Camila Gallardo: la ídola preocupada por el respetable
En una accidentada presentación –que paró tres veces– la cantante nacional hizo su debut en el Lollapalooza Chile. Con un repertorio basado en sus hits más conocidos, conquistó a una audiencia joven y con la cual mostró ser una estrella de pop cercana y horizontal.
“¡Caami, Caaami!”, gritaba un público mayoritariamente veinteañero pocos minutos antes de las 18.45, como llamando a la amiga que están esperando para ir a la fiesta. A esa hora, fueron los millenials quienes se agolparon en el VTR Stage para ver a Cami, alias de Camila Gallardo. Acaso una de las voces imperdibles de la nueva camada de solistas nacionales y que hacía su debut estelar en el Lollapalooza Chile.
Si algo ha caracterizado su carrera, es la cercanía que ha mostrado con su público. Lo suyo no es ser la típica diva pop inalcanzable, en un rasgo más propio del siglo XXI que del anterior. Por eso no dudó en parar el show a la segunda canción para pedir asistencia médica para alguien del público. Nada mayor, según pudo corroborar Culto. La gente lo entendió, la aplaudió y le reconoció el gesto con un “¡ídola, ídola!”.
“Disfrutemos el show en su metro cuadrado”, dijo ante el imponderable ocurrido pocos metros frente a ella. Luego, se lanzó con una poderosa versión de Un poco más de frío. De ahí, pasaron Luna y La despedida. Con esas baladas, las más conocidas de su trayectoria, Cami demostró toda la fuerza interpretativa que la caracteriza, llegando a tonos altos sin mayor esfuerzo, todo amén de una banda que sonaba arrolladora.
Pero a las 19.03 paró de nuevo el show. “Hay una niña perdida”, avisó nerviosa, como si se tratara de una hija propia. De nuevo, una muestra de horizontalidad. Tras constatar que la chica estaba bien, y que se encontraba junto al personal del festival en una de las torres de sonido, siguió con Monstruo, uno de los cortes esenciales y que le da el nombre a su último disco, lanzado el 2020.
Pasaron canciones ya clásicas de su repertorio, como Pena negra, Poca fe, Un millón como tu. “Gracias Chilito mío”, comentó muy emocionada. Aunque, sorpresivamente, paró el show por tercera vez por problemas en su retorno, esta vez mientras empezaba a cantar Querida rosa, de su álbum debut Rosa (2018). “Querida rosa merece que la cantemos bien”, explicó. Y su público no le falló, pues la cantó más que bien.
Por supuesto, hubo espacio para lo bailable, con Perreo pa las nenas. Con esta mandó un mensaje político, pues reivindicó la Educación sexual integral. “Vamos a empezar a reivindicar el útero”. Luego vinieron Funeral, y una enérgica versión de Aquí estoy, con la que cerró su presentación. “Gracias, Lollapalooza”, dijo exultante.
Post show, Cami conversó con Culto y se refirió brevemente a los episodios en que paró su presentación. “Para mí era evidente que si había una niñita chica perdida, había que parar un poco. Aparte, súmale que tengo déficit atencional, estaba en la mitad de una canción, me conozco, y sé que me arriesgo a que se me olvide la letra, a no poder interpretar como me gustaría. Si voy a cantar a la gente, y veo que la gente está incómoda e inquieta porque alguien se desmayó o si alguien está perdido, creo que lo mínimo es parar el show”.
“Soy humana, me gustaría que si voy a un concierto y veo a mi artista favorito que dice : ‘Hay una niña perdida’, mi artista diga esperemos y continuemos”, agregó la mujer tras Abrázame.
De alguna forma, con este show Gallardo quería exorcizar todo aquello que en 2020 hizo algo de ruido en su bombástica carrera, cuando fue detenida por una reunión privada en el hotel W que superó el aforo permitido por esos entonces; luego, enfrentó críticas tras difundirse fotos suyas de fiesta en EE.UU., cuando la pandemia hacía estragos en el país. Eso sí, ese mismo año arrasó en los premios Pulsar y fue nominada por primera vez al Grammy anglo. Ahora, todo eso parece haber quedado en el anaquel del olvido.
Como apronte, la cantante se presentó el pasado 4 de febrero en el Gran Arena Monticello, como parte de las primeras fechas de su nueva gira, Camino al Caos, en la que el Lollapalooza es otra estación de parada. Todo con el vuelo de Monstruo.
Con ese aplaudido disco, obtuvo el premio al mejor disco del año en la primera edición de los Premios Musa, una nominación al Grammy como mejor álbum latino de rock o música alternativa. Incluso, la mismísima Billboard incluso lo destacó como uno de los mejores discos latinos del 2020.
Y Gallardo piensa en seguir adelante. Se espera que su próximo disco se estrene durante el primer semestre de este 2022. Sobre ese trabajo, la mujer tras Pa callar tus penas anticipó a Culto: “He ido a lugares musicales a los que no me atrevía a entrar, me he empujado un poco más, tanto vocalmente como en la escritura”.
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