Mejor que en el verano pero aún lejos de la normalidad: el retorno a paso lento de los cines en Chile

Black Widow, Space Jam: Una nueva era y Rápidos y furiosos 9.

El debut de Rápidos y Furiosos 9 encabeza el regreso de la industria local, que hoy se encuentra abierta en un 80%. Las cifras de los últimos días despiertan optimismo, pero todavía están lejos de los números que se registraban antes de la pandemia. “El interés era grande pero con las restricciones actuales era muy difícil llegar a los promedios por sala de las películas anteriores de la saga”, explica el distribuidor del filme con Vin Diesel.


Al finalizar el año 2017, Rápidos y furiosos 8 remató en el tercer puesto entre las películas más exitosas de los últimos 12 meses, una tendencia repetida tanto en salas chilenas como en el consolidado mundial. Cuatro años después, el fenómeno encabezado por Vin Diesel gana méritos para ser considerado como uno de los salvavidas de la industria en la era del Covid. El más reciente filme de la franquicia, Rápidos y furiosos 9, ostenta US$ 600 millones en el orbe, mientras que en el plano local aporta una dosis de optimismo a la alicaída industria de exhibición, desde hace algunas semanas embarcada en su segunda y más amplia reapertura.

Estrenada el jueves pasado, la novena entrega de la saga reunió a 55 mil espectadores hasta el domingo. Un debut que encaró aforos reducidos (máximo 100 personas en los complejos ubicados en comunas en fase 3), ausencia de horarios nocturnos en la mayor parte del circuito debido al toque de queda y las aprensiones del público ante la idea de acercarse a una sala de cine.

Sus números le bastaron para imponerse en asistencia durante el fin de semana, y para superar el total de cualquier título en cartelera (lideraba Black Widow, hoy con casi 50 mil entradas vendidas). También aventajó de inmediato a lo que logró Tenet (casi 14 mil), la película con mejores números en la primera apertura durante el verano, cuando se admitían máximo 50 personas por sala.

Nathalie Emmanuel y Vin Diesel. Foto: Giles Keyte/Universal Pictures

De acuerdo a la percepción del distribuidor en Chile de la película, el resultado es bueno en el contexto que recibió el estreno, aunque también hay matices, en especial en el análisis derivado de la venta por función, limitada por la autoridad. “Rápidos y furiosos 9 tuvo en su primer fin de semana un promedio industria de 387 admisiones por sala mientras que Rápidos y furiosos 8 en su primer fin de semana tuvo un promedio industria de 1.551 admisiones por sala. El interés por la película era grande pero con las restricciones actuales era muy difícil llegar a los promedios por sala de las películas anteriores de la saga”, explica Gianni Gentili, general manager de Andes Films.

La cinta se sumó a una cartelera hecha a la medida de las vacaciones de invierno (Black Widow, Los Croods 2: Una nueva era, Godzilla vs. Kong, Cruella, La purga por siempre), donde la presencia de Nomadland –ganadora del Oscar– es una rareza, y a una apertura del circuito local que hoy es casi total. Ambos fueron factores para lanzar la novena entrega de Rápidos y furiosos en un momento en que las piezas todavía se están ajustando.

“Hoy el mercado está abierto en un 80%, donde los principales cines de Chile ya están funcionando, por lo que era suficiente para poder estrenar y así empezar a reactivar esta industria que esta tan golpeada. La estrategia de estrenar la semana pasada fue por un lado apoyar la reactivación de la industria que tanto necesitaba estrenos pero también fue tratar de aprovechar la última semana de vacaciones de invierno, ya que sentíamos que el público buscaba alternativas de entretención”, añade Gentili, cuya distribuidora fijó para este jueves el debut de la animada de Un jefe en pañales 2: Negocios familiares, secuela de una cinta que en 2017 juntó más de un millón de espectadores y fue la quinta más vista en el país.

Para esta semana también están programadas El conjuro 3: El diablo me obligó a hacerlo y Jungle cruise, mientras que la siguiente llegará El Escuadrón Suicida, en simultáneo con Estados Unidos. Una configuración que apela a títulos que en otra época eran sandías caladas y que hoy no tienen garantizado un éxito descollante. Por cierto, en este presente no hay cabida para las apuestas ni para muchos filmes que apunten a un público adulto (El padre llegará pero en agosto).

Foto: Courtesy Warner Bros.

Si por su antigüedad Mujer Maravilla 1984 terminó pasando únicamente por salas del sur del país en junio, el musical En el barrio –disponible desde el viernes en HBO Max– aparece como una de las damnificadas más emblemáticas de este periodo. Aunque no fue un gran éxito en Estados Unidos, se alzó como una favorita de la crítica, y su distribuidor asegura que la habría estrenado si la salas hubieran estado operativas en junio.

“Debido a que los cines no se están abriendo completamente, no se puede traer todo el producto que se quisiera, porque no hay el espacio necesario”, dice Carlos Chávez, gerente de marketing de Warner Bros. en New Century Films Chile, también responsable del estreno de Space Jam: Una nueva era, que en sus primeros cuatro días saltó al tercer lugar entre las películas en cartelera.

“El panorama se ve interesante, promisorio, pero también es un escenario nuevo. Tenemos que entender cuál es el comportamiento del público, si por ejemplo la gente que se quedó sin ver una película –porque los últimos horarios se están agotando– va a querer regresar al siguiente fin de semana. No es comparable con nada, por lo que todo lo que podemos hacer es aprender, seguir cuidándonos y ver cuál es la mejor forma de que las películas funcionen para el público”, concluye Chávez.

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