Aunque en su tribuna habitual de las redes sociales, el colombiano J Balvin había evitado referirse a la polémica en que se vio envuelto con Residente, tras la brutal tiradera que este le dedicó, se han revelado algunas declaraciones suyas en que ahonda en el conflicto que ha marcado a las dos estrellas latinas.
“Yo lo consideraba amigo, pana. Por eso dolió, hay muchas cosas que la gente no sabe y no las voy a contar. Cada quien tiene su conciencia tranquila. Yo sé lo que dije. ¿Por qué no salí a hablar? A palabras necias, oídos sordos”, comentó en charla con Dímelo King. Sin embargo, pese a las pullas del ex Calle 13, el de Medellín no cerró la puerta a una reconciliación, aunque dejó en claro que ya no hay piso para una amistad. “Sí claro, amigos no, pero si se habla y se dejan las cosas claras no hay problema”.
La respuesta se suma como una pieza más a un historial de desencuentros recientes entre ambos, los que agriaron una relación que a priori, era al menos, cordial. En los Latin Grammys de 2017, un video los mostraba compartiendo en el backstage junto a Daddy Yankee. “El señor René [el nombre real de Residente], un poco polémico”, señaló el colombiano al presentar al boricua quien hizo un rápido saludo a la cámara.
En esa ocasión, fue Residente quien se llevó dos gramófonos (de los nueve a los que postulaba), mientras que Balvin se fue de la ceremonia con las manos vacías. Huelga mencionar que aquel era el año de Despacito, el megahit de Luis Fonsi y Daddy Yankee, que se llevó cuatro premios. Pero, paso a paso el colombiano se hacía un nombre a nivel mundial gracias al éxito de Mi gente, que logró el número del Top 50 global de Spotify; ello preparó el camino para la recepción de Vibras, su álbum de 2018, que a punta de sus singles Machika y Ahora, fue el álbum latino con más reproducciones en 24 horas durante esa temporada. Así, entraba de lleno a convertirse en una estrella de la era de las plataformas.
Un estatus que Balvin cosechó en la edición 2020, ocasión en que rompió un récord al llegar como el artista más nominado (a 13 categorías). Además, se hizo del premio mayor; el álbum del año por Colores. Nada menor al vencer al que a priori sonaba como uno de los favoritos, el celebrado YHLQMDLG de Bad Bunny. Era el momento de la coronación de un artista que expandía sus redes a nivel global, gracias a colaboraciones con otros fenómenos musicales de alcance global, como la española Rosalía (allí está el hit Con altura).
La saga de los Hot Dogs
Pero todo cambió al año siguiente al revelarse a los nominados para los Grammys de esa temporada. Pese a que estaba nominado en la categoría de Mejor interpretación reggaetón (por Tu veneno) Balvin llamó a la comunidad latina a no asistir a los premios, debido a que él consideró una falta de mayor representación de la escena urbana.
“Los Grammys no nos valoran pero nos necesitan -escribió en un tweet que luego acabó por borrar-. Es mi opinión y nada contra los otros géneros porque se merecen todo el respeto. Pero ya el truco está aburrido. Les damos rating pero no nos dan el respeto. (Pd. Estoy nominado para que no vengan que estoy dolido)”.
Pero obvió el detalle que en esa edición se iba a rendir homenaje a Rubén Blades, como Persona del año, y uno de sus declarados admiradores, Residente, descargó su rabia con una curiosa comparación. “Tienes que entender que es como si un carrito de hot dog se molestara porque no puede ganar una estrella Michelin -señaló en una serie de videos-. Y no me malinterpretes, José [el nombre real del colombiano], tu música es como un carrito de hot dog, le gusta a todo el mundo, pero cuando la gente quiere comer bien se va a un restaurante, que son los que ganan las estrellas Michelin”.
“Para entender, porque estoy perdido, José. Si los Grammy no nos valoran, ¿entonces por qué yo tengo 31 Grammy? ¿Yo no soy urbano, yo no rapeo? ¿De qué género estamos hablando?”, añadió. La crítica se sumó a la de otras figuras latinas, que pusieron en evidencia la contradicción al no hacer el mismo alegato el año anterior, cuando se cubrió de gloria.
Por su lado, Balvin respondió en su estilo; el 30 de septiembre subió a su cuenta de Instagram una foto en que se le ve en un carrito de Hot Dogs, como el que se ve en cualquier esquina de Latinoamérica. Y no acabó allí. Con el ojo afinado para el marketing, lanzó una serie de merchandising asociado con la imagen de los Hot Dogs, en poleras, gorras y cuanta chuchería pudo poner a la venta.
