvin que era un niño en ese momento, cuando “Medellín was the most dangerous city in the world. Botero’s painting can often seem naive or humorísticas, but many de sus obras tienen un mensaje político”.
Mira la lectura completa de J Balvin a la obra de Botero en el siguiente video:
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