Un Pink Floyd por fin en Chile: cuando Roger Waters flechó al Nacional
El 5 de marzo de 2002, hace casi veinte años, Roger Waters debutó en Santiago. Fueron cerca de tres horas de clásicos, montados en un escenario de 22 metros de ancho, 18 de alto y 15 de profundidad, en el marco de un show que se coronaría como uno de los espectáculos más costosos presentados en nuestro país. En Culto reconstruimos el masivo espectáculo que marcó el inicio de una fraterna relación entre Waters y el público chileno.
El 5 de marzo del 2002 terminó una espera de décadas para los fanáticos. O al menos, para los 57 mil que alcanzaron a hacerse de una entrada para asistir al evento que quedaría registrado en la historia de nuestro país como uno de los más grandes, costosos y expectantes que arribaron en territorio nacional. Los afiches publicitarios condensaban la emoción que generó el anuncio: “Por fin en Chile: Roger Waters, el genio de Pink Floyd”.
A 16 años de su separación de la banda británica y con cinco discos solistas, Roger Waters llegaba reconocido transversalmente como el principal motor creativo de la etapa más exitosa de Pink Floyd. Waters asumió el liderazgo definitivo del grupo luego de que Syd Barrett -primer cabecilla de la agrupación- se alejara a raíz de un severo problema de adicción con drogas psicodélicas, especialmente el LSD.
Este sábado, el hito musical que movilizó a varias generaciones de fanáticos cumple veinte años. El concierto fue parte de In the Flesh, la gira mundial que tuvo al bajista recorriendo el mundo con sus mejores éxitos en Pink Floyd y varias muestras de su carrera en solitario. Waters venía de tocar en Cape Town, ciudad portuaria ubicada en la costa oeste de Sudáfrica. Su presentación en el Estadio Nacional fue la encargada de abrir los fuegos del tour en Latinoamérica, que continuó en Argentina, Brasil y Venezuela.
Para la primera semana de enero ya se habían vendido 25 mil entradas. Los tickets disponibles terminaron de agotarse el mismo día del concierto. Así, el ídolo del rock psicodélico y progresivo fue recibido por un recinto ocupado en su máxima capacidad.
Las expectativas generadas por el show eran altas, y quedaron consignadas en la prensa de la época. El productor Hernán Rojas, que formó parte del equipo que coordinó la visita del músico a nuestro país, afirmó a radio Cooperativa que, a pesar de no manejar una cifra oficial, el concierto ofrecido por el ex Pink Floyd era el megaevento más costoso realizado hasta el momento en Chile.
“Es más caro que el del grupo Iron Maiden y el del guitarrista Eric Clapton”, señaló en el programa Por la mañana en Cooperativa. Además, detalló que la puesta en escena preparada por Waters dejaría impactados a los asistentes: el escenario, de “dimensiones monstruosas”, era de 22 metros de ancho, 15 de profundidad y 18 de altura. Contó con un sistema de sonido surround o cuadrofónico que, en palabras del productor, se traduce en un efecto musical psicodélico en 360 grados que era utilizado por primera vez en Chile.
Aunque se había anunciado el funcionamiento de cuatro pantallas de video –una de ellas de 40 x 40 metros–, a pocos minutos del inicio del show, la pantalla ubicada en el centro del escenario fue retirada repentinamente, despertando las quejas de la galería (instalada aproximadamente a cien metros de los músicos).
Por su parte, en Emol destacaron las particulares exigencias que Waters habría solicitado para pasar su estadía en Chile. El músico solicitó alojarse en la suite presidencial del Hotel Hyatt, ir a jugar golf a una cancha ubicada cerca del mar y tener una limusina a su disposición. Para su camerino, el petitorio contemplaba una canasta con diversas frutas frescas, jugo de naranja y arándano naturales, 18 cajas de latas de Coca-Cola light y 7UP, botellas de cuello largo de cerveza Beck y agua mineral Evian.
Cabe destacar que, durante sus primeros años de carrera, el bajista cargaba con la reputación de ser un personaje difícil de tratar, al menos mediáticamente. Aun así, TVN registró el concierto en un reportaje que contó con una entrevista a Waters. Allí manifestó, entre otras cosas, sus ganas de conocer Tierra del Fuego.
Al ser consultado por la fuente de inspiración para sus letras, el músico respondió: “Se trata de mi conciencia y de mis sentimientos, de cómo quizás me desviado de mi camino en mi vida, por consideraciones competitivas y destructivas… Tú sabes, que estoy tratando de superar”.
Un día histórico
El concierto se inició a las 21:10 hrs., y se extendió por cerca de 3 horas.
El set list, compuesto por 24 temas, contó mayoritariamente con canciones de la época Pink Floyd (solo siete canciones fueron de su carrera solista propiamente tal). En la oscuridad del estadio ñuñoino, y tras varios segundos en que los sonidos de helicópteros llenaron el recinto, In the flesh –hit del álbum The Wall que da su nombre a la gira- marcó el inicio del recital.
Aunque es recordado como un show bastante apegado al “libreto original” –prácticamente sin ninguna diferencia o particularidad frente al resto de conciertos del tour-, las crónicas de la época consignan un show con interpretaciones de “primerísimo nivel”. Waters subió al escenario acompañado de los martillos característicos del arte gráfico de The Wall, onceavo álbum de Pink Floyd, además del álbum doble más vendido en la historia con más de 33 millones de copias comercializadas a nivel mundial.
