CODA gana el Oscar a Mejor Película en ceremonia empañada por altercado entre Will Smith y Chris Rock
La emotiva historia de una familia con tres integrantes sordos se llevó tres galardones, incluyendo el premio mayor, Mejor Actor de Reparto y Mejor Guión Adaptado. La estatuilla a Mejor Actor fue para Will Smith, que poco antes desconcertó a todos al golpear en el escenario al comediante Chris Rock por una broma sobre su esposa. El corto chileno Bestia no pudo contra el triunfante español The Windshield Wiper.
Luego de años y años de estar tras algunas de las mejores películas del último tiempo, desde Roma de Alfonso Cuarón a El Irlandés de Martin Scorsese, pareciera que a Netflix no le queda otra salida que crear sus propios premios. Algo así como los Netflix Awards. Después de haber conquistado audiencias con el aval de la pandemia, el confinamiento y la comodidad de ver todo en el hogar, el gigante rojo del streaming no logra entrar por la puerta grande a la Academia de Hollywood.
El Oscar de los Oscar, el de la Mejor Película, otra vez le fue negado y agregando algo de drama al asunto, fue a parar a CODA, una película de Apple TV+, competencia directa en las plataformas. Había cierto consenso en que la mejor propuesta del Oscar 2022 era El poder del perro, pero este western revisionista y desafiante sólo se llevó una estatuilla entre su récord de 12 nominaciones: Mejor Directora para la neozelandesa Jane Campion. Es lo mismo que le sucedió a Alfonso Cuarón con Roma, pero que ni siquiera le pasó a Martin Scorsese por El Irlandés o a David Fincher por Mank, todas de Netflix.
CODA no puede estar más alejada de todas aquellas películas. No tiene ningún gran nombre en sus firmas ni reinventa la rueda de nada en su trama. Es directa, algo manipuladora, pero finalmente eficaz. Disponible en Chile en la plataforma Prime Video (a pesar de ser producida por Apple TV+), es un remake de la francesa La familia Bélier, que hace unos años se estrenó en Chile.
La cinta de Sian Heder se ambienta en una comunidad de pescadores de la costa noreste de Estados Unidos y nos cuenta la historia de la familia Rossi, formada por dos padres sordos, un hijo en las mismas condiciones y una hija que sí puede oír y hablar. El filme, cuyo título es un acrónimo en inglés de “hijos de padres sordos”, fue premiado en la ceremonia tras la introducción de Lady Gaga y Liza Minnelli, esta última en silla de ruedas y con un notorio temblor en el cuerpo.
Pero a predecible decisión de la Academia a Mejor Película estuvo antecedida poco antes por lo menos pensado: una bofetada en vivo y en directo. Durante la introducción a la categoría Mejor Documental, el siempre desbordado comediante Chris Rock hizo una broma sobre la alopecia de la actriz Jada Pinkett Smith, esposa y acompañante de Will Smith en la velada. Las previas risas del protagonista de Rey Richard se transformaron en enojo y en lo que en un principio pareció un número más del show, Smith se paró de su mesa y golpeó a Rock en la cara. Luego volvió a su asiento y siguió maldiciendo al humorista afroamericano, repitiéndole “¡Deja el nombre de mi esposa fuera de tu maldita boca!”.
Rock, sorprendentemente, mantuvo cierta compostura y dijo en cámara: “Will Smith me acaba de golpear en vivo”. Luego trató de bajar la temperatura ambiente: “Esa fue una de las mejores noches en la historia de la televisión”. Poco después, el publicista de Smith y el actor Denzel Washington se acercaron al actor con la intención de tranquilizarlo.
Sólo pasaron algunos momentos hasta que la estrella de Men in Black subió otra vez al escenario, pero esta vez a recibir su Oscar a Mejor Actor por el rol de Richard Williams, el padre de las estrellas de tenis Venus y Serena Williams, en la cinta Rey Richard. “El amor te hace hacer cosas locas”, comentó en su discurso, en alusión indirecta al incidente previo. “Mi vocación es amar a la gente y proteger a la gente. Sé que para hacer lo que hacemos tienes que aguantar abuso y en este negocio tienes que soportar faltas de respeto, tienes que sonreír y fingir que todo está bien”, agregó.
También ofreció explicaciones: “Quiero disculparme con la Academia. Quiero disculparme con todos mis compañeros nominados”. Lloró, habló de proteger a la familia, de Dios, dio las gracias, pero notoriamente ninguna de sus disculpas iba dirigida a Chris Rock.
El penúltimo de los Oscar entregados, el de Mejor Actriz, se lo llevó Jessica Chastain por Los ojos de Tammy Faye, película que hace poco entró a los cines chilenos. Desde hace unas semanas su rol como la malograda televangelista le venía ganando en las apuestas a la labor de Kristen Stewart en el papel de la princesa Diana de Gales en Spencer, la cinta del chileno Pablo Larraín.
