El retorno del Rey Tigre o cómo repetir la locura de un fenómeno a rayas
La historia de Joe Exotic, el otrora líder de un zoológico a cargo de un centenar de tigres en Oklahoma, vuelve a Netflix este miércoles con nuevos episodios. Ahora, la docuserie busca repetir el éxito que la posicionó dentro de lo más visto en la historia de la plataforma y seguir ahondando en los pasajes recientes de una de las figuras más peculiares que ha pisado su catálogo.
¿Cómo retratar en un documental a un personaje polémico y que polariza cada conversación posible? La respuesta parece aún más compleja cuando el protagonista es un hombre excéntrico, amante de los animales salvajes y también un criminal sórdido. Sin embargo, Tiger king logró con creces abordar a Joe Exotic, el dueño de un zoológico que a lo largo de casi dos décadas creó un oasis personal de delirio e intimidad dedicado a los grandes felinos en Wynnewood, Oklahoma.
“Es un gay completamente demente, adicto a la drogas, homicida y armado”, sentencia una de las voces de la docuserie de Netflix al definir a la persona clave del espacio. Un título que en ocho episodios abordó además la preocupante realidad de los animales en cautiverio y cómo se les trata.
Pero no solo se limitó a eso. Entre lo humorístico y lo criminal, logró posicionarse como uno de los grandes éxitos del streaming. De hecho, a principios de octubre, Netflix reveló que estaba en el séptimo puesto de las series más vistas en su historia, con 64 millones de cuentas. Un hito que incluso superó a otro emblema, Gambito de dama, con 62 millones.
Fue, de hecho, el gran suceso del inicio de la pandemia en la primera parte de 2020, la historia de locura a rayas que se comentaba y recomendaba.
Condenado y acusado
Ahora, Tiger king vuelve una segunda tanda de episodios que debutan el próximo miércoles, buscando repetir aquel éxito desbordante que retrató la rivalidad entre Joe y Carole Baskin, creadora de Big Cat Rescue, un santuario que dio más de un zarpazo al G.W. Zoo de Exotic.
Sin muchos detalles en torno a la trama, se sabe que será una secuela directa que retratará los pasajes más recientes de sus protagonistas. Exotic ya no es dueño del parque y actualmente está condenado a 22 años de cárcel por una serie de cargos por abuso animal y por intento de asesinato a sueldo. Claro que su retorno está confirmado a través de conversaciones tras las rejas y mientras espera una nueva sentencia.
En tanto, Baskin demandó a Netflix y a la productora a cargo, argumentando que violan sus acuerdos de aparición tras negarse a participar en los nuevos capítulos. Claro que también denuncia que los episodios de 2020 cambiaron el foco original acordado, donde se le mostró como principal sospechosa de la desaparición de su marido y a su reserva como un sitio equivalente a los otros infames centros de reclusión de animales.
Eso sí, ante una apuesta tan sorpresiva como escandalosa, surge la interrogante principal: ¿Qué hizo que la historia generara tanta fascinación en primer lugar?
“Una de las principales gracias es que se grabó durante cinco años y pareciera que a ratos es como un reality show en términos de narración y estructura. Pero lo que estás viendo en realidad no está pauteado, sino que realmente está sucediendo. Hay muertes, cosas rarísimas y un protagonista que termina en la cárcel”, señala el crítico de TV de Culto, Rodrigo Munizaga.
“Centrándonos en Estados Unidos, les gusta mucho la gente freak, hay un culto hacia los raros en muchos sentidos. Que el tipo fuera homosexual no era precisamente lo particular o lo que lo definía. Él era excesivo en todo orden de cosas y ese personaje tan recargado existe en la música, el cine o la política de ese país”, comenta.
Entre amenazas de muerte para Baskin y una suerte de culto para la personalidad de Exotic como principales claves, la vuelta sigue bajo la dirección de Eric Goode y Rebecca Chaiklin. También, asoman caras conocidas como Jeff Lowe, Tim Stark, Allen Glover y James Garretson. Aunque pone en duda la participación de Doc Antle, líder de otro de los parques y acusado de asesinar tigres y liderar una secta.
“La serie y los realizadores puede que sorprendan,”, dice Munizaga. “Jamás será como en la primera temporada, eso es imposible, porque es demasiado. Creo que la particularidad es justamente que es un serie que agarró por sorpresa, donde uno pensaba que esto se podía acotar en un capítulo y luego venía otro que era más extraño que el anterior”, concluye.
Con una buena dosis de material no utilizado durante el primer ciclo y retratando también cómo ha cambiado la vida de sus rostros, lo nuevo supone “otra temporada de asesinatos, caos y locura”, según adelanta la sinopsis. Mientras, la alucinante historia incluso permea la ficción con el desarrollo de una futura serie de Peacock que exploran al líder felino y que pone a John Cameron Mitchell en sus zapatos. En ese sentido, hay tigres para rato.
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