Alfredo Lewin, conductor de Radio Sonar: “El teléfono tiene que estar guardado”
Lo único que detesto es el mal sonido y algunas normas que hablan de la falta de cultura y la falta de respeto del público; entre estas, gente que está al lado tuyo conversando a todo dar mientras la banda está tocando, también grabando todo con los celulares, pareciera que no tienen cultura de estar en un show concentrados sobre lo que pasa en el escenario.
Yo no prohibiría nada, excepto productos inflamables y armas cortopunzantes. Pero no prohibiría los teléfonos, encuentro que es un tema cultural. Si a la gente se le dice que en tal o cual concierto está prohibido sacar fotos, creo que entiende; así pasó con King Crimson, por ejemplo, pero no pasó con The Raconterus, cuando vinieron, que ellos también tenían una norma de prohibición de ingreso de teléfonos al recinto. Hay artistas que quieren que la gente esté concentrada pero hay gente que abusa del celular y está preocupado de compartir un registro. Por cualquier emergencia es bueno estar conectado, pero el teléfono tiene que estar guardado, donde tiene que estar.
Denisse Malebrán, cantautora y vocalista de Saiko: “Recuerdo haber pedido por favor que dejen de fumar”
El gran cambio cultural en los conciertos es que la gente no pueda fumar, eso es lo único que me molesta, porque el humo es muy invasivo cuando estás cantando, ya que exiges a tus pulmones mucho más que cuando estás hablando. Está prohibido en lugares cerrados, pero en lugares abiertos también fuman y es muy desagradable. También cualquier tipo de contaminante; me molestan los aerosoles, esos desodorantes ambientales.
Yo partí mi carrera en lugares donde había 100 personas fumando. Recuerdo haberme subido y pedir por favor si pueden dejar de fumar mientras estoy cantando…¡la pifiadera que me llegaba! porque el fumador se sentía con derecho a fumar en cualquier parte.
No prohibiría nada. No nos hemos planteado prohibir los teléfonos. Para bandas que tenemos hartos años de trayectoria, uno lo que anhela es ganar nuevos públicos y hemos logrado tener público joven, que es nativo digital. A ese público joven no lo puedes sacar del celular, sería un absurdo. Para gente como nosotros es más fácil entender que uno puede estar viendo algo sin tener que estar registrándolo, pero creo que hay un tema cultural con el que es difícil luchar. Entiendo que para algunas bandas, el que estén grabando te desconcentra, pero a mí me da lo mismo. Siento que es más incómodo en conciertos más chicos, cuando estás encima de la gente.
Marcelo Contreras, crítico musical de La Tercera: “Es absurdo registrar un evento en vez de disfrutarlo”
Antiguamente me molestaba que la gente conversara, pero desde hace varios años lo que más me resulta incómodo es la presencia de los celulares, por algo sencillo y práctico; no me permite ver el escenario o detalles de la puesta en escena producto que toda la gente está con los brazos en alto y por eso tapa la visual del resto. Incluso a una persona muy alta, igual le va a molestar que alguien esté levantando los brazos porque son al menos cuarenta centímetros más que puede elevar su humanidad. Me resulta invasivo, aún cuando tenga conciencia que la gente puede ir al evento y lo puede disfrutar como quiera, pero tienes que tener respeto con tu entorno.
No prohibiría nada, no corresponde. La gente está comprando una experiencia, tiene derecho a disfrutar esa experiencia, pero para mi gusto, es absurdo registrar un evento musical en vez de disfrutarlo. La gran mayoría de las veces esos videos se suben en calidad profesional, las bandas hoy en día registran sus presentaciones, entonces me resulta inoficioso.
