Le llamaban “Mahler”. Así conocían los músicos de Matorral a una pieza construida a partir de un sampler, tomado de un fragmento de la obra musical del célebre compositor bohemio Gustav Mahler. Hasta ahora, no había sido publicada. Pero tras meses de trabajo, y muchas revisiones, es el nuevo sencillo de la banda, segundo adelanto su inminente nuevo álbum.
Eso sí, ya no es “Mahler”. Para los oyentes del mundo, la canción figura en las plataformas con un nombre más a tono con la estética del grupo: “Sobre la profundidad”.
“Tiene un pedacito, un sampleo que fue el motivo musical inicial -explica el vocalista y guitarrista, Felipe Cadenasso, en charla vía remoto con Culto-. Tiene una frase final que termina con unas trompetas, que las fuimos reforzando. Pero no se trata de tomar sampleos de una base de loops, se trata de agarrar la pieza, cortar y armar nuestra propia cosa”.
Cadenasso reconoce su gusto por el trabajo de Mahler. “Me encanta su desarrollo armónico, ya en la canción ‘Del Valle Hacia el Interior’ [del disco Remoto Control, 2013] usamos algo de la sinfonía nº10″.
El desarrollo del single tomó su tiempo. En rigor, la banda hizo algún trabajo sobre la composición durante las sesiones de grabación del excelente álbum Gabriel (2015), pero finalmente no se incluyó en la selección de temas del mismo. “Fue como el primer intento de tocar algo nuevo -recuerda Cadenasso-. Era distinta, más lenta, tenía parte de la letra ya definida, pero fue mutando bastante”.
Como suele ocurrir con los músicos, a veces esas piezas olvidadas suelen ocuparse como insumos para composiciones posteriores. “Es una de las primeras canciones que se empezó a trabajar justo después del disco Gabriel -recuerda el bajista Gonzalo Planet-. Ha tenido transformaciones, ha pasado por hartas etapas y hace muy poco tiene el nombre”.
El disco más negro
“Sobre la profundidad” es una pieza de casi cuatro minutos, en que el grupo -que completan Antonio del Favero e Ítalo Arauz- vuelve a marcar su vocación vanguardista al crear música que propone distancia respecto a la publicada en sus dos discos anteriores. Una idea que cruzó su anterior sencillo -”Cada cual”-, y que además reitera la exploración hacia sonidos del funk y el r&b sesentero.
Allí figuran ciertas decisiones. El oyente podrá notar que el bajo de Planet tiene una marcada presencia, como si fuera una grabación de Sly & the Family Stone, y se engarza en la sección de ritmo con unas afiebradas congas -tomadas, como no, de un sampler-. Ello le aporta una sonoridad distinta al catálogo del grupo y complementa la labor más digital de los samplers.
“Hay algo de eso, definitivamente -señala Planet-. Al igual que el single ‘Cada cual’, ahora yo vuelvo a tocar con un bajo Jazz Bass [hasta ahora ocupaba un Höfner violín al estilo McCartney], y ese sonido está muy presente. Fue deliberado el hecho que se notara la pulsación del bajo, suena como alguien tocando. Era algo que queríamos comunicar”.
“Es el disco más ‘negro” de Matorral, de música negra -admite Cadenasso-. Desde elementos del soul, a tambores más africanos, hasta quizás hip hop, en cosas que han ido apareciendo. Nos pasó que teníamos una versión avanzada en el estudio. Entonces, recordando estas influencias Motown, pensaba que había que despeinarla un poco, tiene que tener esta cuestión suelta. Me gustan estas grabaciones en que se graban ambientes, algo que se hace hace mucho, lo usaba Marvin Gaye. Entonces, volvimos a grabar varias tomas de voces, cantando al mismo tiempo, pero también improvisando un poco”.
Como en toda la obra de Matorral, fue el mismo Cadenasso quien se ocupó de la letra. “Surgió bien espontáneamente, con la primera versión de la canción salió casi entera -detalla el músico-. Después fui corrigiendo algunas cosas, pero fue bien impulsiva, en el sentido de estar haciendo algo que a uno lo entretenga. Tiene que ver con quiebres en relaciones humanas, parejas, familiares, las pequeñas magulladuras de la existencia, y cómo uno se puede sentir perdido”.
Otro detalle del single, es que vuelve a sonar la trompeta. Un instrumento que Cadenasso ya tocó en el álbum Gabriel -en esa ocasión utilizó un ejemplar que pertenece a Alejandro Gómez, Perrosky-, aunque reconoce que todavía le resulta difícil. “Entiendo mejor la trompeta, pero no la tengo para nada dominada. Requiere mucho estudio, es súper difícil, se necesitan horas, muchas horas al día, y yo trabajo en el estudio, entonces no puedo tocar porque tengo que estar mezclando otras cosas”.
Planet señala que en algún momento, se evaluó lanzar “Sobre la profundidad” como el primer sencillo del nuevo álbum -por ahora sin nombre-. “Yo pensé que mostrarla iba a ser, tal vez, un quiebre más grande en relación a lo anterior. Pero son ideas que uno tiene y me parece súper bien la jugada de ‘Cada cual’, para empezar”.
Volver, pero no a medias
El single llega a las redes sin un videoclip. Pero de todas formas, hay un soporte audiovisual. “Va a haber un video, pero todavía no lo tenemos listo, está en proceso -detalla Gonzalo Planet-. Sí, va a haber un ‘visualizer’, porque sentíamos, yo particularmente, que era necesario un soporte audiovisual, sea el que sea, en este mundo audiovisual en que vivimos”.
De todas formas no hay prisa. El álbum aún no está cerrado y la banda prefiere liberarlo a retazos. “Todavía está en construcción, quizás por decir, hay un 70% del disco ya resuelto, hay canciones que ya están grabadas, que ya tienen todo el instrumental grabado y faltan tomas de voz -señala Cadenasso-. Pero hay otras que están en demos y uno está resolviendo ‘ok, cuáles metemos al disco’”.
Por ello, todavía no han definido la posibilidad de volver a tocar en vivo, pese a que varios artistas han vuelto a los escenarios tras la reapertura y el fin del toque de queda. “Pronto, no -afirma Planet-. Si este disco ya ha sido desafiante, montarlo en vivo ha sido un desafío bien grande. Hemos estado retomando ensayos, en paralelo a las grabaciones, pero nos gustaría volver a tocar en vivo con un show que no sea a medias. Yo entiendo que hay una apertura y todo eso, pero hay muchos shows que vuelven a medias. No nos gustaría hacer eso”.
Pero hay algunas cosas claras. Según Cadenasso, el trabajo -a publicarse en 2022- les ha permitido definir ciertos aspectos que cruzan la obra y anticipan un álbum que abre otra alternativa creativa. “Hay un universo en común, hay elementos a los que estamos apelando que le van a dar un hilo conductor al disco. Los sampleos, mezclarlos con armonías más ‘matorralescas’ que son más intrincadas, es una combinación nueva para nosotros. Esta decisión del rol que tiene lo rítmico, con bajos, batería, tambores, se abre el abanico. Este disco tiene una cosa más de desafiarnos a nosotros mismos”.