La leyenda en la portada de la historieta era tan impactante como increíble. “Printed in real KISS blood”, se leía como advirtiendo a los compradores que se encontraban ante un ejemplar único y tétrico, cuyo texto se había escrito a partir de la sangre donada generosamente para la ocasión por Paul Stanley, Gene Simmons, Ace Frehley y Peter Criss.

Corría septiembre de 1977, y en las tiendas de cómics no se hablaba de otra cosa que del nuevo Marvel Comics Super Special #1 KISS, un trabajo fruto de una alianza fraguada con absoluto ojo comercial entre la editorial tras personajes como el Hombre Araña y Iron Man, y la banda de rock, tan prolífica en los estudios de grabación como en su capacidad de generar extensiones comerciales a todo nivel (figuritas, loncheras, y cómo no, la fanaticada militante organizada en el Kiss Army).

Para entonces, Kiss había conseguido dar con la fórmula para el éxito; tras publicar algunos discos de buenos sencillos, pero con poco impacto comercial (como Rock and Roll All Nite de Dressed to kill), habían decidido publicar Alive! (1975), un álbum doble que registraba el poderoso y espectacular directo de la banda, por entonces ya cargado de pirotecnia y efectos (con Simmons escupiendo sangre y Ace Frehley lanzando humo desde la guitarra como si fuera un lanzallamas).

De esta forma lograron aprovechar acaso su mayor virtud en los surcos de los LP. Y no fue extraño que de este álbum saliera el primer sencillo que trepó al 20; una incendiaria versión de Rock and Roll All Nite. Ese fue el gancho que permitió el ascenso a la cima del rock and roll, parafernalia incluida, aprovechada con la publicación de los discos Destroyer (1976), Rock and Roll Over (1976) y Love Gun (1977).

Un cómic de sangre

Pero la maquinaria comercial ya estaba afilada. Además de sus discos la banda comenzó a preparar su asalto hacia la industria del cómic, un negocio que por entonces vivía días críticos por el aumento en los precios del papel; lejos estaban los años de la era dorada. Por entonces la batalla entre los colosos DC y Marvel se estaba inclinando hacia esta última, de allí que la banda decidiera aliarse con la firma.

Así, debutaron en el papel en un cameo. “La primera aparición de KISS en Marvel tuvo lugar en los números 12 y 13 de Howard The Duck, en mayo y junio de 1977, donde surgen en una alucinación del protagonista que recorre tres páginas”, detalla José Luis Martin en su libro Leyendas urbanas del rock. Pero los músicos eran ambiciosos y, aprovechando su creciente éxito comercial, decidieron apostar por el siguiente paso; un cómic en solitario.

De esta forma, la banda tendría su propia historieta. “KISS llegó a un acuerdo con Marvel para editar un cómic donde la banda fuera la protagonista, narrando el supuesto origen de la formación, con aires fantásticos y extraterrestres, como no podía ser de otra manera”.

Pero el lanzamiento, programado para septiembre de 1977, contó con una agresiva campaña publicitaria, sustentada en un irresistible gancho comercial. “Marvel lanzó un comunicado en el que aseguraba que los miembros de la banda, en un acto de generosidad para con sus fans, habían donado su sangre para imprimir el cómic”, detalla Martin.

Y como en el mundo Kiss, el artificio importa tanto como la realidad, no escatimaron en mostrarse, efectivamente, donando su sangre. “Se publicaron fotografías de una extracción de sangre de los cuatro componentes en un acto que supuestamente estuvo avalado ante notario y que visto desde la distancia la sala donde se realizó parece un zulo de contrabandistas más que una clínica mínimamente higiénica”.

¿Solo unas fotografías? no, todavía había más carne para entregar. “La segunda demostración ante la prensa sería la publicación de una serie de imágenes, donde los personajes de KISS volcaban su ofrenda sanguínea en el bidón de tinta roja que iba a ser utilizado para imprimir el cómic. De ser cierta la leyenda, se trataba de un insignificante tubo de sangre por músico, volcado en un bidón de al menos 200 litros de tinta”.

Pese a lo burdo del truco, la promoción funcionó y el cómic de Kiss fue un rotundo éxito comercial. “La posibilidad de que el cómic comprado contuviera sangre de los ídolos era remota, pero la idea fue suficiente para que se vendieran miles de copias, en una promoción realmente brillante”.

De allí, la banda siguió lanzando publicaciones en el papel de forma regular con Marvel entre 1978 y 1996. Y como ocurre en el mundo de los comics, hubo crossovers con personajes de la compañía. “En el último de ellos, KISSNATION #1, la banda se entrelaza con los famosos X-Men, fetiche preferido de Marvel durante los noventa”, detalla. Nada raro, para una banda que hace de la larga lengua de Simmons uno de los símbolos de su visualidad recargada y espectacular.

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