Carolina Gutiérrez, periodista de espectáculos de TVN: “Lo que más me molesta de un show es la impuntualidad”
Lo que más me molesta de un show es la impuntualidad; cuando te dicen que comienza a las 9 pero parte 45 minutos después y nadie sale a decirte nada. Uno se programa, te dicen que el show parte a las 9, uno calcula que llega veinte minutos antes como para hacer la fila de acceso y todo eso, pero después resulta que el artista no sale o hay relleno y no se entiende lo que está pasando, molesta no saber qué es lo que ocurre. También me pasa cuando uno va a un show en un teatro y hay gente atrasada que es irrespetuosa al llegar y entra de sopetón sin esperar un buen momento. Por último esperas un poco y te acomodas.
Sobre los teléfonos, yo creo que las prohibiciones siempre son súper fastidiosas. Pero sí creo que las restricciones, como cuando el local se permite el derecho de admisión, son cosas que se pueden acatar mientras a uno no le moleste. Si una banda va a prohibir algo, me parece exagerado, demasiado drástico. Puedes restringir como se hace en los teatros cuando se pide a la gente que apague los celulares, e incluso hay artistas que piden a la gente que saque sus teléfonos e ilumine; en ese caso prefiero una restricción. No tengo problemas con la gente que saca fotos, pero ¿alguna vez las revisarán? yo en algunos momentos he compartido imágenes de un concierto o pedacitos de una canción que me gusta, pero no me incomoda. Me incomoda más que alguien huela mal a mi lado.
Pablo Stipicic, productor musical: “Detesto que el volumen esté demasiado alto”
Lo que más detesto son dos cosas: cuando se escucha más el público cantando horriblemente desafinado más que la voz del artista. Y, que el volumen esté demasiado alto como para entender bien lo que está sonando. Es como ir a una exposición de cuadros y que te pongan una luz brillante que satura el sentido de la vista y pierdes toda percepción de detalle.
Muchas cosas ya están prohibidas en los conciertos así que supongo que si me parece válido que se prohíban ciertas cosas con tal de mantener por un lado la seguridad, y por otro lado la experiencia.
Sofía Tupper, conductora en Radio Play: “Los problemas técnicos me bajonean un poco”
Lo peor que me puede pasar en un concierto es que no se escuche bien. Me acuerdo que Lenny Kravitz tuvo problemas de audio en Lollapalooza 2019 e incluso pararon el show un rato. También recuerdo el 2015 en el Caupolicán, cuando tocó Robert Plant y luego Jack White; este último sonaba tan tan fuerte que tuve que salir un rato. En definitiva, los problemas técnicos me bajonean un poco, porque uno espera tanto tiempo ciertos shows que es fome cuando se empañan por ese tipo de imprevistos.
Creo que el tema de los celulares en los conciertos no es menor. A veces, efectivamente es una lata no poder ver bien, porque todo el mundo tiene el celular arriba. Creo que esta obsesión por la virtualidad y por registrarlo todo, nos roba gran parte del disfrute de la experiencia misma de estar en un concierto. En todo caso, a pesar de ese diagnóstico, no soy partidaria de prohibir. Yo no lo haría, aunque me parece interesante ver lo que va a ocurrir en el concierto de Placebo.
Eduardo Cabra (Visitante), músico y productor, ex Calle 13: “Hay gente que ha usado los teléfonos a su favor”
Yo creo que frente a un show me molesta que el sonido no llegue al nivel que uno está esperando. Por otro lado, que no haya una buena organización, o problemas de producción general del evento. Sabiendo el trasfondo de la pregunta frente a lo de Placebo, si te molesta algo del público tú no saldrías a tocar. Te tiene que gustar el público para trabajar, para treparte a un escenario. Si vas a ser un performing artist, eso es parte del paquete.
Algo que yo diga “esto hay que prohibirlo”, es bien complicado. Te estoy diciendo que a Calle 13 le tiraron basura en el primer show en México, en el primer Vive Latino que se hizo hace más de 10 años y nosotros seguimos tocando. Uno está super expuesto en el escenario. Sin embargo, ¿por qué yo debería prohibir algo? Si yo he estado expuesto a eso, pues como que la prohibición como que no me importa. Quizá elementos que puedan causar daño al mismo público, armas blancas, pistolas.
