Silvio, Pablo, Leo: Los íconos musicales de la Revolución Cubana desafían al régimen
Luego que Silvio Rodríguez, uno de los artistas más identificados con el castrismo, se reuniera con algunos detenidos de las protestas e hiciera un llamado al diálogo, otros referentes de la cantautoría de la isla expresaron sus propias críticas al gobierno de Díaz-Canel, como Pablo Milanés y Leo Brouwer. La excepción la marca Vicente Feliú, también emblema de la llamada Nueva Trova Cubana, quien cuestionó a los manifestantes y culpó al gobierno de EE.UU. de una "crisis de la que saldremos fortalecidos".
En una tierra de tradición musical tan rica y diversa como la cubana, era presumible que el pulso de lo que se vive en las calles de la isla hace dos semanas tuviera su correlato en las canciones, tanto en las históricas como en los nuevos lanzamientos. También, en las visiones contrapuestas que han expresado algunos referentes de la cantautoría de ese país respecto a las manifestaciones ciudadanas que se han tomado las calles de distintas ciudades cubanas desde el 11 de julio, bajo consignas por la “libertad” y el “fin de la dictadura”. Y así como el lanzamiento en febrero del rap anticastrista Patria y vida -devenido en himno de la protesta callejera- tuvo como respuesta el hit oficialista Patria o muerte (por la vida) firmado por varios cantantes locales, en una muestra del choque de fuerzas culturales que atraviesa el país, al interior de lo que alguna vez se conoció como la Nueva Trova Cubana también han aparecido grietas y opiniones enfrentadas.
Uno de los primeros referentes en alzar la voz fue Silvio Rodríguez, tal vez el mayor ícono de aquel movimiento artístico profundamente identificado con la Revolución de 1959 y los ideales de Fidel Castro. La semana pasada, el autor de Ojalá hizo un llamado a las autoridades cubanas a través de su blog, pidiendo liberar a los detenidos de las protestas que “no fueron violentos”, a impulsar “más diálogos” y ejercer “menos prejuicios, menos ganas de pegar y más deseos de resolver la montaña de temas económicos y políticos pendientes”.
Los dichos de Rodríguez, de 74 años, son especialmente trascendentales para calibrar la discusión y han tenido repercusión en ambas veredas del conflicto. Crítico y rebelde del régimen en los inicios de su carrera -lo que le valió en su juventud ser enviado a trabajos pesqueros como “cura” a sus actitudes contestatarias hacia el gobierno-, el trovador se convirtió en un férreo defensor del castrismo y sus clásicos, hasta ahora, seguían siendo citados en sus discursos por el actual presidente Miguel Díaz- Canel.
“Vivo en un país libre, cual solamente puede ser libre, en esta tierra, en este instante, y soy feliz porque soy gigante”, publicaba el mandatario en su cuenta de Twitter en febrero pasado, diciendo “así se le canta a la Patria”, citando una estrofa de Pequeña serenata diurna. Esto, pocos días después que Patria y vida comenzara a volverse viral y a motivar los primeros editoriales enfurecidos del diario oficialista Granma.
Pero Rodríguez, quien incluso tras la caída del muro de Berlín y de la U.R.S.S. dio muestras de fidelidad al régimen en canciones como El necio, de 1992 (“Dicen que me arrastrarán por sobre las rocas / cuando la Revolución se venga abajo”), hoy muestra su apertura al diálogo y sobre todo la necesidad de darle voz a los más jóvenes. “Menos costumbre de escuchar a quienes hablan lo mismo con las mismas palabras, década tras década, como si las generaciones no vinieran también con sus propias palabras e ilusiones”, pidió en su blog, luego de reunirse con el director teatral Yunior García y su esposa, la productora de cine Dayana Prieto, dos de los detenidos por protestar junto a otros artistas frente al Instituto de Radio y Televisión estatal el 11 de julio.
“No sé cuántos presos habrá ahora, dicen ellos que cientos. Pido lo mismo (libertad) para los que no fueron violentos y cumplo con la palabra empeñada”, escribió Rodríguez en su página personal. “El encuentro con Yunior y Dayana fue bueno, no exagero si digo que fraterno; hubo diálogo, intercambio, nos escuchamos con atención y respeto”, expuso el trovador. Lo más doloroso, dijo el cantautor, “fue escuchar que ellos, como generación, no se sentían ya parte del proceso cubano, sino otra cosa. Me explicaron sus argumentos, sus frustraciones”.
Ya en 2018, en entrevista con La Tercera poco después que Raúl Castro nombrara como su sucesor en el poder a Díaz Canel , el autor de Sueño con serpientes alababa el legado de los Castro pero moderaba sus expectativas en torno al nuevo mandatario. “Conozco muy poco a Díaz-Canel. Tengo la sensación de que, en la medida en que se ha ido haciendo presidenciable, se ha ido poniendo rígido, como más ortodoxo conceptualmente. Es una opinión subjetiva, porque hace años que no lo veo”, señaló entonces.
