I may destroy you o Better Call Saul: Los grandes ninguneados de los Globos de Oro en TV

Michaela Coel
Michaela Coel en una de las escenas de su aplaudida serie I may destroy you. Foto: HBO.

Este miércoles los Golden Globes dieron a conocer sus nominados, en una lista que dejó fuera a los dos dramas televisivos mejor criticados del año pasado. "Tanta nominación torpe y olvido vergonzoso solo puede ser atribuido a que los votantes vieron muy poca televisión en pandemia", dice en esta columna el crítico de TV de Culto, Rodrigo Munizaga.


Año a año, los periodistas extranjeros acreditados en Hollywood entregan sus nominados al Globo de Oro en los apartados de películas y series. Hay veces en que logran ser un barómetro en cine de lo que sucederá en los premios Oscar, pero en la categoría televisiva, lo usual es que sean extravagantes. Por dar un adjetivo leve. Tienen debilidad por shows nuevos, buscan marcar pauta propia y suelen darle la espalda a series que otros están premiando.

“Los Globos de Oro son a los Oscar lo que Kim Kardashian es a Kate Middleton. Un poco más ruidosos, marginales, borrachos y muy fáciles de comprar”, dijo Ricky Gervais en su monólogo de la ceremonia de 2012, siendo anfitrión y haciéndose cargo del mito que corre sobre los seis mil corresponsales que votan.

Hay material para sospechar: en 1982 Pia Zadora ganó un premio por Butterfly y que muchos piensan que respondió a un viaje con todos los gastos pagados que el esposo de la actriz, el magnate Meshulam Riklis, ofreció a miembros de la HFPA para una proyección privada en Las Vegas. La Asociación de Periodistas Extranjeros negó que el viaje hubiera influido, pero la sospecha quedó instalada, con no poca razón.

Este año, la lista de series ninguneadas es tan grande, que no es exagerado decir que ha sido un bochorno y una muy mala radiografía de lo que hubo en ficción en inglés el año pasado. Partiendo por la omisión más evidente de I may destroy you, la dramedy de Michaela Coel sobre una mujer que es violada y, desde entonces, su vida cambia. La serie de la BBC, emitida por HBO, lideró las listas de todos los medios de comunicación estadounidense en sus ránkings de lo mejor del año. Los Globos de Oro no se dieron cuenta o no quisieron darse por enterados y resulta desconcertante que la narrativa de Coel no puede ser la mejor candidata a drama del año. Como bien dijo el New York Times, su omisión “es un crímen”.

Better call Saul, la extraordinaria secuela de Breaking Bad que cuenta como el abogado de Walter White terminó pasándose al “lado oscuro” -y que en Latinoamérica emite Netflix-, tampoco figura en Mejor Drama del año y solo su protagonista, Bob Odenkirk, consiguió una postulación a Mejor Actor. Tras I may destroy you, es otra serie que estuvo en todos los listados de 2020 dentro de lo mejor del año. Ningunear a Rhea Seehorn se ha vuelto un deporte favorito para los premios -incluso en los Emmy-, pero aún así la ausencia de ella a Mejor Actriz, por su Kim Wexler en una temporada que se encamina en el espiral hacia la criminalidad de Jimmy, resulta injusto.

La serie Better Call Saul.

Los Emmys más recientes nominaron a Paul Mescal por su brillante trabajo en Normal people (disponible en Chile en el streaming de Strarzplay) y el actor se convirtió en la gran revelación actoral televisiva de 2020 gracias a su rol de un joven atribulado por la vida adulta en la universidad. Pero los Globos de Oro parece que adrede decidieron llevar la contra: no lo postularon a él sino a su coprotagonista en esa serie, Daisy Edgar-Jones.

Normal People
Normal People

En 2020 terminó la serie animada BoJack Horseman, sobre un caballo antropomórfico que alguna vez fue un actor popular y que hoy vive en la decadencia. Su sexta temporada también figuró en todos los ránkings de los medios y su final se ha colado entre los grandes descenlaces de una ficción. Pero el show de Netflix se ha despedido sin una nominación a los Globos de Oro que valore ese trabajo.

Una omisión que crea necesidad: los Golden Globes no tienen una categoría de docuserie, quizás uno de los apartados que más ha crecido en los últimos años en materia televisiva. Solo por eso se entiende que The last dance, sobre los Bulls, haya quedado sin nominaciones. Emitida por ESPN y Netflix, el show fue un prodigio visual y narrativo que terminó yendo más allá de Michael Jordan y profundizó en la competencia del equipo.

BoJack Horseman
BoJack Horseman.

Se entiende: los premios pueden llegar a ser una lotería y no caben todos. Pero los olvidos han resonado en esta versión por la improbable lista de quienes sí están, partiendo por Emily in Paris. La serie de Netflix, una comedia juvenil sobre una estadounidense que llega a trabajar a una agencia en Francia, cuenta con una trama absurda y a menudo tonta, pero que se ve con gracia y algo de culpa. Es entretención básica como lo es comer una hamburguesa con papas fritas. Pero nadie, en su sano juicio, propondría que compitiera con un plato de alta cocina. Su inclusión es derechamente ridícula, así como la postulación a Mejor Actriz para Lily Collins.

Tan improbable como es que Ratched, la precuela de Atrapados sin salida creada por Ryan Murphy figure en Mejor Drama. ¿Alguien podría creer que merecía estar ahí en vez de I may destroy you o Better Call Saul? Es cierto, Ratched tenía un elenco lleno de estrellas y una linda fotografía, pero no hay modo de pasar por alto que su guion era torpe y ridículo, unidimensional y antojadizo en sus definiciones, aburrida gran parte del tiempo y, a fin de cuentas, un bodrio. Quizás el peor de 2020. Su inclusión solo se entiende por la curiosa simpatía que tienen los Globos de Oro por Ryan Murphy, que año a año es nominado por sus ligeras ficciones.

En Mejor Drama nuevamente figura Ozark (Netflix) y a estas alturas no hay explicación para que eso suceda. A lo largo de su historia, los Golden Globes suelen premiar un año y desechar a la temporada siguiente a una serie, pero acá hay una fidelidad casi patológica por un drama que hace rato dio lo mejor de sí.

La serie Ozark.

Recordando esa frase popular de redes sociales que dice: “No tengo pruebas, pero tampoco dudas”, tanta nominación torpe y olvido vergonzoso solo puede ser atribuido a que los votantes vieron muy poca televisión en pandemia. Y la que eligieron, queda claro, fue la más débil.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.