Días después, en octubre, Residente respondió en otro video. Allí ya sube la puntería y deja entrever la tensión que ya se incubaba entre los dos artistas. “José, vi que subiste un merch como si fueras el más capo. Entonces, me interesa que la gente sepa el tipo de persona que tú eres, no te voy a tirar (responder), porque yo soy un hombre de palabra a diferencia de ti, además de que sería aburridísimo tirarte”. Además volvió a defender la vitrina de los Grammys para los artistas latinas y para el final, lanzó un jab verbal directo al mentón. “No tiene ningún tipo de talento artístico, y lo sabe”.
El anuncio de la tiradera
La novela siguió en el verano austral de 2022, cuando en febrero, Residente lanzó una colaboración junto a Rubén Blades, el homenajeado en los Grammys que quiso boicotear Balvin. En el texto se incluyó una línea que resultó reveladora de la tensión subyacente. “Camaleón, calma la envidia que me tienes, aunque tú cambies de color yo siempre sé por dónde vienes”.
Días después, el 2 de marzo, el ex Calle 13 anuncia que al día siguiente va a sacar una canción hablando de temas que le parecían “importantes”. Algunos repararon en que en un momento señaló: “Le dediqué un par de líneas a un pendejo del género urbano”, quien estaba intentando detener lo que se venía; la afamada tiradera en Bizarrap Music Sessions, en que el puertorriqueño barrió con el colombiano.
Incluso, en la misma tiradera hizo referencia al historial que ya habían acumulado. “Tú eres más falso que un Hot Dog sin ketchup ni pan, más falso que los abdominales de Luian”, en clara referencia al episodio de los Hot Dogs, que había generado la respuesta de mercadotecnia del colombiano. Mientras, este respondió con un conciso “Amor y cariño”, en su cuenta de Twitter.
El cinco de marzo, mientras el episodio todavía era carne para las redes sociales, Residente charló con el editor de Rolling Stone en español, Diego Ortiz. Allí explicó parte del entramado tras la tiradera. “El tema iba a salir en diciembre, le dije a Biza ‘hermano no te puedo escribir una cumbia fiestera, porque no me siento así’. El entendió perfectamente lo que quería hacer. En ese momento escribí eso porque lo sentí”.
Y además marcó un dato clave; la noche en que se conocieron estaba presente Daddy Yankee. “La primera vez que J Balvin me conoció empezó a burlarse de mí, porque no ‘tenía hits en Spotify’. Estaba hablando con Daddy Yankee y después de eso no dije nada. Después sucedió su boicot a los Latin Grammy Awards, lo de los videos y fue que subí mi video”. No lo especificó, pero puede considerarse aquella noche de 2017, como un punto importante en toda la trama.
La pulla rapera de Residente es uno más de los golpes que ha recibido la carrera de Balvin en el último tiempo. Su documental El niño de Medellín llegó a Netflix en momentos en que se vivía el estallido social en Colombia, lo que generó una furiosa reacción de los fans en las redes sociales, exigiendo a las estrellas colombianas pronunciarse al respecto. Tras un tiempo de silencio, y con figuras como Shakira Juanes y Karol G hablando sobre el tema, se pronunció en contra de la reforma tributaria impulsada por el presidente Iván Duque (que detonó el conflicto), a la vez que condenó la violencia en las calles. Ello le valió el mote de “tibio de Medellín”.
La exposición se hizo más compleja al surgir cuestionamientos hacia algunas de sus decisiones artísticas. Fue el caso de videoclip para el sencillo Perra, en que se ve paseando a dos mujeres afrodescendientes, encadenadas al cuello como si fueran mascotas. Ello le valió incluso el reclamo público de la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, junto a Gheidy Gallo Santos, consejera Presidencial para la Equidad de la Mujer. Y por cierto, el episodio fue referido por Residente en su tiradera, marcando otra diferencia entre ambos. “Es un imbécil con tinte de cabello que puso a mujeres negras con cadena de perro en el cuello”.
Pese a todo, Balvin señaló estar tranquilo. “Tengo a mi mujer, a mi hijo a mi combo cerrado, que me llenan de energía, el agradecimiento a la lealtad para mí es el código número uno, lo tengo tatuado con todos mis mejores amigos”, señaló en la charla con Dímelo King. Mientras, todavía puede señalar que conserva un lugar en la industria; además de sus recientes colaboraciones con Ed Sheeran, el domingo estuvo en el MGM Grand Garden Arena para la entrega de los Grammy, ocasión en que junto a un tropel de bailarines, interpretó In da getto, otro tema que lo reúne con una figura del mundo anglo, como Skrillex, y que ha pasado los 200 millones de reproducciones.