Animación rusa, Netflix y un premiado director español: la dura competencia por el Oscar que tendrá el corto chileno Bestia

Por segunda vez, una película chilena animada está nominada a los premios Oscar. A seis años del triunfo de Historia de un oso, premiada por la Academia como el Mejor cortometraje animado de 2016 -consiguiendo la primera estatuilla para una película de animación de Latinoamérica-, la película nacional Bestia fue anunciada esta mañana como uno de los cinco nominados a Mejor cortometraje animado en la ceremonia de entrega de los máximos galardones de Hollywood.

Será, como siempre, una competencia fuerte la que enfrentará la cinta del director Hugo Covarrubias y la productora viñamarina Trébol 3, que acumula diversos reconocimientos por su oscura trama inspirada en la vida privada de Íngrid Olderöck, la agente de la Dina que cometió diversos vejámenes y violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura militar chilena, en centros de tortura como la llamada Venda Sexy.

Otro de los candidatos que asoma entre los principales favoritos de este año para esa categoría está en las antípodas del tono de Bestia. Se trata del corto británico Robin Robin, lo nuevo del estudio Aardman (Pollitos en fuga), realizado en base a la técnica del stop-motion y con una historia entrañable, luminosa y de corte familiar sobre un pájaro que crece criado entre ratones y busca su lugar en el mundo.

Robin Robin aparece como uno de los títulos más fuertes del apartado en que compite Bestia, no sólo por el historial de la productora Aardman y por los diversos acuerdos contractuales que el estudio ya cerró con poderosas editoriales de libros infantiles para llevar la historia a otros formatos. Además, el corto fue co-producido por Netflix, lo que le ha asegurado al proyecto una vitrina especial y el respaldo de una de las gigantes del entretenimiento actual.

Otra cinta inglesa nominada este año en dicho apartado es Affairs of the art, cortometraje animado creado en base a una técnica 2D dibujada a mano sobre papel, y dirigido por Joanna Quinn y Les Mills.

Centrada en una trabajadora de una fábrica que desea convertirse en ilustradora, tiene como protagonista a Beryl, una heroína de clase trabajadora que apareció por primera vez en el cortometraje animado de 1987 Girls Night Out, seguido de Body Beautiful (1990) y Dreams & Desires: Family Ties (2006).

La película se proyectó en festivales de cine de todo el mundo desde febrero de 2021, incluido el ShortFest de Palm Springs en EE. UU., ganando 26 premios internacionales, incluidos premios en el Festival Internacional de Cortometrajes de Clermont Ferrand y el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy. Además, fue nominada al premio BAFTA al Mejor Cortometraje de Animación.

Otra contendiente de Bestia es Boxballet, cinta realizada en Rusia, uno de los mercados que más ha crecido en la industria de la animación durante los últimos años.

La cinta, estrenada originalmente en 2020 y dirigida por Anton Dyakov, sigue a una delicada bailarina llamada Olya y al rudo y malhumorado boxeador Evgeny. “El contraste entre sus mundos y sus filosofías es tan marcado que incluso la posibilidad de que estos dos personajes se crucen parece increíble”, dice la sinopsis oficial del filme.

Finalmente está la única producción de origen estadounidense que compite este año en la categoría: The windshield wiper, protagonizada por un hombre que a través de diversas viñetas y en distintas situaciones se cuestiona sobre el amor.

Además de su trama existencial e introspectiva, la cinta fue desarrollada con una particular técnica, que combina Adobe Photoshop, After Effects y Premiere, entre otras herramientas.

Detrás de su imaginario estética está el reconocido director, animador y artista español Alberto Mielgo, quien acumula cuatro premios Emmy y dos premios Annie. En su currículum destaca su rol como director de arte en Tron: Uprising, ,de Disney, su debut como director con el cortometraje animado The Witness, creado para la antología de Netflix Love, Death & Robots.