Padres quebrados, hijos perdidos: el duro retrato paternal de Euphoria
La popular serie de HBO brilla por su exploración de la adolescencia pero también por cómo dibuja las fracturas de las familias de la historia. Una arista donde asoma desde el odiado Cal Jacobs hasta la tenaz madre de Rue, y donde promete seguir profundizando en su ya confirmada tercera temporada.
“Lo está haciendo lo mejor que puede”, sintetizó la actriz Alanna Ubach sobre su papel en Euphoria, Suze Howard. La mamá de Cassie (Sydney Sweeney) y Lexi (Maude Apatow) –dos de los personajes que más crecieron a lo largo de la segunda temporada de la serie de HBO– lleva las riendas en solitario de su hogar, luego de que el papá de ellas un día simplemente dejó de llamar.
Casi siempre con una copa de vino en mano, Suze intenta enrielar a dos adolescentes de personalidades opuestas aplicando su particular estilo de crianza. Antes que ser autoritaria, semeja la figura de una hermana mayor; es el tipo de personaje que cuando se ve representada en una obra de teatro estalla de la risa en vez de sentirse irritada u ofendida, y la que le grita a una de sus hijas que debería haber recordado la regla de no acostarse con el novio de su mejor amiga. La quieres cuando las cosas están bien pero no quieres encontrártela cuando despertaste su rabia.
Muestra de que la serie protagonizada por Zendaya también recuerda jugar con los matices, el desenfadado rol de Ubach fue el foco de algunas de los momentos más humorísticos del recién concluido segundo ciclo. Pero, al mismo tiempo, el hogar de las Howard acoge el drama de una familia quebrada por el alcoholismo del padre de Cassie y Lexi, una especie de fantasma que inevitablemente marca sus destinos. A ojos de Sam Levinson, el creador, director y guionista de la ficción, las inseguridades y puntos bajos de las hermanas se explican desde el golpe que significó esa ausencia. En ese contexto de carencia, su mamá ha sido imperfecta, pero lo hecho lo mejor que puede.
Más sombrío es el caso de Cal Jacobs (Eric Dane), el papá violento de Nate (Jacob Elordi). En el primer ciclo se presentó que, pese a que seguía conviviendo con la madre de sus hijos, mantenía una doble vida y se grababa teniendo relaciones sexuales con menores de edad, incluyendo Jules (Hunter Schafer). Eso lo erigió como el principal villano de la historia y como el arquitecto detrás del segundo mayor villano de Euphoria, o sea, Nate.
En un giro que nadie pudo haber anticipado, en su regreso la serie profundizó en los orígenes del personaje, dedicando un cuarto del tercer episodio a evocar su adolescencia. El capítulo abre mostrando los días en que mantenía una estrecha amistad con un amigo que le gustaba, y se entera del embarazo de Marsha (Paula Marshall), su futura esposa. Además de situar esa frustración como parte angular del personaje, esos momentos en el pasado también fueron aprovechados para que la ficción esbozara la figura del papá de Cal, un tirano igual o peor que él.
¿Hay buenos padres en Euphoria? Ali (Colman Domingo), el amigo y consejero de Rue (Zendaya), tiene éxito manteniéndose sobrio, pero también carga con un historial familiar complejo, que le contó a ella en el primer episodio especial de la serie, estrenado entre las dos temporadas.
Fuera del cariñoso papá de Jules, John (David Vaughn), que se hizo cargo solo de la crianza de su hija trans, lo que predomina en los roles masculinos de progenitores es la ausencia, la violencia y la represión. Por tanto, quienes asumen la responsabilidad de los hogares de los sobrepasados jóvenes de la historia suelen ser las mujeres. Un retrato que no siempre es benevolente, como por ejemplo ocurre en el caso de madre de Nate, quien, aliviada tras la salida de Cal de su casa, le lanza un cuchillo su hijo, al decirle que adoptó lo peor de su papá pero no las cosas buenas.
Leslie (Nika King) es lo más cercano a una madre que comete errores pero se empeña en corregirlos. Como su único sostén tras la muerte de su padre, debe lidiar con el torbellino que es Rue, una adicta a las drogas que parece lejos de encontrar una salida. El primer ciclo incluyó dramáticas escenas entre las dos pero el segundo, en especial el frenético quinto capítulo, ahonda en el infierno que se ha convertido la casa que también habita junto a su hija menor, Gia (Storm Reid). Pero, luego de la tormenta, vienen las muestras de amor y contención. No todo está perdido.
“Señor, sabes que estoy cansado/ Señor, sabes que estoy cansado/ Señor, sabes que estoy cansado de las lágrimas”, canta Zendaya junto al músico Labrinth en I’m tired, la desgarradora canción con la que concluyó la segunda temporada. Aplica a Rue pero también a la lucha más invisible de su madre, un faro de luz entre la galería de progenitores de la serie.
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