Hablando de decisiones esperables, en el rubro de los guiones la apuesta fue por caminos parecidos, por la historia familiar y por las barriadas de Belfast en Irlanda del Norte y de un pueblo de Massachusetts en Estados Unidos. Es decir, Guión Original para Kenneth Branagh y Sian Heder, ambos también directores de las películas Belfast y CODA, respectivamente.
Y bueno, no ganó Bestia, el escalofriante cortometraje chileno de Hugo Covarrubias. Muchos pensaban que su verdugo iba a ser Robin Robin, película impecable de la compañía inglesa Aardman, que en realidad es casi un mediometraje y se puede ver en Netflix. Pero no, el ganador fue el corto The windshield wiper del español Alberto Mielgo, disponible en YouTube y que en redes fue celebrado por el mismísimo Guillermo del Toro, que también era fan de Bestia. Ante esto, ¿qué más se puede decir? Que la carrera estaba cerrada y que perder ante la cinta de Mielgo es un honor.
El imperio de los comerciales
La ceremonia de ayer fue más vistosa que las inmediatamente anteriores, con números más articulados y figuras destacadas en los tributos. Lamentablemente también fue más larga: demasiados comerciales, mucha pausa por cualquier cosa. Los primeros momentos, en cualquier caso, pasaron rápido.
Antes de que pasaran 40 minutos de ceremonia, Dune de Denis Villeneuve ya llevaba cinco premios Oscar y parecía uno de aquellos partidos de fútbol donde hay un sólo equipo en la cancha. No sólo acaparó las estatuillas “técnicas” como Sonido y Efectos Visuales, sino que aquellas “técnico-artísticas” como Música, Fotografía, Montaje y Diseño de Producción. No obtendría nada más en la noche, pero con 6 estatuillas fue la más premiada.
Los desprestigiados Globos de Oro fueron objeto de uno de los primeros chistes de la velada cuando las animadoras Regina Hall, Amy Schumer y Wanda Sykes aprovecharon de incluirlos en la eventual lista “in memoriam”. Paradójicamente, los invitados estaban sentados en mesas muy parecidas a las que se usaban en los Globos. Probablemente la idea era encontrar una familiaridad y espíritu de diversión similar al de aquellos premios.
Poco antes de la entrega de los cuatro reconocimientos principales, hubo un tributo a Francis Ford Coppola y los 50 años de El Padrino. Fue demasiado escueto para el tipo de acompañantes que venían en vivo y en directo: Al Pacino y Robert De Niro flanquearon a Coppola, que ya casi con 83 años se ve tan encorvado como Don Vito en sus últimos días y bastante más delgado que la figura oronda a la que nos acostumbramos durante años.
Coppola dijo que iba a agradecer a dos personas a las que normalmente olvidaba cuando se trataba de recordar El Padrino: el escritor y guionista Mario Puzo y el productor Robert Evans. Hacia el final, también envió un saludo fraterno a Ucrania.
No estuvo mal tampoco incluir en la ceremonia un homenaje a los 60 años de 007 en la primera mitad de la ceremonia. Ya se sabe: el rostro de Sean Connery, el primer James Bond, y la canción Live and let die de Paul McCartney, nunca fallan.
De alguna manera se sintió que el Oscar a Mejor Largometraje Animado a Encanto era algo así como el premio a la película más bonita, la mejor adornada. Es una clásica cinta Disney que no decepciona, toca las teclas indicadas y sigue las normas del catálogo. Además se ambienta en Colombia, aunque a la hora de agradecer el premio, uno de sus creadores mandó saludos a “Columbia”. Tal vez la nominada La familia Mitchell vs. las máquinas sea la película animada del momento allá afuera, pero Encanto tocó lo que la Academia quería escuchar estos días.
El actor Troy Kotsur, que en esta ceremonia lucía un impecable traje gris oscuro y un jockey, echó mano a una prestancia tan desenfadada como la que lucía en CODA, película por la que ganó el Oscar a Mejor Actor de Reparto en el rol del padre sordo de dos adolescentes. Kotsur es realmente sordo, al igual que su co-protagonista Marlee Matlin, quien se llevó un Oscar en 1987 por Te amaré en silencio.
Y Amor sin barreras, otra de las grandes producciones en competencia, ganó un merecidísimo Mejor Actriz de Reparto para Ariana DeBose en el rol de Anita. Pero a fin de cuentas, la ceremonia 2022 de los Oscar dejó un sabor extraño. No será recordada ni por Duna, ni por CODA y aún menos por el premio a Will Smith, quien se encargó de empañar su propio galardón y los de sus compañeros con una actuación fuera de libreto.
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