De pronto comenzaron a aparecer fuegos: pequeñas llamitas se prendían en diferentes rincones de la casa. Al principio, ella sintió miedo, temió que una fuerza maligna los provocara. Finalmente los recibía como extraños invitados, y de algún modo le dieron un objetivo: desentrañar el misterio de los fuegos. “Nada parecía tener demasiado sentido entonces y tratar de encontrarle uno a las apariciones me daba algo en qué pensar. Algo en qué creer”, dice la narradora del cuento que la da título al libro. El volumen reúne 10 relatos que transitan en atmósferas levemente irreales o donde lo fantástico irrumpe en lo cotidiano. Niños que pierden el habla, gatos que mueren repentinamente y una lluvia oscura como presagio de lo ominoso, son algunas de las imágenes de estos relatos intimistas, cuidadosamente escritos, que construyen mundos extraños e inquietantes y donde a menudo se asoman las sombras del terror.

Uno de los factores de creciente influencia en el debate público es el de las políticas de identidad. La figura del individuo, del ciudadano, parece hoy insuficiente para quienes se identifican con determinados grupos de pertenencia: “Pueblos originarios, minorías sexuales o formas de vida minoritarias o excluidas, indígenas, gays, lesbianas, transexuales, inmigrantes y movimientos feministas”, junto con el veganismo o el animalismo, enumera el autor en este ensayo. Con el subtítulo ¿El infierno son los otros? y con su habitual rigor intelectual, a menudo controvertido, Peña analiza la irrupción de las políticas de identidad en la sociedad moderna: desde Heidegger a Zizek, observa las diferencias con el multiculturalismo, las distinciones entre culturas originarias y contemporáneas, la relación con los valores de la democracia liberal, y aborda preguntas complejas: ¿la pertenencia aporta una posición de ventaja?, ¿las identidades pueden establecer límites al debate?

Quedó en la memoria popular gracias a La pérgola de las flores, ese clásico de la dramaturgia local. Pero la producción teatral de Isidora Aguirre y sus preocupaciones más profundas tenían un fuerte vínculo político y social. De la comedia al teatro histórico, su obra exhibe gran versatilidad, si bien en toda ella expresa -en distintos grados- una mirada o una reflexión sobre la sociedad. “Su trabajo como dramaturga posee gran valor social y político, desde el momento que posicionó a grupos socialmente marginados como protagonistas de sus obras: campesinos, estudiantes, floristas, recolectores de papel, mineros y pueblos originarios”, escribe Andrea Jeftanovic en esta extraordinaria edición: 1.200 páginas que reúnen 39 obras, entre originales y adaptaciones, de la gran dramaturga del siglo XX chileno. Un trabajo excepcional presentado por especialistas en su obra, que incorpora también fotografías y afiches de montajes y que releva el aporte y la huella de una autora fundamental, gran merecedora y una de las grandes ausencias del Premio Nacional de Arte.

Todos tenemos gustos diferentes e igualmente válidos. Todos experimentamos emociones distintas y eso nos hace únicos, destacan los autores de este libro dirigido a jóvenes lectores y que busca aproximar un tema sensible y a menudo complejo como es el universo emocional. El volumen resalta la importancia de escuchar y conectarnos con las emociones, porque ellas permiten comprender que hay cosas que nos lastiman y abrir caminos para relacionarnos con lo que nos duele. Subraya que no existen emociones buenas o malas: las emociones son y todas tienen su riqueza; el tema es cómo expresarlas. ¿Cómo puedo saber lo que estoy sintiendo? ¿Cómo desenredo lo que siento?¿Se puede controlar el miedo?¿Qué es la compasión? Son algunas de las preguntas que intenta responder este libro ilustrado con expresivas imágenes.