Mother, Get you filthy hands off my desert, Pigs y Wish you were here fueron algunos de los éxitos de la banda que marcaron los primeros 75 minutos del show. En la segunda parte, los fanáticos recibieron con emoción las canciones de Dark side of the moon, otro de los grandes éxitos de la banda británica. Lanzado en 1973 y con un estimativo de 500 millones de copias vendidas, el disco llegó a lo más alto de las listas musicales, posicionándose en el primer lugar del Billboard 200 por una semana y permaneciendo dentro de los álbumes más escuchados por 937 semanas, o sea, más de 19 años.
Sin embargo, uno de los momentos más significativos del recital llegó con la canción Shine on you crazy diamond, un homenaje a Syd Barret. Las pantallas del estadio proyectaban su fotografía, mientras Waters interpretaba el tema inspirado en la historia de su amigo y ex compañero de banda.
Pasada la medianoche, el músico dio fin a tres horas de música en vivo con Each small candle, que para entonces era una de sus canciones más recientes. Entre gritos y aplausos, el músico dejaba definitivamente del escenario. En su lugar, una imagen del logo de Amnisty International anunciaba el término definitivo del show.
Chile y Roger: una amistad extramusical
El debut fue sólo el inicio. De allí en adelante, el músico cultivaría una relación especial con nuestro país que con el tiempo se iría fortaleciendo cada vez más, especialmente en ciertos aspectos más bien extramusicales.
De hecho, la relación ha estado marcado por el ámbito sociopolítico de nuestro país, aspecto sobre el cual el músico se ha mostrado preocupado constantemente. En el 2012 -en el marco de la gira en que presentó The Wall- Waters recibió la invitación del presidente Sebastián Piñera durante su primera administración.
“Le consulté al señor Piñera acerca de muchos temas, entre ellos el sistema de educación, la política energética y, sobre todo, la forma en que la policía reacciona ante quienes protestan. A partir de las imágenes que se han difundido en el extranjero, la policía chilena aparece reaccionando con mucha violencia. Sus respuestas, por decir lo menos, fueron sorprendentes”, señaló Waters tras el encuentro, manifestando haber quedado “en estado de shock” luego de escuchar al actual mandatario.
Al final de sus dos conciertos (realizados nuevamente en el Estadio Nacional), Waters exclamó ante el público: “Señor Presidente: escuche a su pueblo. Ahora”. En 2017, en una entrevista concedida a la radio Futuro, el músico recordó su experiencia conversando con Piñera. “Jon Benjamin, el embajador británico en Chile que vi muchas veces en el país, me presentó a Piñera y fui al Palacio (La Moneda) y escuché a este tipo mintiendo por una hora, algo interesante”, comentó.
Un par de años antes, para el terremoto del 27 de febrero de 2010, el bajista envió una carta a la misma radio para entregar su apoyo a las familias damnificadas. Al poco tiempo, hizo llegar una donación anónima a la fundación Techo. Aunque en su momento no se supo cuál había sido la cifra enviada por el artista, al tiempo se reveló que fue una cantidad suficiente para levantar 300 viviendas de emergencia. También hizo entrega de algunos objetos personales para que fueran subastados, cuya recaudación sirvió para ayudar a nada menos que 120 familias de un campamento ubicado en el Cajón del Maipo.
Y cada vez que nuestro país atraviesa por un momento sociopolítico relevante, Roger Waters se manifiesta. Así fue en octubre del 2019. En pleno estallido social, el músico envió un video de un minuto caceroleando y recomendando a los manifestantes que mantuvieran las protestas pacíficas “porque es la forma más efectiva”.
Al año siguiente, y a solo horas del plebiscito en que la ciudadanía optaría por iniciar el actual proceso constituyente, Waters compartió en Twitter un video enviando el siguiente mensaje: “Queridos amigos de Chile, mañana vayan todos a votar Apruebo Convención Constitucional. Todos merecemos el derecho de vivir en paz”, concluyó, citando la canción del artista nacional Víctor Jara -a quien Waters ha homenajeado en varios conciertos- que se transformó en un verdadero himno durante las manifestaciones.
“Un mensaje de Roger al Pueblo de Chile en vísperas de la trascendental ocasión de un referéndum nacional para reemplazar la antigua Constitución que fue impuesta por el dictador Pinochet. Por una nueva Constitución aprobada por el Pueblo”, escribió el músico en el texto que acompañaba la publicación. Además, fue entrevistado por la diputada comunista Camila Vallejo, también en el marco del plebiscito.
Para las primarias celebradas el 2021, Waters hizo un llamado a votar por Daniel Jadue, pre candidato presidencial del Partido Comunista que perdió la contienda contra el actual presidente electo, Gabriel Boric.
Y llegada la segunda vuelta presidencial, el ídolo británico volvió a hacer un llamado a votar, esta vez, por el ex candidato Boric. “Esto es de vida o muerte”, señaló sobre la elección que enfrentó al abanderado de Apruebo Dignidad contra el republicano José Antonio Kast.
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