Cineteca de la U. de Chile libera más de 400 películas en su aniversario 60

Cineteca U. de Chile

La institución creada en 1961 sube a su plataforma online buena parte de su archivo histórico, que incluye clásicos del cine nacional, como los nitratos originales de El húsar de la muerte y la versión restaurada de Caliche Sangriento; campañas políticas del pasado; una colección dedicada a Neruda y los primeros registros de Los Prisioneros.


Esta semana, en el marco de la conmemoración del Día del Cine Chileno, la Cineteca de la Universidad de Chile inicia las celebraciones de sus seis décadas de existencia con diversas actividades y un hito especialmente significativo: la liberación de más de 400 películas chilenas y archivos audiovisuales en la web www.cinetecavirtual.uchile.cl.

Con esto, explican desde la institución, se celebrará que el repositorio de dicha plataforma alcanzó no sólo las seis décadas de vida, sino también que se proyecta que su acervo alcance los 700 archivos a fines de este año.

Fundada en el año 1961 como el primer centro nacional dedicado a la conservación y preservación audiovisual creado en el país, la Cineteca tuvo su sede en calle Amunátegui y contaba con sala de cine, laboratorio de restauración, biblioteca y archivo. Por allí pasaron importantes cineastas como Roberto Rosselini, Joris Ivens, Santiago Álvarez, Raymundo Gleyzer y Chris Marker, mientras que en su archivo conserva cintas de Raúl Ruiz, Miguel Littín, Aldo Francia, Helvio Soto y gran parte de la generación conocida como Nuevo Cine Chileno.

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Varios de esos títulos son los que estarán disponibles en la plataforma de la Cineteca, incluyendo los nitratos originales de El húsar de la muerte (Pedro Sienna, 1925), materiales 35mm de El chacal de Nahueltoro (Miguel Littín, 1969) y la versión restaurada de Caliche Sangriento (Helvio Soto, 1969), esta última censurada por el gobierno de Eduardo Frei Montalva debido al retrato crítico del mundo militar que realiza su director.

Según detalla su sitio, el acervo de la institución está compuesto de más de dos mil rollos de materiales en 16mm, 35mm, 9,5mm y super 8mm, en el que destaca una colección de películas nacionales cuya data oscila entre 1925 y 1973, clásicos del cine mundial, piezas en soporte video Umatic, Betacam, Betamax y VHS, además de registros de cámara y documentales de la resistencia filmados en los años ochenta.

También, estarán desde ahora en su web piezas audiovisuales de campañas políticas de décadas anteriores, a cargo de candidatos como Gladys Marín, Joaquín Lavín, Arturo Frei Bolívar y Sebastián Piñera. “Una rica colección que traza una relectura de la historia reciente del país”, destacan sus encargados.

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A esto se suma la llamada Colección Pablo Neruda, que recoge diversos registros del premio Nobel como su proclamación como candidato presidencial, su visita a la república popular China y a la URSS, sus funerales, su vida en Isla Negra, entre otros.

Otras de las piezas que conserva la Cineteca y que quedarán disponibles en su web son algunos de los primeros registros y videoclips de Los Prisioneros, imágenes desconocidas de Jorge González, Miguel Tapia y Claudio Narea en la prehistoria del grupo, como parte de una colección realizada por el cineasta Cristián Galaz.

Dentro del material se encuentran originales de videoclips como Sexo o Tren al sur, además de documentales realizados en los años 80 y 90 que muestran el momento de mayor popularidad de la banda.

“La Cineteca de la Universidad de Chile conserva películas que van desde los años 20 del siglo pasado hasta la actualidad, pero nuestra tarea no solo se circunscribe a almacenar huellas del pasado, sino a dotarlas de sentido crítico para abordar nuestro presente”, comenta Luis Horta, académico del Instituto de la Comunicación e Imagen de la U. de Chile y coordinador de la Cineteca de dicha casa de estudios.

Horta destaca la labor de preservación digital de clásicos de la historia del cine nacional, cintas que sobrevivieron a la dictadura, además de una valiosa colección digitalizada de afiches, fotografías y guiones, entre diversos registros. “Los procesos técnicos de restauración y conservación son el medio que nos posibilita reflexionar sobre lo que somos en cuanto tejido social”, indica.

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