Cuando se abrió el telón, la audiencia presente en el club El Mocambo, de Toronto, no pudo creer lo que vio. Habían llegado convocados por un concurso de la estación radial CHUM FM, en que se ofrecieron entradas para ver a los rockeros April Wine, quienes tendrían de teloneros a unos desconocidos llamados Cockroaches. Pero resultó que en lugar de estos últimos, quienes se aparecieron por el escenario fueron los mismísimos The Rolling Stones.
Era el 4 de marzo de 1977. Los Stones se habían reunido en Canadá algunos días antes debido a los problemas legales del guitarrista Keith Richards, quien había sido condenado a pagar una multa por posesión de cocaína en enero de ese año, lo que complicaba su ingreso a EE.UU. La banda estaba apurada por registrar un álbum en directo, que les permitiera cumplir su contrato discográfico con Atlantic Records, antes de sellar un favorable acuerdo con EMI. Pero como les ocurría por entonces, no todo saldría tan bien.
Aunque el álbum titulado Love you live finalmente salió a las tiendas en septiembre de ese año, este incluyó solo cuatro cortes del show en El Mocambo y se concentró en el material grabado durante las presentaciones en EE.UU y Europa entre el 75 y el 77.
Hasta ahora el registro completo de los shows no estaba disponible para los fans, pero desde el próximo 13 de mayo, se podrá escuchar el álbum Live at El Mocambo, el que registra el concierto completo del día 5, además de tres temas extras de la noche anterior, en que sorprendieron a los asistentes. Este será lanzado en ediciones de CD doble, vinilo cuádruple en negro y en neón, además de su presencia en las plataformas digitales. Como adelantos, ya están disponibles los temas It’s Only Rock ‘N’ Roll y Rip This Joint.
El valor del álbum, el primer lanzamiento tras la muerte del baterista Charlie Watts en agosto de 2021 y la reedición del disco Goats Head Soup (1973), reside en que muestra a los Stones en una faceta diferente a los rockstars de estadios que eran en ese momento. Tras años de giras, en medio de conflictos legales, el desafío del punk que amenazaba con dejarlos anticuados, los líos privados de Jagger, y los cambios en la interna -el guitarrista Ronnie Wood se había incorporado de manera oficial para el álbum Black and Blue, de 1976-, la banda quiso volver a su orígenes; revivir los días en que tocaban aceleradas versiones de r&b en los clubes más minúsculos de Londres.
“De alguna manera es fácil tocar en clubes... puedes escuchar a la gente, puedes escuchar a todos, puedes relacionarte con la gente muy fácilmente, puedes hablar con la gente. No hay tanta presión para bailar”, contó Jagger en una entrevista con The Great Canadian Gold Rush de CBC Radio en 1978.
Por ello, en esas dos noches en El Mocambo, un club para 300 personas, además de los clásicos de su repertorio como Let’s spend the night together (aquel tema al que debieron cambiar de nombre para el show de Ed Sullivan), y otros de factura más reciente como Fool to Cry (de Black and Blue), los ingleses incluyeron tracks de su antiguo repertorio de versiones, grabados en sus primeros discos, como Route 66 y Around and Around, de Chuck Berry; Mannish Boy, de Muddy Waters; la clásica Little red rooster, del hombre fuerte del blues de Chicago, Willie Dixon, entre otras.
“Son el tipo de cosas que no tienes la oportunidad de hacer mucho en un concierto porque, para nosotros, son verdaderos números de club”, explicó Richards en la misma entrevista.
En la ocasión, los Stones fueron reforzados con dos experimentados; el tecladista Billy Preston -el mismo que tocó junto a los Beatles en las sesiones que originaron el álbum Let it be y se puede ver en el documental Get Back disponible en Disney Plus- y el percusionista Ollie Brown, quienes habían trabajado con el grupo en las sesiones de Black and blue.
Para realizar los shows, se debieron sortear varias dificultades; Richards no se presentó en Canadá en el día acordado con el grupo, debido a que no tomó el avión a tiempo. Pero eso fue solo el comienzo; al llegar fue detenido en la aduana junto a su pareja, Anita Pallenberg -quienes venían de padecer la muerte de su hijo Tara casi un año atrás- por posesión de drogas. Pese a ello, se les permitió entrar en el país, pero días después, la policía montada hizo una redada en su habitación en el hotel, donde se le encontró 22 gramos de heroína; una cantidad suficiente para mandar al rockero a prisión, más cuando este le pidió a los policías que le dejaran un poco para mantenerse en pie.
Con el largo brazo de la ley colgando sobre él, Richards consiguió tocar con el grupo, apoyado por Mick Jagger y Ronnie Wood, quienes le proveyeron algo de droga para mantenerlo activo y pudiera al menos tocar la guitarra con un nivel aceptable.
Además, en esas presentaciones los Stones tuvieron una particular fan entre las primeras filas; Margaret Trudeau, la esposa del entonces Primer Ministro canadiense Pierre Trudeau y madre del actual premier, Justin. Los biógrafos aseguran que Maggie terminó esa noche de parranda en el hotel con los Stones y la prensa local incluso especuló con una posible aventura con Jagger. El escándalo fue tal, que el mismo primer ministro debió desmentir el rumor, ante los ataques de la oposición. En realidad la pareja estaba divorciada, pero lo mantenían con una conveniente discreción, para no afectar su imagen pública.
Días después, mientras Jagger y el resto del grupo dejaron Canadá, Richards se presentó ante el tribunal por su lío con las drogas, el que finalmente le impuso una fianza para obtener de vuelta su pasaporte. Tiempo después ingresaría a un centro para desintoxicarse mientras se entusiasmaba con el reggae y la música jamaicana, cuya influencia sería clave en el siguiente álbum de la banda, el aclamado Some Girls (1978). Años después, recordaría la redada en Toronto, como un episodio que le salvó la vida. Es solo rock and roll.