Recuerdos de mi Inexistencia, de Rebecca Solnit
Tenía 26 años cuando consiguió su primer cuarto propio: un departamento en las afueras de San Francisco. “Los primeros años que pasé allí se correspondieron con la época de mis batallas más feroces: algunas las gané, otras me dejaron cicatrices que todavía tengo, muchas me formaron de tal modo que no puedo decir que desearía que todo hubiera sido distinto”, anota Rebeca Solnit al inicio de sus memorias, editadas por Lumen. En ellas relata la silenciosa formación de su identidad, en un camino acechado de dificultades y violencia masculina: cómo “una joven larguirucha y angustiada”, “una inadaptada torpe, soñadora, una vagabunda inquieta” se convirtió en la autora de Los hombres me explican cosas, una voz fundamental del feminismo contemporáneo.
Cero, de Claudio Bertoni
La incertidumbre, el miedo, a veces el pánico, el deterioro y la sombra de la muerte atraviesan las páginas del nuevo poemario de Claudio Bertoni, publicado por Overol. Escrito durante el último año, puede leerse a la luz de las emociones vividas bajo pandemia. La conciencia de la fragilidad humana adquiere acaso más urgencia y toma forma en versos aparentemente frágiles, engañosamente simples y profundamente emotivos: “por/ enésima/ vez lloro/ sentado a/ los pies de/ la cama después/ de bailar Kiss de/ Prince”. La soledad y la pregunta por la trascendencia se manifiestan en versos heridos de duda, dolor y ternura.
El Milagro, de Carolina Andonie
A los 40 años, María Inmaculada pierde el control de su vida: la resuelta editora de novelas románticas se queda sin trabajo, vuelve a casa de sus padres y, de un modo imprevisto, se enreda en una relación amorosa. No es lo único: también escribe una novela titulada El milagro, que de algún modo hará honor a su título. Con humor y destreza narrativa, Carolina Andonie construye un personaje entrañable, protagonista de un relato inteligente y divertido que juega y refresca los códigos de la novela romántica. Editada por Cuarto Propio y guiada por el ánimo de la comedia de enredos, la historia dibuja una parodia que depara más de una sorpresa.
Gente Encerrada, de Pablo Padilla.
“La gente preparada para la guerra se quedó sin frente, sin pólvora y sin libreto. ¿Qué hacer con ellos?”, se pregunta el narrador, un ex combatiente contra la dictadura. Escrita con una economía de recursos notable, una voz convincente y gran capacidad sugestiva, la novela ofrece un relato intimista y desprovisto de épicas que explora en un borde de la historia poco iluminado por nuestra literatura: la resistencia armada a Pinochet y el dispar destino de sus protagonistas. Bajo una aparente sencillez, el relato encierra preguntas incómodas y necesarias sobre nuestra historia reciente, la memoria y la democracia.