Crítica de discos: semana de clásicos con The Beatles, Duran Duran y Tom Morello

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Se reedita el epílogo de los Fab Four, Let it be, mientras Duran Duran y Tom Morello intentan conjugar su música en presente con retornos donde se siguen mostrando como creadores inquietos.


The Beatles - Let it be (Super Deluxe)

A más de 50 años de su separación, Los Beatles enseñan que la historia se reescribe según los sobrevivientes. Paul McCartney, el más barroco, nunca congenió con la almibarada post producción de Phil Spector en este trabajo, y se desquitó con Let it be… Naked (2003), mediante una mezcla cruda que eliminó los rastros del desquiciado productor, maridando perfecto con el retro rock imperante hace dos décadas. Este lanzamiento de 57 cortes antecede al documental de Peter Jackson que, según los adelantos, ofrece una versión donde Los Beatles se adoran en sus últimos tiempos, contrapuesta al filme Let it be (1970), reiterando que los documentales son miradas y no verdades definitivas. Acá hay una remezcla superior a la de 2009, junto al mix original de Glyn Johns rechazado por el grupo, conteniendo tomas más deshilachadas. Para melómanos de espíritu arqueológico no asoma mucha novedad dada la abundancia de bootlegs, mientras el público general puede disfrutar los bocetos de canciones que terminaron en Abbey Road (1969) como Oh! Darling, Octopus Garden, Something, She came in through the bathroom window y Polythene Pam.

Duran Duran - Future past

La crítica suele extraviarse con Duran Duran. Acusaciones de ligereza, atención a los periodos irregulares, exigencias de pudor y retiro. Los hechos dicen otra cosa. A 40 años del debut, la banda de Birmingham representa creatividad y vigencia en un nivel imposible para contemporáneos como U2 y The Cure. En Future past, la nostalgia colinda desde el título. A diferencia de All you need is now (2011), una aproximación más bien literal hacia su historia, el bagaje se proyecta sin necesidad del tributo a sí mismos. Las colaboraciones son claves y provechosas. Ya es tradición en la banda invitar a los mejores guitarristas. Si en Paper Gods (2015) brilló John Frusciante, ahora es Graham Coxon de Blur, con líneas precisas para All of you. Otro invitado deluxe es Giorgio Moroder en Beautiful lies, un manjar bailable de electrónica retrofuturista. Como siempre, una balada imbatible, la pieza que bautiza al álbum, enésimo ejemplo de la categoría de Simon Le Bon; el estribillo para cantar bailando brazos en alto de Anniversary, y la elegancia de Mike Garson (pianista clave de David Bowie), para el soul de ojos azules que moldea a Falling. Gran regreso.

Tom Morello - The Atlas underground fire

Con 57 años, Tom Morello no sólo aparenta menos edad, sino que parece genuinamente interesado en colaborar con nuevos artistas y consagrados, ampliar su vocabulario musical actualizando el sonido, tendiendo puentes hacia la electrónica sin poner en riesgo su integridad rockera. Visto así, el guitarrista neoyorquino clave en la configuración de Rage against the machine, aparentemente ejercita los músculos necesarios para mantener vigencia, y combatir a quienes le ponen lápida al rock. Pese a las intenciones y los progresos en el instrumento en manos de un virtuoso e innovador, donde el instinto bombástico ha cedido en favor del sentimiento, Morello dispara en muchas direcciones con mucho aspaviento, sin acertar particularmente en nada.

El cover de Highway to hell de AC/DC con Bruce Springteen y Eddie Vedder es redundante e inoficioso, a pesar del notorio empeño del líder de Pearl Jam en una encendida interpretación. El dream pop de Driven to Texas junto al dúo Phantogram, con un espectacular solo, escapa eventualmente a la ramplonería de este collage, de un guitarrista que sigue sin encontrar mejor compañía que su antigua banda.

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