Puedo entender lo de los teléfonos aunque me es gracioso porque ese mismo registro, o esa documentación, hay gente que la ha usado a favor. Yo sé de conciertos aquí en Puerto Rico donde se le pidió a la gente que grabara y luego enviaran el material al artista. Con eso se hizo un video o algo. Tu le puedes sacar provecho de alguna manera y hacer parte al público también. Si la cuestión es proteger tu ingreso, hay posibilidades para sacarle provecho a las moles de cámaras que tiene el público.
Sin embargo, si la razón principal de prohibir los teléfonos es para obligar a las personas a disfrutar del show sin una distracción o romper con la dependencia a la tecnología, pues ya es un tema de identificar qué es lo real y el verdadero gozo para cada uno. Por otro lado, si uno ya sabe que un teléfono es más fuerte que el trabajo que uno se para a defender en un escenario, creo que el trabajo que los creadores tienen que hacer es combatir esa dependencia a la tecnología con música que te den ganas de no sacar el teléfono. Quizás el problema no es el teléfono, el problema es la oferta musical del momento.
Martina Orrego, conductora en radio Los 40: “Antes ponían rejas que hacían poco fluido el acceso”
Lo que más me molesta no viene del público, sino de la organización; cuando ponían estas rejas sin sentido en el Estadio Nacional que hacían poco fluido y poco amable la llegada a los accesos a los conciertos.
Respecto a los teléfonos, siento que finalmente en estos tiempos para la gente es atesorar algo del artista, tener un recuerdo, una foto, un video, entonces sería cortarles parte de las experiencia que pueden compartir. Así se vive la experiencia de la música hoy, tiene que ver con escuchar discos, ver, compartir en redes sociales parte de todo. El palo selfie es diferente, porque ya tiene que ver con algo de seguridad, pero prohibir los celulares per se, no me parece; lo de Placebo siento que está medio descontextualizado con los tiempos y no sé si les conviene.
Eduardo Carrasco, director de Quilapayún: “Prohibir los celulares me parece una tontería”
Lo único que nos molesta es cuando nos escuchamos mal, cuando hay malos retornos, sonorización insuficiente o potencia excesiva que nos daña los oídos; tiene que ver más con el sonido que con la gente. Eso es irremontable para nosotros, es incómodo, pero hay que echarle para adelante. Pero con el comportamiento, en general la gente nos escucha atentamente, nunca hemos tenido problemas de ese tipo.
El humo de los cigarrillos molesta en los lugares más pequeños; antes, cuando se hacía en las peñas era complicado. Pero esas actuaciones en lugares tan reducidos ya casi no existen. Lo que sí es desagradable es el humo -aunque dicen que es vapor de agua- que echan desde el escenario para marcar las luces, eso nos hace toser en medio de las canciones y es todo un enredo; en general no aceptamos eso .
Lo de prohibir los celulares en los shows, eso me parece una tontería, no sé a qué puede deberse. Son cosas de gente que se las da de importante para tener notoriedad. Pero los celulares no molestan en absoluto. A veces hay artistas que tienen derechos y no quieren que se difundan las imágenes, pero graban en malas condiciones. Son cosas, a mi modo de ver, menores. No creo que a nadie le vaya a molestar demasiado que le saquen una foto desde las graderías.
Mariana Montenegro, cantautora y productora, ex Dënver: “Se podría recomendar al público no usar los celulares”
Cuando hay festivales muy grandes, lo que más me molesta es cuando una pasa frío, sed, y hambre durante el día, porque se forman filas muy grandes para comprar, y una come una dieta especial, entonces es complicado.
Sobre los celulares, igual es difícil porque cuando uno va con el teléfono al show vas para registrarlo, compartirlo, y al final no vives la experiencia. No sé si me atrevería a prohibir los celulares en los shows, pero quizás se podría recomendar al publico que no los usen, o si no, progrmar conciertos en lugares que no tengan señal, como un parque o como la Blondie, para que la gente pueda vivir el presente.