“Es irresponsable culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado”
Más tajante en sus opiniones fue el otro gran emblema de la Nueva Trova Cubana, Pablo Milanés, quien durante el fin de semana y también a través de las redes sociales -en su caso, su cuenta de Facebook oficial-, se sumó a las palabras de su colega e hizo un llamado a confiar en las demandas de la juventud cubana, aunque fue mucho más crítico y tomó mayor distancia del gobierno de la isla.
“Es irresponsable y absurdo culpar y reprimir a un pueblo que se ha sacrificado y lo ha dado todo durante décadas para sostener un régimen que al final lo que hace es encarcelarlo”, dijo el trovador de 78 años, quien sin mencionar específicamente las protestas del último mes, señaló que desde hace mucho tiempo ha venido denunciando “las injusticias y errores en la política y gobierno” de su país.
”En el año 1992 tuve la convicción de que definitivamente el sistema cubano había fracasado y lo denuncié”, aseguró el autor de Yolanda, hoy residente en España, quien agregó: “Creo en los jóvenes, que con la ayuda de todos los cubanos, deben ser y serán el motor del cambio”, al tiempo que se mostró confiado en que sus compatriotas podrán hallar “el mejor sistema posible de convivencia y prosperidad, con libertades plenas, sin represión y sin hambre”.
A Milanés se sumó otro peso pesado de la guitarra y la canción de autor cubana, Leo Brouwer (82), junto al fallecido Noel Nicola, otro de los mayores símbolos y fundadores de la Nueva Trova. “Nunca imaginé que las fuerzas del orden en Cuba fuesen a agredir a gente común y pacífica como somos los cubanos”, dijo en su página de Facebook el compositor.
Artistas y referentes de la isla de otros géneros, durante los últimos días, también se han manifestado en contra de la represión policial y a favor del derecho a la protesta. Entre ellos los integrantes de la orquesta Los Van Van y el célebre pianista Jesús “Chucho” Valdés, quien vía Facebook se lamentó: “Me da mucha tristeza lo que está sufriendo mi Pueblo incluida mi familia, duele mucho ver las condiciones infrahumanas en las que subsisten”.
El mensaje de este último fue compartido por el clarinetista y saxofonista Paquito D’Rivera, leyenda del jazz de ese país: “Querido Chucho, tus palabras son importantes para levantar la moral de quienes piden libertad y justicia. Ojalá nuestros colegas se llenen de valor y se porten decentemente”.
“Me duelen los golpes y las imágenes que veo de la violencia contra un pueblo que sale a la calle a expresar lo que siente pacíficamente”, dijo por su parte Adalberto Álvarez, conocido como el “Caballero del Son”.
La defensa de Feliú
Hasta ahora, la única figura histórica de la trova cubana que ha manifestado públicamente su apoyo al gobierno de Díaz-Canel es Vicente Feliú (73), otro artista profundamente identificado con el castrismo y la Revolución, al igual que su hermano, Santiago Feliú (1962-2014), también parte de la llamada Nueva Trova de los 60 en la isla.
El músico, en entrevista con el sitio trasandino TN.com.ar, puso en duda las críticas al actuar policial, cuestionó a los manifestantes y defendió al gobierno, al tiempo que culpó al bloqueo y al gobierno de Joe Biden de las penurias económicas de su tierra, donde vive actualmente.
“Creo que todo este tiempo de encierro por la pandemia de Covid-19, unido a las carencias producidas por nuestra maltrecha economía y las doscientos y tantas medidas de Trump reforzando el bloqueo de más de 60 años -y que Biden ha mantenido- han hecho mella en el aguante de este pueblo, tan heroico como humano”, dijo el artista a dicho medio, a través de un correo electrónico, debido a los cortes de internet y de datos de telefonía móvil que vivió la isla tras las manifestaciones.
“Súmale un deficiente trabajo político de años y una confianza en que esas cosas no se darían en Cuba. Solo faltaba que se dieran cuenta los tanques pensantes de enfrente [Estados Unidos] para que alentaran y montaran un excelente y enorme operativo comunicacional que busca ni más ni menos que acabar con nosotros, por todo lo logrado en estos años, convocando al mundo (que ha votado sistemáticamente contra el bloqueo) a los que los acompañe en su ‘intervención humanitaria’. Todo esto junto provocó esta crisis, de la que saldremos, sin dudas. Y fortalecidos”, sentenció.
“He visto imágenes que no me hubiera gustado ver, pero no precisamente de la policía que por definición es un cuerpo represivo. Las imágenes fuertes las he visto de los que han atacado a la gente pacífica, a los comercios, a los autos patrulleros de la policía, a gente indefensa y hasta a un hospital de niños enfermos. Imágenes fuertes de represión las he visto a diario, en países cuyos gobiernos nos acusan de dictadura, y me refiero a Estados Unidos y Colombia”, agregó Feliú, quien, para cerrar, dijo que los críticos del régimen “no tienen idea de lo que es una dictadura”.
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