Val Kilmer a corazón abierto: todas las caras del documental más estremecedor del momento
El filme –estrenado en Amazon Prime Video hace unos días– se compone de parte de las 800 horas de grabaciones que el intérprete capturó en su vida personal y en rodajes de películas. Aunque el actor oficia de productor del largometraje dirigido por Leo Scott y Ting Poo, la cinta ahonda tanto en sus luces como en sus sombras, incluidas las secuelas que le dejó un cáncer de garganta, sus pérdidas familiares y su fama de conflictivo.
El documental Val se compone de archivos de la infancia, juventud y adultez de Val Kilmer. También incorpora imágenes del duro momento actual del actor, en que resulta notorio cuán dañada quedó su voz tras someterse a una traqueotomía a raíz de un cáncer de garganta detectado en 2017.
En ese balance de pasado y presente, hay un registro distinto respecto al resto del material: tras casi tres décadas de carrera en Hollywood pero antes de sufrir la enfermedad, señala a modo concluyente que “en la industria del cine, es muy difícil hacer algo diferente, a cualquier nivel, sin hacerlo de manera independiente. Y es lo que me pasó a mí”.
No es lo único que le sucedió en su vida, pero la frase sintetiza el trayecto intenso y fluctuante de la estrella de 61 años, alguna vez considerado uno de los mayores astros del cine gracias a sus encarnaciones de Jim Morrison, Batman y Iceman en Top gun. El largometraje recién estrenado en Amazon Prime Video propone un viaje por su filmografía e inicios en la actuación, así como también por sus experiencias más crudas.
Al inicio, el mismo Kilmer transparenta que el documental completa su anhelo de realizar un filme sobre la actuación. Una idea que le comentó al cineasta Leo Scott, montajista de uno de los segmentos de la película colectiva –e independiente– The fourth dimensión (2012), en la que el intérprete encarnaba a una versión de sí misma devenida en gurú.
Scott asumió la labor de digitalizar cerca de 800 horas de archivo que el actor había registrado en más de 40 años de carrera. La idea de dar forma a un documental adquirió vuelo de la mano de la llegada al proyecto de Ting Poo, realizador también conocido por su oficio en la sala de montaje. Así, con dos especialistas en ordenar y dar vida a imágenes que por sí solas parecen inconexas, Val encontró su impulso final.
Luego una de las decisiones clave del filme fue otorgarle el rol de la narración al hijo de 26 años de Kilmer, Jack. Aunque la estrella de The Doors interviene en momentos en que expresa su sentir actual –y otros en que simplemente payasea frente a la cámara– y el corazón de la película son sus registros de niñez y como profesional, quien le da fluidez es el segundo de los retoños que tuvo con la actriz británica Joanne Whalley.
A partir de ahí el viaje que traza la cinta va en concordancia con el carácter de su estrella, un hombre que fue Batman pero también es autor del guión de una película sobre Mark Twain que aún no ha podido filmar. “Es una persona tan multidimensional que necesitas mostrar pequeñas piezas aquí y allá para intentar armar un collage de quién es. Y también la naturaleza de muchas de las imágenes que filmó, especialmente en su vida personal, es muy soñadora. Es muy impresionista y por eso queríamos apoyarnos en eso”, explicó Poo a Deadline.
Aunque el actor oficia de productor, el filme ahonda tanto en las luces como en las sombras de su trayectoria profesional y privada, incluidas las perdidas en su familia, su fama de conflictivo y los efectos de su perspectiva sobre la actuación en su círculo cercano. Kilmer no tiene problemas en expresar cómo el modo en que encarnó a Jim Morrison en la cinta biográfica de Oliver Stone dañó su relación con Whalley: como actor de método, trasladó el mundo del líder de The Doors hasta su casa.
Así completa su objetivo de elaborar una película “sobre el lugar donde terminas y empieza el personaje, sobre la verdad y la ilusión. Ahora que es más difícil hablar, quiero contar mi historia más que nunca”. Un filme devastador que da otra mirada sobre su profesión pero también sobre la vida misma.
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